Bolsonaro y Haddad irán a balotaje en Brasil
El ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad disputarán la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil el 28 de octubre
Bolsonaro ganó la primera ronda con un 46,19 por ciento de los votos válidos, mientras que Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), alcanzó el 29,19 por ciento.
En las últimas horas había crecido la posibilidad de que Bolsonaro consiguiese un triunfo en primera vuelta, debido a su constante suba en los sondeos en la recta final de la campaña. Para evitar el balotaje, el candidato del PSL necesitaba el 50 por ciento más uno de los votos válidos.
“Juntos reconstruiremos el nuevo Brasil”, dijo Bolsonaro a través de una transmisión de Facebook Live, poco antes de que la autoridad electoral anunciara los resultados. Más de 300 mil personas observaban su mensaje en vivo.
“Vamos a sacar de encima el Estado para quien produce”, agregó. “Vamos a valorizar las fuerzas armadas, la Policía. Tenemos cómo cambiar el destino de Brasil”, señaló el candidato que no ofreció una conferencia de prensa, pues sus médicos le habrían recomendado no salir porque estuvo expuesto a roces en la mañana, cuando fue a votar.
Los resultados mostraron que Bolsonaro consiguió una enorme cantidad de votos en el sur del país, una región más rica, donde se ubican las metrópolis Río de Janeiro y de San Pablo, mientras que el PT se hacía más fuerte en las ciudades más pobres del norte, como Salvador de Bahía.
La votación se celebró en un clima de alta polarización entre la ultraderecha y la izquierda. Los sondeos previos a la primera vuelta daban una situación de empate técnico entre Bolsonaro y Haddad para la segunda ronda.
Frente a frente
Pese a que se presenta como un candidato “antisistema”, Bolsonaro es diputado desde 1991 y militó en nueve partidos con distinta orientación ideológica y sin gran peso político hasta ahora.
A las elecciones acudió con un programa ultraconservador en asuntos sociales y liberal en temas económicos. Una de sus principales propuestas es liberalizar la tenencia de armas para combatir el alto índice de criminalidad.
Haddad, de 55 años, fue alcalde de San Pablo y se presentó en esta elección como el heredero del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. El exmandatario sigue siendo el político más popular de Brasil pese a que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel por cargos de corrupción.
Haddad consiguió atraer a muchos votantes de Lula, pero su candidatura se vio frenada por el rechazo al PT, debido a sus múltiples casos de corrupción en los 13 años en los que estuvo en el poder (2003-2016).
“Me siento desafiado por los resultados, que son bastante expresivos, en el sentido de que nos hacen ver los riesgos que corre Brasil”, dijo Haddad después de que se confirmó que disputará la segunda ronda.
“Queremos unir a los demócratas de Brasil”, agregó en la sede de campaña de su Partido de los Trabajadores en San Pablo. “No portamos armas, vamos con la fuerza del argumento”, afirmó.
Como aspirantes a estar en segunda ronda, quedaron muy rezagados varios candidatos por la polarización entre los dos primeros.
El izquierdista Ciro Gomes obtuvo un 12,49 por ciento de los votos; el centroderechista Geraldo Alckmin, un 4,77 por ciento, y la ecologista Marina Silva se desplomó a un uno por ciento, después de haber sido la segunda en los sondeos durante semanas.
La campaña fue una de las más convulsas desde el final de la dictadura en 1985. Al arresto de Lula en abril se sumó un atentado con un cuchillo que sufrió Bolsonaro a comienzos de septiembre durante un acto proselitista.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior