Cuatro meses de corrida y otro récord
La crisis cambiaria cumple hoy cuatro meses. Desde aquel 25 de abril cuando estalló la tormenta financiera, anotando una caída de 16.125 millones de dólares de las reservas y del crédito otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al país.
Se trata de un monto de dinero equivalente a cinco presupuestos anuales para toda la universidad pública o a la cifra de ajuste fiscal que anotarán el Gobierno nacional, las provincias y los municipios durante 2018 y 2019.
Los dólares que se llevó la crisis cambiaria podrían superar en este año de sequía a toda la liquidación de divisas del complejo oleaginoso cerealero, que representa un tercio de las exportaciones de la Argentina.
La cifra se compone de los 13.125 millones de dólares vendidos por el Banco Central de sus reservas internacionales. Y de los 3.000 millones de dólares subastados por cuenta de Hacienda.
En el transcurso de los cuatro meses, las reservas pasaron de 60.795 millones de dólares el 25 de abril a 55.355 millones ayer. Claro que, en el medio, ingresaron 7.500 millones de dólares del FMI y 2.000 millones del Banco de Basilea.
Sigue la presión
Tras la enorme pérdida de dólares y a pesar de una batería de medidas oficiales (con la tasa de interés de referencia volando al 45 por ciento anual), el mercado cambiario sigue convulsionado y sin un horizonte claro de estabilidad: ayer el precio del billete verde volvió a subir a 31,49 pesos, un nuevo récord.
El 25 de abril, el precio del dólar era de 20,55 pesos. Desde entonces, acumuló un alza de 53 por ciento. Si se amplía el horizonte de análisis, subió 66,3 por ciento en lo que va del año, y 80,2 por ciento en los últimos 12 meses.
Desde abril pasó de todo: la suba de tasas de interés en los Estados Unidos; la guerra comercial entre Donald Trump y Xi Jinping; la crisis turca; y el debilitamiento del real brasileño.
Pero todo eso no hizo más que evidenciar la debilidad financiera de la Argentina, país con fuertes desequilibrios macroeconómicos para los que Mauricio Macri ha propuesto un plan económico que, al menos hasta ahora, no tuvo resultados positivos.
Gustavo Quintana, operador de PR Cambios, opinó que para la suba de ayer jugaron fuerte los factores locales, como la compra de dólares para cobertura ante una mayor devaluación.
Los números indican que esta vez no afectaron Brasil ni Turquía. En el primero, el real se apreció 0,15 por ciento frente al dólar estadounidense; y en el segundo, la lira turca ganó 1,5 por ciento. A su vez, el peso chileno subió 1,09 y el peso colombiano 1,07, por ciento.
Para el analista financiero Christian Buteler, el Gobierno sigue equivocando la estrategia. “Dejan volar el dólar con un mercado que opera un volumen bajo. Esto crea inestabilidad e incertidumbre. Luego salen a las corridas con 700 millones de dólares para que baje 0,30 pesos del 1,50 pesos que subió. ¿Cuál es el negocio?”, cuestionó.
“Efecto tango”
Otros brockers y operadores del mercado financiero consultados por este diario ya se animan a hablar del “efecto Tango”, por el malestar y la pérdida de confianza generalizada sobre cualquier activo argentino. Es que no sólo sube el dólar, sino que también se desploman la Bolsa porteña, que ayer bajó 5,11 por ciento, y los bonos de la deuda.
Las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street están viviendo una verdadera tragedia porque todos los inversores se desprenden de ellas: el Banco Francés pierde 62,3 por ciento en el año; el Macro 61,4 por ciento y Loma Negra, 64 por ciento.
Muy lejos ha quedado con estos resultados aquella “buena noticia” celebrada con euforia por el Gobierno nacional el 20 de junio, cuando el índice MSCI ascendió a la Argentina de mercado fronterizo a emergente. Todos esperaban un cambio de ánimo.
La crisis desde entonces no ha hecho más que agravarse. El riesgo país, que elabora JP Morgan, se clavó ayer en los 726 puntos, el doble que a principios de año.
En la semana que culminó y tras cuatro meses con varios paquetes de medidas, el Banco Central volvió a cambiar de estrategia para intentar recuperar el control.
Luis Caputo decidió no vender ni un billete verde más al contado y empezar a intervenir en el mercado de futuros para prefijar un precio hacia adelante. Nadie le creyó, el tipo de cambio saltó 3,5 por ciento y se fueron otros 1.000 millones de dólares.
Desconfianza en el peso: Alienta ahorro en dólares
El volumen total depositado alcanza U$S 32.091 millones.
1.600 millones de dólares subieron –en esa moneda– los depósitos en los bancos argentinos durante julio, según registros del Banco Central.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior