Los diputados mastican bronca por la suspensión del aumento
La decisión de Emilio Monzó de suspender el aumento de los ingresos de los diputados llevó a muchos de ellos a volverse este fin de semana a sus provincias masticando bronca. Consideran que el monto que perciben por viáticos (gastos de representación) y por pasajes es insuficiente y merece ser actualizado. Del mismo modo, creen que el asunto fue “aprovechado políticamente” por algunos sectores. Con todo, admiten que la marcha atrás dispuesta por el presidente de la Cámara Baja es un acto de sensatez y confían en que obtendrán una recomposición, “cuando baje la espuma”.
Hasta octubre, un diputado –sin contar los pasajes que pueden canjear por dinero y el desarraigo que cobran los del interior– percibía en promedio 57 mil pesos de bolsillo. Con el aumento iba a pasar a cobrar unos 85 mil, casi 10 veces el salario mínimo, vital y móvil. Pero ese ingreso podía subir aún más cuando cambiase sus pasajes por dinero.
Para frenar la bola de nieve en que se había convertido esta polémica, Monzó suspendió el aumento, que se aplicaba en el monto de los pasajes y de los gastos de representación, de 10.000 a 20.000 pesos. Dijo que se revisará.
La mendocina Susana Balbo, que esta semana fue la única diputada que salió a defender la suba, ratificó en diálogo con La Voz su convicción de que “las personas deben estar remuneradas en función de sus responsabilidades”. “Si queremos un Estado donde haya gente capacitada, la gente debería estar bien pagada. Pero también reconozco que hay una situación en el país, que está complicada. El presidente Mauricio Macri sienta una postura y a mí me parece bien”, aseveró la legisladora del PRO (Cambiemos).
Un día antes de que Monzó suspendiera los aumentos, Macri había pedido que la suba fuera “acorde al esfuerzo” que están haciendo “todos los argentinos” y que, aunque “hubo una inflación, hay que hacer un ajuste, pero tampoco en estos momentos pasarse de largo”.
“Yo no hago demagogia con mi dieta. La uso para ayudar a gente. Yo ni siquiera sabía que íbamos a tener un aumento. Pero igualmente me parece una decisión absolutamente sensata la de Emilio Monzó”, dijo Balbo, empresaria del sector vitivinícola.
Más dura fue la radical Patricia Giménez, quien señaló que “una forma no sana de la Cámara es que esté pagando por los pasajes un precio y se reconozca otra cosa en dinero” y lanzó que “lo de los pasajes genera una caja negra”. Sostuvo que los gastos de representación deben ser actualizados, no solamente por la inflación sino porque a su criterio este es un Congreso mucho “más activo” que el de los períodos kirchneristas, en el que “funcionan más las comisiones”, lo que hace que “haya que quedarse más tiempo en Buenos Aires”.
“Hacía falta la recomposición porque si no hay que ser rico y de la Capital Federal para trabajar en el Congreso”, dijo Giménez, vicepresidenta segunda de la Cámara de Diputados. Al respecto, subrayó que los legisladores por Mendoza tienen además “el problema del aeropuerto en construcción, que implica siete horas de recorrido, porque hay que ir a San Juan o San Luis”.
¿Mala intención?
Giménez apuntó sus dardos contra el trotskista Néstor Pitrola, el diputado que encendió la mecha. “Hubo una mala intención de visibilizarlo de esta manera: había gente del gremio legislativo que quería reabrir las paritarias, para que el aumento del 31 por ciento fuera mayor. Como eso se rechazó, apareció Pitrola. Me gustaría que Pitrola diera cuenta de que el dinero que percibe en concepto de pasajes no usados lo declara en Ganancias, porque así debería ser”, bramó.
En diálogo con este diario, el radical cordobés Diego Mestre criticó lo que consideró “mucha hipocresía, sobre todo en el kirchnerismo”. “Votan en contra el aumento mientras presionaban para que se incluyeran en el presupuesto 100 millones para el salario de los diputados del Parlasur. El aumento no fue como se lo pintó. Ochenta y cinco mil pesos son un muy buen sueldo pero tampoco una barbaridad. Un juez federal y un ministro ganan 120 mil. Algunos diputados del interior votaron contra el aumento pero estaban a favor. Lo hicieron por demagogia, para dejarnos pegados a los de Cambiemos”, se quejó Mestre y agregó: “Todos estamos a favor de que se actualice. No sé por qué hicieron entonces este circo. Hay mucha injusticia para el diputado del interior. Yo gasto todos los pasajes que me dan de avión. Pero los diputados de Buenos Aires y Capital Federal cambian los pasajes por efectivo y no viajan. No hay irregularidades, son desigualdades”.
Pichetto, a favor
Mientras los ánimos están caldeados en la Cámara Baja, en el Senado el jefe del bloque PJ-Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, se declaró a favor del 47 por ciento de aumento en los ingresos de los senadores.
“En el Senado con la dieta se produce una distorsión, que se origina en el hecho de que al pagarse un plus a empleados por título universitario y antigüedad, esto determina que los que tienen la categoría más alta o cargo de secretario superan la dieta de los senadores”, afirmó y argumentó que “para subsanar se optó por instrumentar una recomposición en materia de gastos de representación y de los pasajes”.
Presidente y principal operador
Por el sí. En la noche del miércoles, la Cámara Baja votó a favor del aumento en las dietas. La izquierda timoneó el voto por la negativa, pero no logró imponerse.
Fuente: La voz del Interior. http://www.lavoz.com.ar/politica/los-diputados-mastican-bronca-por-la-suspension-del-aumento?cx_level=flujo_2