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En el país hay una jefa cada dos jefes, pese a que alcanzan un mayor nivel educativo

Las mujeres alcanzan un mayor nivel de formación académica que los varones. Sin embargo, no sólo participan menos del mercado laboral, sino que en los puestos jerárquicos la presencia masculina es de casi el doble: hay una jefa cada dos jefes.

Es una de las conclusiones del dosier estadístico que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer ayer y que fue preparado especialmente en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

En la Argentina, con mayores niveles educativos que los varones, las mujeres participan en menor medida en el mercado laboral y, cuando lo hacen, son más propensas a situaciones de subocupación horaria y desocupación, según el informe estadístico.

Esta menor participación se da en paralelo con una mayor presencia femenina en las actividades de cuidado de niños y niñas y en las tareas domésticas al interior del hogar.

Al mismo tiempo, la menor percepción de ingresos laborales restringe la autonomía económica de las mujeres, dice el documento.

Cifras

En la Argentina, al tercer trimestre del año pasado, sobre un total de 31 aglomerados urbanos medidos, el 31,1 por ciento de la población mayor de 25 años de edad alcanzó un nivel superior o universitario completo o incompleto. De ese segmento, las mujeres alcanzaron el máximo nivel educativo formal en un 35,2 por ciento, mientras que los varones, un 30,7 por ciento.

Pese a estas cifras, las mujeres participan menos en el mercado laboral que los varones.

La autonomía económica de las mujeres está determinada por su participación en el mercado laboral y las formas que esta asume. Más allá de los importantes avances (en octubre de 1996 la tasa de empleo de las mujeres era de 32,8 por ciento), al tercer trimestre del año pasado la tasa de empleo de las mujeres era del 43,9, veinte puntos porcentuales menos que la de los varones, 64 por ciento.

A su vez, la tasa de informalidad asalariada de la población de 14 años y más es del 35 por ciento, siendo del 36 por ciento en el caso de las mujeres y del 34,2 por ciento en el de los varones.

Es decir que las mujeres sufren más que los varones el empleo en negro.

Además, las mujeres, de acuerdo con el documento estadístico oficial, son más propensas a atravesar situaciones de desocupación y subocupación.

Cargos jerárquicos

En relación con los puestos de conducción y mando en distintas organizaciones, el informe destaca que solamente el 4,7 por ciento de las mujeres que trabajan ocupan cargos de dirección o jefatura, mientras que entre los varones el porcentaje es casi el doble, del 8,5 por ciento.

El estudio resalta que hace 15 años la brecha en la Argentina era la misma, de manera tal que desde 2005 hasta la actualidad en las empresas del país sigue habiendo una jefa cada dos jefes.

A su vez, el informe destaca que, entre la población ocupada, por cada 100 pesos que gana en promedio un varón, una mujer gana 75.

Hace 15 años, una mujer ganaba, en promedio, 68 pesos por cada 100 de un varón. Es decir que en esta brecha de género por ingresos se produjo una mejora de siete puntos porcentuales en los últimos tres lustros.

¿Y por casa?

El estudio también señala la desigualdad que hay en el hogar: casi ocho de cada 10 mujeres realizan tareas domésticas en el hogar, el doble que en el caso de los varones.

El 77,6 por ciento de las mujeres se dedican a tareas del hogar contra un 22,4 por ciento que no las realiza. Entre los varones, en cambio, la proporción es 43,3 por ciento contra 56,7 por ciento.

Es decir que menos de la mitad de los varones realiza tareas domésticas en hogares que comparten con sus parejas mujeres.

“Dada la desigual distribución de responsabilidades en el trabajo doméstico y de cuidados, lo que sucede en los hogares condiciona la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo”, dice el informe estadístico.

Por otra parte, señala que de cada 100 mujeres que trabajan, 24 lo hacen en los sectores de salud y educación, y 17 son trabajadoras de casas particulares. Además, resalta que las mujeres en hogares de mayores ingresos tienen tasas de participación laboral más altas.

Fecundidad y esperanza de vida

En la Argentina, la esperanza de vida al nacer de los hombres es de 72 años y la de las mujeres, de casi 79. En 1990 vivían 68 y 76. Un siglo antes, en 1880, casi igual: 32,60 y 33,32. El dosier especial del Indec también señala que las mujeres en la Argentina tienen cada vez menos hijos. En 1869 tenían en promedio 6,8 hijos; en 1960, 3,1 hijos; en 1991, 2,9, y en 2010, 2,4.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior