Cómo evitar que el trabajo te vuelva sedentario
Pequeños cambios de hábitos en la rutina diaria ayudan a ponerse en movimiento, aunque la vida laboral insuma muchas horas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para llevar una vida saludable. El sedentarismo es una enfermedad en sí misma que provoca 3,2 millones de muertes al año y, a su vez, es un factor de riesgo para otras enfermedades evitables.
Para poder revertir esta alarmante cifra que predispone tanto al infarto cardíaco, al ACV, a la diabetes como hasta algunos cánceres, se deben conocer los múltiples factores que llevan a la inactividad física.
Por un lado, cada vez menos se elige hacer ejercicio durante el tiempo de ocio, debido a la necesidad de descanso dado el alto nivel de estrés laboral. Por otro lado, el aumento de trabajos estáticos que predisponen a pasar ocho horas sentado frente a la computadora, o el reemplazo de empleos que requerían esfuerzo físico y fueron reemplazados por maquinarias eficientes. Incluso las actividades domésticas requieren cada vez menos movimiento físico por dicha causa. También por el aumento del uso de los medios de transporte «pasivos» en vez de caminar o movilizarse en bicicleta.
Causas de la inactividad física
En las grandes ciudades de crecimiento rápido del mundo, la inactividad es un problema aún mayor. La urbanización ha creado varios factores ambientales que desalientan hacer ejercicio, como ser: la superpoblación, el aumento de la pobreza, el aumento de la criminalidad, la gran densidad del tráfico, la mala calidad del aire y la falta de parques, espacios verdes, aceras en buen estado e instalaciones deportivas y recreativas.
Es difícil que se elija salir a correr de forma recreativa y disfrutar del momento de hacer deporte luego del horario laboral si es inseguro o peligroso.
Cómo combatir el sedentarismo
Mantener una vida activa no significa solamente hacer deporte de grupo o atletismo. Los ejercicios más recomendables son los que la persona pueda realizar y mantener en el tiempo como un hábito. Por actividad física se entiende cualquier forma de ejercicio o de movimiento. Las actividades de todos los días, como una caminata, los trabajos en el jardín o los quehaceres domésticos y el hecho de jugar con los hijos o los nietos constituyen formas de actividad física. Tan sólo con hacer pequeños cambios en la vida diaria se puede lograr hacer los 30 minutos de actividad física moderada todos los días de la semana que recomienda la OMS:
-Ir caminando o en bicicleta al trabajo en vez de utilizar el auto
-Utilizar un transporte público que implique caminar hasta la estación o parada de colectivo y hacer equilibrio en el mismo.
-Al llegar al trabajo, subir por la escalera en vez de tomar el ascensor
-Hacer pausas de 10 minutos para estirar los músculos contracturados por la mala postura
-Tomarse el tiempo de almuerzo fuera del trabajo y caminar unas cuadras de ida y de vuelta para mejorar la digestión
-Volver caminando al hogar
-Intentar hacer una rutina en el gimnasio directamente luego del horario laboral sin pasar por el hogar ya que se hace muy difícil volver a salir una vez que uno se relaja frente al televisor.
Es imprescindible saber que con muy pocos cambios de hábitos de la vida cotidiana, se puede lograr un vida plena, saludable y evitar enfermedades prevenibles, aunque el trabajo demande muchas horas y predisponga al sedentarismo.
*La doctora Alejandra Hintze es médica especialista en Medicina del Deporte y Terapia Intensiva (UBA), directora asociada del Servicio Wellness Racket Club.