Arrendamientos rurales: volvamos a la rotación de cultivos
El alquiler o arrendamiento, no es más que el pago de una suma de dinero determinada y fijada de antemano que se abona por la utilización del predio rural. Este desembolso puede fijarse como una determinada cantidad de producto, efectuarse por adelantado, una vez finalizada la cosecha, a porcentaje de la producción que varía entre 30 al 35% del rinde promedio histórico de soja de nuestro campo, o como se arregle entre arrendatario y el dueño del campo, dependiendo del contrato agrario que se pacte.
En general, arrendatario se hace cargo de los gastos de implantación del cultivo, como así también será el responsable del cuidado y de la cosecha, decidiendo cuando y a quien vender lo producido.
El 60% de la superficie agrícola Argentina es sembrada por personas que no son los dueños de la tierra. Dichas personas alquilan la superficie para algún tipo de actividad agropecuaria.
Si el campo es agrícola, se definirá el precio del alquiler en dólares o en quintales de soja (1qq es igual a 100kg) equivalentes y luego dicha cantidad se pagara usando algún precio de referencia. Por ejemplo podemos tomar el precio pizarra de Rosario. La cantidad dependerá de la productividad del campo. Lo normal es que sea entre el 30 al 40% del rinde promedio de un cultivo de soja de primera de dicho campo. Si el campo es ganadero o mixto, la única diferencia se encuentra en la referencia, tomando algún indicador de la actividad ganadera. Por ejemplo el índice de novillo del mercado de Liniers, el precio del ternero de invernada, etc.
Pasando en limpio, se pueden pactar en dólares, quítales o porcentaje. Cuando el arrendamiento se pacta en dólares fijos, el pago en cuotas no modifica el resultado esperado en USD/ha, aunque sí afectará el cálculo de rentabilidad. En cambio, cuando el arrendamiento se pacta en quintales de grano, el pago en cuotas puede modificar el resultado en USD/ha ya que el precio de esos quintales puede ir fluctuando a lo largo de la campaña.
La conveniencia de pagar en quintales es en principio la posibilidad de compartir el riesgo precio con el dueño del campo.
Todas estas consideraciones ponen de relevancia que la modalidad de pago es uno de los puntos a centrar la atención y no sólo en lo que respecta al monto total, sino también a la hora de negociar un alquiler.