Dejó el auto en una playa de Córdoba y nunca lo buscó: ahora murió y la deuda supera los $ 140 mil
El curioso caso comenzó en agosto de 2013. Un abogado dejó su Peugeot 504 estacionado en una playa céntrica de la ciudad de Córdoba y nunca volvió a buscarlo. Luego de años de reclamos y una voluminosa deuda, el dueño de la playa acaba de sumar una nueva complicación: el abogado ahora murió. Y el auto sigue allí.
El playero José Ipólito, titular de la Cámara de Playas de Estacionamiento de Córdoba, cuenta el caso con un dejo de resignación. El 504 de color blanco permanece inamovible en el estacionamiento de calle Rivera Indarte 449. Desde 2013 está en el mismo lugar.
La historia recuerda a otra que se conoció en España recientemente. En 2009, una mujer dejó estacionado un Volvo en una playa de Palma de Mallorca. La causa fue a juicio y, según contó el diario Última Hora, que difundió el caso, la concesionaria se quedó con el vehículo, aunque el valor actual es inferior a la deuda. Finalmente, el Volvo fue a desguace.
En el caso de Córdoba, hay algunos datos que muestran diferencias con el español.
Por años
En sus 50 años como playero, Ipólito comenta que vio muchos casos de vehículos que dejaron estacionados en su playa y que no fueron retirados. En esas circunstancias, espera 48 horas antes de llamar a la Policía para que investigue la procedencia, ya que podría tratarse de rodados con pedido de secuestro por causas judiciales.
Son habituales los casos en que los delincuentes roban vehículos y los “enfrían” durante algunas horas dejándolos en las playas.
Después de ese tiempo, y si el vehículo no es robado, el caso puede transformarse en un dolor de cabeza para el playero si nadie se presenta a retirarlo. Es lo que le sucedió a Ipólito con el 504 del abogado. El letrado, de apellido Cortez, era un cliente frecuente de la cochera. Por la confianza entre ambos, Ipólito le solicitó reiteradamente desde 2013 que lo retirara de la playa.
Sin embargo, el abogado argumentó que no tenía razón de ser porque, con lo que adeudaba de todos esos años, era más conveniente que se quedara con el auto. “Por lo que te debo, es tuyo”, comenta que le dijo el hombre a Ipólito.
El empresario le solicitó que hiciera la transferencia formal, pero el auto no se movió ni pasó a manos del playero. Y la deuda siguió –y sigue– acumulándose hasta hoy.
A esa situación, se sumó que el abogado murió hace pocos días, lo que agregó una complicación al caso. El empresario estimó que la deuda total asciende a 144 mil pesos, muy por encima de los 30 mil que, según calculó, obtendría si le transfieren el auto y lo vende.
Paralelamente, según los registros municipales, el auto figura a nombre de la presunta viuda con una deuda de 6.330 pesos (con dos juicios incluidos) por el Impuesto Automotor y una mora de 2.272 pesos (con tres juicios) por infracciones en Capital. Entre las multas, figuran dos por estacionar sin abonar el parquímetro y otras dos por aparcar sin ticket.
Ante la Dirección General de Rentas (DGR), el auto aparece como exento, pero a nombre de un abogado. No obstante, desde el estudio jurídico se informó a La Voz que el vehículo no le pertenece al abogado y que debe tratarse de un “error” en el registro que figura en la web de Rentas.
Por estos días, Ipólito analiza intimar a la viuda con una carta documento para que retire el vehículo. “Quiero que me saque el auto”, reclama.
Incluso comenta que hasta está dispuesto a condonar la deuda a fin de que sea removido de su playa y también a perder, llegado el caso, el valor de la venta.
El hombre señala que, además de ese monto, el espacio que ocupa el auto le impide rentabilizar el lugar, porque no puede percibir un beneficio por el cobro de la hora o el abono semanal o mensual que sí obtendría con otros vehículos. A eso se le agrega que la Municipalidad le sigue cobrando impuestos por el espacio en el que está el 504.
Pero este no es el único caso. Ipólito contó que cierta vez dejaron un auto estacionado en su playa durante unos seis años y que, después de ese tiempo, se presentó una persona para buscarlo. Ipólito ya lo había “regalado” a un conocido. Finalmente, entre las dos partes llegaron a un acuerdo.
Qué dice la Municipalidad
El abogado del Departamento de Tránsito municipal, Matías Cilimbini, indicó a este diario que no recuerda ningún caso similar desde que trabaja en la administración pública.
Pero señaló que en el caso del playero, ni la Municipalidad ni el empresario “pueden hacer nada administrativamente”, como por ejemplo retirarlo del lugar, por lo que la única vía de reclamo que restaría sería la de accionar judicialmente contra la familia del fallecido.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior