Deuda: el Gobierno moderó la oferta de canje en busca de un acuerdo rápido
El Gobierno reveló ayer que ofrecerá en el canje de deuda pública a los acreedores externos diez bonos distintos en dólares y euros con plazos de vencimiento que van de 2030 a 2047, cupones de interés escalonados que arrancan en 0,5% y llegan al 4,75% anual, y un plazo de gracia de tres años.
Al contemplar la quita que sufrirá la deuda vieja por canjear (emitida entre 2005 y 2016), los plazos, los cupones de la nueva obligación y la tasa de descuento (exit yield), operadores financieros consultados por La Voz creen que los bonos a emitir valdrán entre 35 y 40 dólares, un valor que está por encima de, por ejemplo, el Bonar 2020 que vale 28,85 dólares o el Bonar 2024, de 25,70 dólares.
Es un precio al que se llega considerando todas las variables mencionadas, que terminan arrojando una quita real de en torno al 45% promedio (teniendo en cuenta capital e intereses), un nivel que estaba dentro de las previsiones “menos malas” del mercado.
Así, la oferta del Gobierno es más interesante de lo que operadores financieros y fondos de inversión imaginaban. Es que el propio Alberto Fernández venía dando a entender que la iniciativa iba a ser agresiva, enmascarando aquello con el principio de sostenibilidad.
Ayer, incluso antes de que se conocieran los detalles, el mercado financiero y bursátil dio una recepción positiva a la oferta de canje que había revelado escuetamente Guzmán el día anterior.
Los bonos anotaron subas promedio del 9%, como nunca desde el cimbronazo de agosto pasado tras las elecciones primarias. Y el riesgo país cayó 12,8%, hasta los 3.475 puntos básicos. El indicador sigue alto, pero su reacción es una señal: JP Morgan no regala nada.
Qué se ofrece
A los tenedores de los 21 papeles por canjear se les ofrecerán cinco nuevos bonos en dólares y cinco en euros con vencimientos en 2030, 2036, 2039, 2043, 2047, todo con un esquema diferente de intereses ascendentes.
En cuanto a los pagos, la propuesta confirmó algo que no se sabía. Al menos hasta 2025, Argentina sólo pagará amortizaciones de intereses por unos 2.100 millones de dólares, cuando con la deuda actual esas exigencias ascendían a 22 mil millones.
Entre las sorpresas, se destaca también que no todos los papeles comenzarán a pagar 0,5% como había afirmado el ministro de Economía, Martín Guzmán. Los que vencen en 2039 y 2043 pagarán 0,6% desde el arranque.
Con estos “gestos”, la gestión Fernández parece decidida a no dejar escapar la posibilidad de un acuerdo. En el Gobierno afirmaron ayer ante la consulta de este diario que al construir la oferta se pensó en el proceso de inversión extranjera directa que necesitará la Argentina para despegar. Y con un default, tal cosa se complica sobremanera.
La oferta tiene distintos “anzuelos”. Por ejemplo, en todos los bonos la tasa máxima se alcanza en 2027, es decir, en un plazo relativamente corto. Así, quien opte por un papel que vence en 2047 se asegurará cobrar 4,75% en dólares durante dos décadas, una tasa que no paga ningún país del mundo relativamente estable.
Los acreedores que tomen bonos en moneda estadounidense que vencen en 2030 se asegurarán una tasa máxima del 1,75% anual; los que vencen en 2036 pagarán 3,875%; y los de 2039, 4,5%.
Las comparaciones son odiosas, pero para entender mejor de que se habla, aquí un ejemplo: Perú salió al mercado voluntario el jueves y emitió deuda por 3.000 millones de dólares a cinco y diez años por la que pagará tasas que van del 2,392% y 2,783%. Y con esos rendimiento recibió ofertas por 25.000 millones de dólares.
Cuestión de tironeos
Ese primer cálculo, realizado “en caliente” sobre el detalle de la oferta que se conoció anoche, indica entonces que los nuevos papeles tendrán un valor real de entre 35 y 40 dólares. En torno a este parámetro estará la negociación más dura con los bonistas. Y eso puede destrabar o bloquear un acuerdo.
Al margen de esa discusión que se dará en los próximos 20 días, Guzmán parece haber estructurado la oferta de tal manera de no generar discusiones satelitales que terminen empantanando la negociación.
Así, se ve que los tenedores de los 21 bonos que se van a canjear tendrán cierto orden para suscribir. La propuesta busca respetar la curva de vencimientos de los papeles actuales, por lo que aquellos que tengan bonos de corto plazo tendrán prioridad para ir a los nuevos bonos con vencimientos más cercanos.
Fuentes oficiales aclararon que pese a que, en algunos casos, la propuesta muestra un período de devengamiento de interés en 2022, el primer pago que hará la Argentina si efectivamente los acreedores aceptan el canje, se cobrará en 2023. Es decir, será el propio Fernández quien comenzará a pagar los nuevos papeles.
Alberto Fernández: Queremos cumplir y seguir en el mundo
El día después de la presentación de la propuesta a los tenedores de bonos internacionales, el presidente Alberto Fernández hizo ayer una contundente defensa de la oferta que diseñó el ministro de Economía Martín Guzmán.
En una entrevista exclusiva con La Voz, el jefe del Estado habló de la negociación con los acreedores externos.
“Por el efecto de la pandemia, tenemos a un mundo conmocionado. La economía también está absolutamente conmocionada. En este contexto, me parece que el mundo ve como un gesto de seriedad que lo que presentamos es lo que veníamos hablando, incluso con los organismo multilaterales de créditos y también con los acreedores”, afirmó Alberto Fernández, sin ocultar cierto optimismo por la reacción de los mercados internacionales al conocer la propuesta argentina.
El jefe del Estado insistió con asegurar que la oferta es “sostenible en el tiempo”.
“En un momento de crisis inédita y que afecta a todo el mundo, algunos pudieron llegar a pensar que cada uno puede hacer lo que quiere. Sin embargo, presentamos una oferta sostenible”, enfatizó el Presidente.
En otro tramo de sus declaraciones por videoconferencia desde la quinta presidencial de Olivos, Fernández insistió en remarcar que el pago a los acreedores no se hará “a costa de los argentinos”.
“Siempre lo dijimos y es lo que está reflejado en la propuesta. No vamos a pagar esta deuda a costa de todos los argentinos. Tampoco vamos a permitir que esos recursos sean para detener el desarrollo del país. Queremos crecer y desarrollar al país. A partir de ahí vamos a cumplir, porque nosotros queremos seguir siendo parte del mundo. Propusimos lo que podemos cumplir”, argumentó el Presidente de la Nación, con su ministro de Economía sentado a su izquierda.
Por último Alberto Fernández repitió algo que manifestó el jueves pasado, cuando rodeado por gobernadores y la vicepresidenta Cristina Fernández, presentó la propuesta, de la que ayer el ministro Guzmán brindó más detalles.
“Para mí el compromiso de la palabra es muy importante. Por eso más allá de que seguramente será una negociación dura, que atravesará distintas instancias, queremos cumplir nuestros compromisos. No es verdad lo que algunos dicen de que buscamos caer en cesación de pagos. Como dije antes, el país va a seguir siendo parte del mundo, cumpliendo sus compromisos”, concluyó el Presidente.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior