A 45 años del Tampierazo
Corría la década del ’70, exactamente el mes de julio de 1973 cuando se ejecutó un paro de actividades en reclamo de sueldos adeudados a empleados de la firma «Tampieri». El 30 de julio, CGT organizó un acto presidido por una manifestación y en ese marco se vivieron episodios de violencia como quema de vehículos, ataque a dos propiedades de los Tampieri y a la casa del director del diario local, que en ese momento era el único medio gráfico de la zona.
Ante esta situación, la policía envió refuerzos desde la capital y hubo represión hacia los manifestantes. Uno de los disparos impactó contra Rubén Molina, de tan solo 17 años, y perdió su vida.
Fue una de las protestas sociales más importantes de la historia. El hecho, paralizó la ciudad y alcanzó momentos de extrema violencia.
Antonio Nebbione del gremio fideero; Oscar Liwacki, Secretario de la CGT; Oscar Álvarez de molineros y Hugo Chiavarini de Luz y Fuerza; pronunciaron breves discursos explicando las razones del conflicto y cargando las culpas sobre la patronal. Así mismo, agradecieron el apoyo expresado e instaron a los presentes a regresar a la sede de la central obrera por la calle 25 de mayo, para luego desconcentrarse y aguardar novedades acerca de las negociaciones que se llevarían a cabo ese mismo día.
Aproximadamente a las 14:30 Hs., es cuando se produce un tiroteo frente al chalet de la viuda y Carlos Tampieri, que arroja como resultado varios heridos de bala y la muerte de un joven de 17 años, Rubén Molina, que no tenía filiación gremial y se había plegado espontáneamente a la huelga.
Llamativamente, tras los violentos hechos ocurridos en la jornada del Tampierazo, la ciudad recobró rápidamente su ritmo habitual. Incluso la exhumación de los restos de Molina, donde posiblemente se podrían haber registrado algunas secuelas de los acontecimientos del día anterior, se realizó en un cementerio de las afueras de San Francisco evitando de esa manera, movilizaciones o adhesiones de diferentes agrupaciones políticas. La decisión fue tomada por los familiares del joven asesinado luego de que en el velatorio se intentaran colocar banderas con las inscripciones del ERP.
* Fragmentos extraídos del Libro «El Tampierazo de San Francisco» (1973) – Redes de conflicto e identidad colectiva. Aimar, Lucas Alberto. Año 2009.