COLON IRRITABLE: La relación entre intestino y cerebro
El intestino contiene una compleja red neuronal con una función muy similar a la del cerebro, por eso muchos profesionales de la salud se refieren a él como “el cerebro intestinal”. En relación a ésto, la Licenciada en nutrición Marina Melano, indicó que “frente a algún episodio de estrés y ansiedad, empiezan a producirse en el organismo diferentes sintomatologías, y una de las más frecuentes es el colon irritable, o síndrome del intestino irritable”.
Esta afección es un cuadro crónico y recidivante – es decir, que reincide en un paciente- caracterizado por la existencia de dolor abdominal, diarrea o estreñimiento “que puede acompañarse, o no, de una distensión abdominal sin que se demuestre una alteración en la morfología o en el metabolismo intestinal, ni causas infecciosas que lo justifiquen”, explicó la profesional.
Desde su experiencia en el consultorio, Melano aseguró que el síndrome de intestino irritable “es más prevalente en mujeres que en hombres en su mayoría menores de 35 años” y que aquellas que lo padecen “presentan más síntomas durante su periodo menstrual, lo que indica que las hormonas reproductivas agudizan la situación”.
En cuanto a las causas que lo originan, la licenciada explicó que “los métodos actuales no pueden determinar la presencia de una lesión estructural y orgánica que lo explique, por eso es un trastorno funcional”. No obstante, detalló que se trata de una enfermedad multifactorial “donde existe una mala comunicación entre el cerebro y el intestino” y que los síntomas se agudizan cuando las personas atraviesa períodos de estrés. “Se considera que la existencia de colon irritable es de origen nervioso”, puntualizó.
Según Melano, los pacientes llegan a su consultorio con un diagnóstico previo, para acompañar su tratamiento con una dieta adecuada. En otros casos, lo hacen buscando aliviar síntomas crónicos “como cambio de hábitos de defecación, diarrea, estreñimiento, necesidad urgente de defecar o náuseas, calambres o molestias abdominales, ansiedad, depresión, molestia, pérdida de apetito o síntomas aliviados al defecar”, sin saber que todas estas son señales de colon irritable.
¿Qué comer para aliviar los síntomas?
La nutricionista recomendó, en primer lugar, registrar a diario las comidas que se ingieren para identificar aquellos alimentos que generan más molestias para, de esa manera, eliminarlos de la dieta, y aclaró que éstos «pueden ser diferentes en cada paciente”.
Dijo que una de los que más causan intolerancia es la leche pero que “el yogurt es una buena opción porque contiene organismos que proveen lactasa, la enzima necesaria para digerir la lactosa, y se puede reemplazar también por leche deslactosada”
Además, sugirió consumir alimentos ricos en fibras como los cereales, las legumbres, frutas y verduras “porque ayudan a evitar los cólicos, espasmos intestinales y la constipación, pero si presenta diarrea lo ideal es eliminarlos”.
También indicó que es preferible evitar las bebidas con cafeína –como el té, el café y gaseosas con alto contenido de azúcar- y aconsejó consumir infusiones de hierbas aumentar la ingesta de agua “entre un litro y medio y dos litros diarios, sobre todo si predomina el estreñimiento”
Para aliviar los dolores abdominales recomendó utilizar un paño caliente sobre la zona afectada.
¿Cómo prevenirlo?
Melano advirtió que es fundamental aprender a comer despacio y masticar bien los alimentos, haciendo una dieta pobre en grasas y rica en proteínas. “Es preferible comer más frecuentemente, y de manera menos abundante”, explicó.
Además, indicó que es importante detectar los alimentos que desencadenan los episodios de dolor abdominal, y evitarlos. “Por lo general, los alimentos más perjudiciales con las especias, el alcohol, las sopas de sobre, los derivados de lácteos y las gaseosas”, detalló.
Sostuvo que, además de la importancia de mantener una dieta equilibrada que ayude a mitigar los dolores, o a evitar la aparición de disfunciones de este tipo, es esencial que la persona “evite en la medida de lo posible las situaciones que le produzcan nerviosismo y practique técnicas de relajación para combatir el estrés”, y agregó que para mitigar los embates del estrés es recomendable realizar “al menos 30 minutos diarios de ejercicio físico suave, como caminar, o nadar”.
Por Julieta Balari.-