Policías de Córdoba le compran lentes a un pequeño
Esta historia nace en el Barrio Ituzaingó de Córdoba, cuando el Comisario Gustavo Ávila se entrevista con el joven Vicenzo Argüello de tan sólo 7 años.
El pequeño le contó a este policía que no podía asistir al colegio ya que no poseía unos lentes que le fueron recetados para poder ver. Y que no podía acceder a esos anteojos debido a la situación económica de la familia. Y que él los necesitaba debido a un problema de visión.
Ante esto el comisario Ávila corrobora con la familia del niño Vicenzo la situación y decide junto a varios de sus compañeros de la fuerza policial comprarle, de forma desinteresada, el par de lentes.
Una vez obtenido los anteojos se los entregaron a Vicenzo para que pueda solucionar su problema visual y a la vez poder ir a la escuela.