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Cómo se prepara la Provincia ante el complejo escenario de 2020

El Gobierno de la provincia de Córdoba proyecta un gasto total, incluyendo todas sus reparticiones, de 392.229 millones de pesos para 2020. El número, en sí mismo, es una muestra de la magnitud de la devaluación del peso en este último año, ya que la cifra resulta 120.813 millones de pesos más alta que en 2019. Es un incremento del 44,5 por ciento en el gasto.

Ese número encierra interrogantes que por estos días desvelan al gobernador Juan Schiaretti y a su equipo económico.

El primero es si ese salto de “sólo” el 44,5 por ciento es realista o no. Una inflación desbocada –incluso sin dramatismo, repitiendo el 52 por ciento que se proyecta para este año– deja esa previsión fuera de cuadro.

El segundo interrogante es si estarán los ingresos suficientes para hacer frente, al menos, al gasto presupuestado. La recaudación, propia y nacional, crece por debajo de la inflación hace más de un año y medio.

Y el tercer interrogante pasa por lo que sucederá con el acceso a los mercados y la urgencia de refinanciar los vencimientos de deuda, los de 2020 y, especialmente, los de 2021. La Provincia prevé tomar créditos por 69.985 millones de pesos en 2020 y es altamente probable que no los consiga; o bien lo que consiga será a un precio altísimo, lo que obligaría a revisar el modesto plan de obra pública para el año que viene y a plantear una estrategia distinta con los acreedores.

Todo este combo deriva en un déficit financiero consolidado de 32.245 millones de pesos para 2020, bajo el paraguas de un dólar a 67 pesos y una inflación del 34 por ciento. El rojo equivale al 8,2 por ciento del gasto total. Facilísimo de financiar en un país normal. Pero hace rato que no somos un país normal.

Las estrategias

Lo primero que intenta Schiaretti es que el futuro gobierno nacional contemple con realismo la situación de las provincias, y eso explica su asistencia el jueves a esa especie de sesión terapéutica en la que se convirtió el encuentro de 18 ministros de Finanzas en la Comisión Federal de Impuestos, donde se proclamó en voz alta que la situación fiscal y financiera de las provincias es compleja.

El primer paso será pedir la prórroga, otro año más, de los compromisos asumidos en el Consenso Fiscal firmado en 2017. Allí se fijó un cronograma de cinco años para eliminar el impuesto a los sellos y bajar todas las tasas de Ingresos Brutos. Este impuesto se bajó en 2017 y en 2018. Para Sellos, la rebaja empezaba este año, pero en la adenda al Consenso los gobernadores lograron que se suspendiera la baja este año.

Si el Consenso siguiera su marcha, Córdoba deberá resignar 4.200 millones de pesos en Ingresos Brutos. La industria, los bancos y el agro serían los más beneficiados por el alivio impositivo. Bajar Sellos, en tanto, tiene un costo fiscal de 3.440 millones: representa el 30 por ciento de lo que se recauda por ese tributo.

Si por el contrario, las provincias lograran que en 2020 no las obligaran a bajar impuestos, como prometieron hacer, Córdoba tendría 7.640 millones de pesos adicionales. Eso es apenas el 24 por ciento de la plata que le falta.

En el Panal han vuelto a estudiarse algunas de las medidas que Córdoba tomó cuando fue aislada económica y financieramente por el gobierno central, tales como la tasa vial y una alícuota adicional a la industria.

Aquel escenario, de altísimo enfrentamiento político, no se evalúa como probable para el mandato de Alberto Fernández. Todo dependerá, seguramente, de la postura que el neokirchnerismo adopte con el campo y con lo que es el talón de Aquiles de la Provincia: la Caja de Jubilaciones.

El sistema previsional cordobés tendrá en 2020 un déficit de 21 mil millones de pesos, de los cuales el 80 por ciento lo debería financiar la Nación, de acuerdo con todo lo firmado hasta ahora.

Nación puede desconocer lo firmado o querer firmar otra cosa, pero lo que es seguro es que no pagará todo, y que tampoco lo hará en tiempo y en forma.

La tercera estrategia tiene que ver con la deuda y con el programa de reestructuración que la Nación encare para sí misma. Según el presupuesto 2020, hay intereses por 13.326,2 millones de pesos por pagar, de los cuales el 89 por ciento están en dólares y se deben al BID y a bancos privados. Las amortizaciones de capital suman 11.997,3 millones de pesos y el 84 por ciento está en dólares. Los cálculos se hicieron a un tipo de cambio de 67,10 pesos: toda una incógnita.

El problema es 2021, cuando hay que pagar –a un tipo de cambio proyectado de 82,10 pesos– 12.589 millones de pesos en intereses y 74.590 millones de amortizaciones de capital.

La Provincia ya ensaya su discurso para cuando se entreviste con la misión del Banco Mundial, la que capitanea todas las discusiones: si Argentina no hubiese atravesado esta crisis, los acreedores iban a refinanciar sin peros todas las amortizaciones.

En el mundo, lo que importa es el flujo, es decir, el pago en tiempo y forma de los intereses. El capital, si el pagador es bueno, se vuelve a prestar. “¿Por qué no nos van a refinanciar si no defaulteamos en 2001, si pagamos todo en tiempo y forma, y si usamos los fondos que pedimos para infraestructura y no para financiar gasto corriente, como hizo la Nación?”, plantea uno de los miembros de ese equipo negociador.

El problema es a qué tasa se refinanciará la deuda. “Y bueno, será la que tenga que ser”, razonan.

Con este riesgo país, más las tasas pactadas, renovar amortizaciones supone un costo que está por encima del 30 por ciento.

Esto significa que aún en el supuesto de que no se tome deuda nueva, igual crecería el stock. Y si el dólar se escapa, ya los números se tornarían más complejos para la Provincia.

El financiamiento de nuevas obras, difícil

70 mil millones. La Provincia, través de la Acif, tiene previsto tomar deuda en 2020 por 69.985 millones de pesos, de los cuales unos 13 mil millones tendrán como destino la obra pública. El monto global en infraestructura es de 49.800 millones de pesos, lo que significa que, como mínimo, un tercio está supeditado a la obtención de financiamiento.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior