Covid-19: los hospitales del interior se preparan para la contingencia
Recientemente, el ministro de Salud, Diego Cardozo, dio a conocer el nuevo esquema de reorganización de la red hospitalaria pública, que cuenta con centros asistenciales en capital e interior específicos para tratar los casos de COVID-19.
A los hospitales de Capital destinados a abordar casos de coronavirus -San Roque, Rawson, de Niños, y Florencio Díaz-, se suman los seis nodos principales para abordar estos casos en el interior provincial: los hospitales San Antonio de Padua de Río Cuarto; Regional Domingo Funes; Vicente Agüero de Jesús María; Bernardo Iturraspe de San Francisco; Luis Pasteur de Villa María y Luis F. María Bellodi de Mina Clavero.
“Todos los hospitales del interior tienen consultorios para síndrome febril, áreas de circulación restringida, e incluso han preparado salas de aislamiento”, explica Carlos Negro, director general de Hospitales de Interior. Sin embargo -sostiene- los hospitales que van abordar coronavirus están siendo preparados para aumentar camas críticas y salas de aislamiento específicas.
“La estrategia es que el resto de los hospitales sigan funcionando con sus prácticas quirúrgicas y atención habituales -lo que incluye otro tipo de urgencias-. Por eso, siguen funcionando como siempre los nodos de derivación, y cada hospital seguirá derivando de acuerdo a la zona”, explica Negro.
Es oportuno mencionar que la estrategia irá evaluándose de manera permanente de acuerdo a la dinámica de la contingencia, por lo que, si la situación sanitaria lo requiere, todos los hospitales podrán abocarse a la atención de COVID-19.
Cómo funcionará la Red en el interior
Los nodos que conforman la red son hospitales que cuentan con una estructura con entradas y salas de espera independientes, consultorios de febriles, y camas críticas. Además, están ubicados estratégicamente en distintos departamentos. El nuevo esquema permitirá a los hospitales de zonas aledañas seguir funcionando y cubrir la demanda habitual.
En el Hospital Pasteur de Villa María, se sumarán a las existentes 13 camas críticas de terapia intensiva. Además cuenta con 26 salas de aislamiento con la posibilidad de convertirse en críticas, en caso de ser necesario.
Por su parte, el Hospital de San Antonio de Padua de Río Cuarto abrirá 7 unidades más de terapia intensiva, con la posibilidad convertir 32 camas de aislamiento en camas críticas.
Asimismo, el Hospital Iturraspe de San Francisco dispone de 10 camas de terapia intensiva y adaptará 18 camas de aislamiento a camas críticas.
El Hospital Vicente Agüero de Jesús María contendrá toda la zona del corredor norte de la provincia. Para esto, ampliará y contará con 10 camas de terapia intensiva y 16 camas en salas de aislamiento adaptadas para camas críticas.
Además, Hospital Domingo Funes recibirá la demanda de todo el corredor de Punilla. Para esto, cuenta con 11 camas de terapia intensiva y 24 camas en salas de aislamiento con posibilidad de adaptar a camas críticas en caso de requerirse.
Finalmente, el Hospital de Luis M. Bellodi de Mina Clavero, estratégicamente ubicado en Valle Traslasierras, dispone de 5 camas camas críticas y 21 camas en salas de aislamiento.
En el caso de los centros de Rio Cuarto, San Francisco y Villa María, se trata de los tres hospitales con mayor capacidad de camas en el interior de la provincia, polivalentes y que cuentan con UTI para adultos, pediátricos y neonatales.