Él tiene 69 años, ella 86 y hoy ¡Se casaron!
La historia de Holga Sánchez (86) y Juan Carlos Saravia (69), dos abuelos que se conocieron en el Hospital Geriátrico Municipal “Dominga B de Marconetti”, de La Francia demuestra que cuando el amor es verdadero no entiende de tiempos.
La flamante novia, oriunda de El Fuertecito, invitó a todos sus familiares de San Francisco para presenciar la unión con el varillense.
Fue en la mañana de este viernes, la pareja de novios decidió dar el sí en el hogar de ancianos donde se enamoraron, acompañados por algunos familiares, personal del establecimiento y amigos, en una emocionante ceremonia religiosa que incluyó baile junto a sus invitados. La repercusión de la boda fue tal, que hasta asistió la intendenta de La Francia.
El momento en el que las enfermeras acompañan a Holga hacia el altar.
Ella llegó al lugar hace nueve meses, y él un mes después. Holga le contó a DIARIO SAN FRANCISCO: “Primero éramos amigos, y un día se me dio por invitarlo a tomar unos mates a nuestra mesa; él vino y nunca más se fue” ante la mirada atenta de Juan Carlos que ríe divertido y completa: “Ella se iba a ir del geriátrico y se quedó por mí”.
Es que la salud de Juan Carlos se vio complicada debido a un ACV hace un tiempo y además sufrió una quebradura en su rodilla que le dificultaba movilizarse, y su –hoy- esposa cumplió un rol fundamental en su recuperación. “A mí en febrero me daban el alta y le dije a mi hermana que no me quería ir porque quería esperar hasta que él pueda caminar, yo lo ayudaba en todo lo que podía, nos cuidamos mucho entre nosotros”, dice ella. “Y ahora que estamos casados nos vamos a cuidar con más razón”, dice sonriendo.
Si bien Juan Carlos estuvo casado, para Holga él es su primer amor y no se quedó esperando la propuesta de matrimonio; mujer de armas tomar, se adelantó. “Nosotros estamos solos, y un día le dije vamos a casarnos, y él me dijo que sí. Su primera mujer falleció y para casarnos por civil necesitábamos el acta de defunción, que demoró en llegar. Entonces en el geriátrico nos dijeron que nos casemos por iglesia y que cuando llegue ese papel, nos casemos por civil”.
Las alianzas que eligieron para sellar su amor.
Juan Carlos la mira y asiente, después cuenta que ellos quieren seguir viviendo en el geriátrico, porque hace falta mucha ayuda y están acostumbrados a colaborar con los enfermos del lugar. “Nos dieron una habitación matrimonial para nosotros, una piecita pequeña pero muy linda, acá somos muy queridos por toda la gente. Las enfermeras nos acompañaron mucho en este momento”.
Ante la pregunta a Holga, de qué fue lo que la enamoró de su marido. Juan Carlos se adelanta y dice: “Mis ojos” y ríen juntos, cómplices. “Apenas lo ví, me gustó, es una persona muy buena”, dice emocionada la novia. Él cuenta que la vio “triste y solita” y que encontró en ella a una gran compañera.
La encargada de arreglar todos los detalles de la ceremonia fue Holga, mientras él aceptó todo sin dudarlo. “No nos soltamos más, estamos juntos ahora, y vamos a estar juntos hasta el final”, sentencia él.
Cuando les contaron a sus familiares y amigos, todos se sorprendieron pero se sintieron muy felices por la noticia. “El otro día fui a llamar por teléfono a la –Pocha- (su hermana) para que me trajera la ropa, y una de las empleadas del geriátrico me dijo que si nos casábamos, ella nos hacía la torta. Todas las chicas que trabajan acá son muy buenas”, cuenta Holga.
Su cautivante historia tuvo amplia repercusión entre los vecinos de La Francia, y la zona.
Como tradicionalmente lo hacen las parejas de recién casados, Holga y Juan Carlos pasarán la noche de bodas en un hotel. ¿La perlita del casamiento? Ella lució un vestido de novia de impecable blanco. El novio llevó un outfit súper canchero, de traje y zapatillas, y estaba tan entusiasmado por unirse en matrimonio que ¡olvidó ponerse un saco! Por suerte, rápidamente uno de los invitados le prestó el suyo.
¡Felicidades para esta encantadora pareja que se atrevió a dar el sí!
Por Julieta Balari
PH:Laura Cow