Atentado en Bruselas: “Mi marido viajó ayer a la misma hora”
Esta mañana dos explosiones fueron registradas en el aeropuerto de Zaventem y una en la estación del metro de Maalbeek, cerca de la sede de la Unión Europea, dejando varias personas fallecidas y gran cantidad de heridos.
Luego de que los medios del mundo reflejaran la noticia, DSF dialogó con Silvia Salvagno, una sanfrancisqueña que vive allí con su familia. “En estos momentos la primera palabra que me surge es bronca, muchas bronca, porque estos hechos nos paralizan la vida. Por suerte, estamos todos bien, los chicos ya estaban en la escuela cuando pasó todo”.
Silvia, que junto a su esposo Maximiliano e hijos Ignacio, Belén y Lucia ha vivido en varios lugares del mundo, manifestó su dolor y descontento sosteniendo que “lo increíble es que después de lo que pasó en París y aquí mismo en Noviembre alguien pueda poner nuevamente una bomba en el aeropuerto. La Unión Europea tiene que replantear seriamente el tema de seguridad y la prevención. Por el momento lo hecho no ha dado resultado”.
A minutos del terror
“Nosotros vivimos en Waterloo, al sur de Bruselas, un lugar hermoso y muy tranquilo y la verdad que pasamos por ahí casi diario porque mi hija entrena patinaje sobre hielo muy cerca del lugar de las explosiones. Lo increíble es que mi marido viajó ayer a esa hora. El vive prácticamente en los aeropuertos por su trabajo en una compañía farmacéutica belga”, agregó.
Contacto con San Francisco
Ni bien se produjeron los hechos, Silvia se comunicó por WhatsApp con sus padres, que residen en nuestra ciudad, para llevarles tranquilidad. “Por suerte pude hacerlo rápidamente porque los celulares dejaron de funcionar por un rato. No querían que entren en pánico porque saben que mi esposo viaja mucho.”
Cómo seguir
En relación a como se viven las horas posteriores al atentado, Silvia comentó que “Se puede salir, pero todas las actividades están canceladas. Hay mucha policía en las calles. Mis hijos están en el colegio hasta las 15:30 y desde mañana veremos con sigue todo. No podemos vivir con miedo. Cuando la escuela estuvo cerrada en Noviembre por los otros atentados, los profesores siguieron dando clase por internet. Esta es una buena manera de resistir ante el terror. Tal vez la educación para la tolerancia sea la única respuesta válida ante todo esto”.