Buenanueva: «El Papa no viene (todavía). Se alarga la espera»
No voy a entrar en las especulaciones sobre porqué Francisco demora su visita pastoral a Argentina. Las lecturas políticas me resultan reductivas, banales y hasta provincianas.
Él es un hombre muy libre, y está llevando adelante su ministerio universal con gran entrega y valentía apostólicas. Estoy con él. Pido para mí, y para nuestras diócesis, la misma libertad y espíritu evangelizador.
¿Sería buena su presencia en Argentina? Claro. No solo por el “reencuentro” con la Iglesia que le transmitió la fe y a la que sirvió como pastor, sino por lo más valioso que tiene para darnos como Papa: confirmarnos en la fe en Cristo, fortalecernos en la unidad y animar el espíritu misionero, sobre todo, de cercanía a los más pobres y vulnerables.
Comprendo la desazón de muchos católicos de a pie – especialmente los que sostienen la evangelización día a día – que no terminan de entender bien porqué el Papa no viene. Lo dicen con franqueza y sin segundas intenciones. Los comprendo, y también comparto esos sentimientos. Los animo – y me animo – diciendo que, como católicos argentinos, tenemos que sostenerlo con nuestra oración, el aprecio por su persona y el consuelo de ver todo lo que está haciendo en la Iglesia, por el mundo, por los pobres.
Miramos con un poco de “cristiana envidia” a nuestros hermanos latinoamericanos que reciben su visita. Se alarga la espera. El amor le tiene que dar la mano a la paciencia y a la perseverancia. El reencuentro será más fecundo.
Eso sí: mientras esperamos, dediquémonos a lo verdaderamente importante según el Evangelio: caminar, edificar y confesar a Jesucristo. Es lo que el mismo Francisco les dijo a los cardenales, en la primera Misa que celebró, el mismo día en que fue elegido.
Publicado en evangeliumgratiae.blog por Monseñor Sergio Buenanueva, Obispo Diocesano de San Francisco.
Nota original: El Papa no viene (todavía)