Policiales

Moyano, Barrionuevo y la CGT exigen paritarias «libres y sin topes»

Siete líderes sindicales se reunieron este jueves por primera vez en el año y coincidieron en avanzar contra la Ley de Reforma Previsional y la reforma laboral, la cual supuestamente había sido acordada por la CGT y el Gobierno. Además exigieron al Estado nacional paritarias “libres y sin topes”, fijado por el gabinete de Macri en 15%.

El encuentro sindical se dio en ocasión del almuerzo que organiza cada año el líder de los Gastronómicos, Luis Barrionuevo, en la ciudad de Mar del Plata. Contó con la asistencia del líder de los Camioneros, Hugo Moyano, de la CGT Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña y y los dirigentes Sergio Palazzo, de bancarios, y Julio Piumato, de judiciales.

Tras el almuerzo, se trató la actual situación de los trabajadores frente a los ajustes y reformas llevadas a cabo el pasado año por la gestión del presidente Mauricio Macri. Luego de acordar puntos en común, se difundió un documento titulado «Quien quiera oír que oiga», con duras críticas hacia el Gobierno.

En el texto, los sindicalistas rechazaron el «mega DNU» que el Gobierno firmó la semana pasada «particularmente en lo atinente a los temas laborales: la inembargabilidad del salario -como determinan las resoluciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)-, la prohibición de disponer de los fondos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) para la timba financiera y el inconstitucional desfinanciamiento del sistema de la seguridad social».

El documento señaló que apoyará y acompañará de forma activa a los gremios que se declaren en conflicto y adelantó que la CGT convocará a los técnicos, asesores y trabajadores para elaborar «un programa básico de coincidencias en relación con un destino y modelo de país en el que los argentinos quieran y deseen vivir».

«Creemos en la necesidad de una Argentina de encuentro y diálogo institucionalizado, sustentable en el tiempo y al que deben ser convocados todos, como lo reclama el papa Francisco», resaltaron los sindicalistas y advirtieron que ese diálogo «debe resolver los enormes problemas y tener como norte la producción, el trabajo, el empleo, la educación y las variadas realidades».

El texto resaltó que en 2015, «muchos depositaron su esperanza en un cambio positivo que corrigiese lo que estaba mal y sostuviese lo bueno, que luchara contra la inflación que come el salario, contra la pobreza y que dotase a la República de más institucionalidad».

Sin embargo, los líderes gremiales consideraron que el actual es «un gobierno de CEOs, directores, accionistas, dueños de empresas locales y multinacionales que asumieron con total desparpajo, afectando la ley de ética pública al conservar acciones e injerencias en sus compañías y beneficiando de forma ostensible sus intereses».

«El gobierno, en dos años, solo provocó la pérdida del poder adquisitivo de jubilaciones y salarios; condonó y blanqueó deudas de evasores; redujo el haber de los pasivos y de los beneficiarios de programas sociales; llenó las góndolas con productos extranjeros que conspiran contra el trabajo local; endeudó el país de forma inaudita e hizo más ricos a los ricos y más pobres a los pobres», concluyó el documento gremial.

Ante la prensa, el cegetista Schmid consideró que «hay un ataque sobre la estructura sindical», ya que «no se puede confundir todo el universo sindical con situaciones muy puntuales, que en muchos de los casos rozan lo delictivo: eso lo tendrá que resolver la justicia».

«Lo que no se puede hacer es enlodar y condenar mediáticamente, y a través del sistema judicial a la dirigencia sindical y su estructura», continuó. Schmid cuestionó también la «anulación por decreto de una paritaria nacional» -con relación a la paritaria docente-, y «obviamente todo este colectivo la rechaza».

Fuente: La Nueva Mañana