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La energía mantiene un 15% de subsidios

¿Lo peor ya pasó? ¿Lo que viene es realmente más moderado? ¿Cuánto tienen todavía de subsidios la luz y el gas? ¿Siempre van a subir o en algún momento pueden bajar? Y si van a subir, ¿hasta cuándo?

Sin elecciones en este 2018, el Ministerio de Energía retomó el sendero de recomposición tarifaria que anunció en 2016. Eso implica que, cada seis meses regulares, se avanza en la quita de una porción del subsidio que alcanza a la energía y, a la vez, se actualizan los costos de producción y transporte según el dólar, la inflación y los costos internos de generación.

Así, al gas le corresponde una actualización desde abril y la próxima será en octubre. La anterior correspondía aplicarla en octubre pasado, pero por las elecciones se aplazó a diciembre, lo que significa que en este invierno –cuando se intensifica el consumo y pesan las boletas– los usuarios tendrán que hacer frente a dos aumentos acumulados (que todavía no se hicieron sentir).

Así, el precio promedio ponderado en abril de 2017 estaba en 3,77 dólares y ahora será de 4,68 dólares el millón de BTU. Es decir: un aumento del 24 por ciento en términos de generación.

Pero a eso hay que sumarle la cuota 2 y 3, que corresponde a las distribuidoras, lo que significa que un usuario de consumo bajo (R1-1) tendrá este invierno un m3 de 5,05 pesos (sin impuestos ni el impacto del cargo fijo), cuando en el invierno pasado fue de 2,56 pesos. Es decir, 97 por ciento más, aunque es el segmento donde predomina la tarifa social.

Los de consumo medio pasarán de 3,84 pesos el m3 a 6,60 (73 por ciento, los R3-2), y los de consumo alto (R3-4) pagarán 7,80 frente a los 4,91 del invierno anterior. Casi 60 por ciento más.

Si bien no está definido todavía el mecanismo, habrá posibilidad de “patear” parte de la factura del invierno a los meses de septiembre a octubre, a los fines de alivianar la boleta que, en términos generales, será casi el doble que la del año pasado (en el caso de que mantengan los mismos niveles de consumo).

No obstante, y pese a semejante salto, el gas todavía tiene un subsidio del 15 por ciento, ya que los usuarios están pagando en promedio 4,68 dólares el millón de BTU, cuando el costo de producción hoy es de 5,5 dólares. Esa brecha es la que se irá cerrando en los tres próximos aumentos que quedan hasta la “normalización tarifaria”, como la define el ministro Juan José Aranguren.

El precio más alto se pagaría en octubre de 2019 (6,38 dólares), y a partir de allí podría bajar.

“Hemos iniciado un proceso para cerrar la brecha entre precio y costo, que creemos fundamental para recuperar el autoabastecimiento, con lo que van a venir inversiones y precios más bajos. Si no hay inversión, siempre dependeremos de la importación y eso significan precios más altos”, dijo Aranguren en la audiencia del miércoles pasado.

Aumentos

Frente al 5,5 que cuesta producir el gas natural local, Argentina le paga 5,6 dólares por millón de BTU a Bolivia, 8,5 dólares el gas natural licuado que llega en barcos y que se regasifica en el país y entre 13 y 14 dólares el que se destina a la producción de energía eléctrica.

“A medida que aumentan la inversión y la escala de desarrollo de energías no convencionales, podremos tener en un futuro no muy lejano costos decrecientes del gas natural”, agregó el ministro.

La proyección es que hacia 2020 el costo de producción local comience a bajar. Con más producción, Argentina está en condiciones de retomar las exportaciones de gas, al menos en los meses de bajo consumo local. De hecho, ya se están enviando 800 mil m3 diarios a Methanex, una industria que elabora metanol radicada en Magallanes, al sur de Chile.

¿Lo peor ya pasó entonces? Queda un poco: el residencial promedio tenía un subsidio del 73 por ciento y hoy tiene un 15, pero sí ya se reconoció todo el aumento a las distribuidoras.

Ese incremento se otorgó en tres cuotas: 30 por ciento en abril de 2017, 40 por ciento en diciembre pasado y ahora, este abril, el 30 por ciento restante.

Energía eléctrica

En energía eléctrica, el sendero de reducción de subsidios es similar, aunque en el caso de Córdoba los aumentos de Epec (que sería la distribuidora, como Ecogas) son concedidos por un ente regulador provincial y no por la Nación, que ha seguido los mismos criterios para todas las distribuidoras.

Así, el cargo por valor agregado de distribución (VAD), que es la parte en la que impacta Epe, se actualiza desde 2009, cuando la distribución del gas empezó a actualizarse en abril de 2017.

En 2016, el precio de generación por megavatio estaba en 1.100 pesos, aunque los usuarios pagaban 76,75 pesos. Se llevó a 640: aun con un salto de 733 por ciento, el subsidio todavía era del 70 por ciento promedio, excluyendo a los que accedieron a la tarifa social.

En 2017 subió el costo real a 1.250 pesos (de los cuales el usuario pagó 880 pesos, con lo que el subsidio fue del 49 por ciento) y para 2018 la previsión es que se ubique en los 1.440 pesos, con un subsidio del 18 por ciento, según indicó Aranguren en la presentación de las nuevas tarifas para la energía, que se desdoblaron en dos: diciembre pasado y febrero de 2018.

Para 2019, bajará al 10 por ciento para llegar al cero por ciento en 2020. Los costos de producción dependen del tipo de cambio, de los costos internos y del precio del gas licuado, que se usa para la generación eléctrica.

En tanto, la actualización por distribución de Epec se hace de manera trimestral desde el año pasado, en un intento de distribuir en el año los aumentos que históricamente se aplicaron una vez por año, en dos o tres tramos.

Gas: se acumularán dos subas consecutivas

Invierno. Los valores del gas se actualizaron en diciembre de 2017 y este abril, por lo que este invierno (cuando más se consume) reflejará dos aumentos: en promedio, el doble.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior