Por la suba de los remedios, muchos pacientes cortan el tratamiento
El precio de los medicamentos continúa escalando su curva ascendente. Según un relevamiento propio, en lo que va del año, las principales drogas de mayor comercialización ya aumentaron un 65 por ciento promedio, por encima de la inflación.
Especialistas advirtieron sobre el impacto que genera en la salud de los más vulnerables y alertaron por el riesgo de complicaciones e internaciones en los enfermos crónicos que interrumpen sus tratamientos.
“El precio de los medicamentos es una preocupación que atraviesa a todos los sectores y subsistemas de salud”, indicó Germán Daniele, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba.
Un relevamiento realizado por La Voz detectó que, en lo que va del año, los remedios de mayor comercialización aumentaron un 65 por ciento, por encima de las demás subas de precios.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que, hasta fines de septiembre, la inflación fue del 37,7 por ciento.
Para el sondeo se tuvieron en cuenta las siete drogas o principios activos con los que se tratan las patologías más convencionales. El listado –que incluye los productos de mayor comercialización en el país– fue avalado por el Consejo de Médicos de la Provincia y el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba. Para cada droga se compararon precios de tres laboratorios seleccionados al azar.
El cálculo comparó precios de principios de año –a partir de una base de datos aportada por el Colegio de Farmacéuticos– con los valores actuales que aparecen en el principal vademécum on line.
¿Por qué aumentaron tanto? Para Iván Ase, médico magíster en Administración Pública, los principales insumos de los medicamentos están dolarizados. Pero cuando la divisa norteamericana se mantiene estable, los laboratorios trasladan a los precios otros costos en forma gradual.
“Hoy hay más personas con dificultades para acceder a la medicación y las obras sociales disminuyen cada vez más su cobertura”, agregó el especialista.
Principales impactos
La crisis económica, que pega más fuerte en los sectores más vulnerables, impide a muchos pacientes continuar con sus terapias.
Andrés de León, presidente del Consejo de Médicos de Córdoba, informó que el principal impacto se da en enfermos crónicos, como aquellos que padecen hipertensión o dislipemia, que es el aumento de ácidos grasos en sangre.
“No tenemos estadísticas, pero lo percibimos por los comentarios de los profesionales que se acercan a nuestra institución. El que no tiene dinero para pagar la medicación, suele cortar el tratamiento”, indicó el profesional.
De León advirtió que aquellos pacientes con altos valores de colesterol o hipertensión pueden sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular.
En la misma línea, Ignacio Gutiérrez Magaldi, presidente de la Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, comentó: “Si bien no tenemos datos estadísticos, sí sabemos que la gente hoy compra menos de la mitad de su medicación habitual. Esto repercute en un aumento de las complicaciones. Los pacientes que tienen escasa adherencia al tratamiento están más predispuestos a sufrir internaciones y secuelas por sus enfermedades de base”.
En este escenario de crisis, el hilo se corta por lo más delgado. Ase indicó que los niños sufren el mayor impacto, porque ese grupo etario padece los mayores índices de pobreza. “Hay muchos chicos que recurren a los hospitales, donde faltan recursos. Y ya no cuentan con el programa Remediar, que antes entregaba la medicación en forma gratuita”, agregó.
Los especialistas coinciden en que es necesaria una regulación de precios. Y que estos productos esenciales para la salud no pueden quedar librados a la oferta y a la demanda.
La suba de precios también perjudica a los adultos mayores, quienes llegan al mostrador con numerosas recetas. Aunque para los jubilados de Pami los aumentos de precios se rigen por la inflación, por un acuerdo del Gobierno nacional con los laboratorios, informó Daniele.
El presidente de la entidad recordó que, por ley, los médicos están obligados a prescribir medicamentos por su nombre genérico y no comercial. Y los farmacéuticos, a informar al paciente sobre la opción más efectiva y económica.
En lo que va del año, más que la inflación
Relevamiento de los medicamentos más usados.
Rosuvastatina. Se utiliza para bajar el colesterol. Según el relevamiento propio, el valor promedio de tres laboratorios aumentó un 56 por ciento. El Lipex de 10 miligramos y 28 comprimidos pasó de 645 a 1091 pesos. El Bilip de 30, de 492 a 728. Y el Reovex, de 579 a 878.
Ranitidina. Para la úlcera y gastritis, aumentó un 69 por ciento. El Taural de 150 miligramos por 30 comprimidos pasó de 232 a 383 pesos. La Ranitidina de Vent 3, de 275 a 489. El Gastrosedol, de 231 a 382.
Glucosamina. Para tratar el dolor y la artrosis. Aumentó un 95,57 por ciento. El Artrimax por 30 cápsulas pasó de 304 a 828 pesos. El Artrilase por 30 sobres, de 892 a 1.426. Y el Mecanyl 1500 por 30 sobres, de 803 a 1.243.
Omeprazol. El antiulceroso aumentó un 41 por ciento. El Timezol de 20 miligramos por 28 cápsulas pasó de 562 a 839 pesos. El Veroprazol de 14 cápsulas, de 72 a 120. Y el Esomeprazol, de 606 a 648 pesos.
Losartán. Para el tratamiento de la hipertensión, aumentó un 58 por ciento.
Otras subas. La levotiroxina, para el tratamiento de la tiroides, creció un 71 por ciento. Y la amoxicilina con ácido clavulánico, un 58 por ciento.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior