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Covid-19: ya testean a profesionales de la salud sin síntomas

En cuatro meses, el Covid-19 se expandió en el mundo a una velocidad mayor a la proyectada inicialmente. Los métodos de diagnóstico cobraron especial relevancia, no sólo para calcular casos, sino también para diagnosticar y ajustar tratamientos en los pacientes.

La Provincia ya comenzó a testear al personal de salud que no presente síntomas. Esto es, por fuera de la definición de caso sospechoso. Aunque reconoce que los insumos que hoy se usan para diagnosticar son escasos, la estrategia busca evitar que esos agentes transmitan el virus sin saberlo, así como resguardar un recurso humano crítico.

Gabriela Barbás, secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, explicó que la metodología responde a un criterio epidemiológico. “En la medida en que dispongamos de los recursos, están programados testeos a todo el personal crítico. Entre ellos, profesionales de la salud. Comenzamos por los agentes que tuvieron contacto estrecho con casos confirmados. Y hay una programación, en forma paulatina y escalonada, para sumar a todo el equipo de cárceles y de geriátricos”.

Por el momento, la única técnica autorizada en Argentina es la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por su sigla en inglés): un análisis molecular que detecta el virus en la persona, mediante muestras de hisopados nasofaríngeos.

Al principio, todas las muestras eran analizadas por el Instituto Malbrán, en Buenos Aires. Cuando el Ministerio de Salud de la Nación decidió descentralizar los diagnósticos, comenzó a entregar los reactivos para que las provincias puedan detectar casos de Covid-19.

Nación utiliza dos criterios para entregar esos reactivos: la cantidad de población y el total de casos confirmados. Con esos insumos, una red de más de 100 laboratorios públicos y privados de todo el país analiza muestras.

Fuentes de la cartera sanitaria nacional reconocieron a La Voz que esos reactivos son escasos –el planeta los demanda en simultáneo– y pidieron un uso racional. Informaron, además, que cada provincia puede comprarlos por su cuenta y fijar sus propios criterios de diagnóstico.

“Junto con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba decidió adquirir más insumos por sus propios medios. Compramos directamente con el proveedor, que nos entrega de a poco, porque siempre escasea”, indicó Barbás.

La estrategia de testeo para el personal de salud incluirá un circuito programado, que se repetirá en un plazo establecido, dependiendo de la disponibilidad de los insumos. “Si hacemos PCR hoy a un trabajador de la salud y le da negativo, no quiere decir que en un futuro no se vaya a infectar. Hay países que implementan testeos escalonados y los repiten cada 15, 20 o 30 días”.

Barbás indicó que la estrategia de diagnóstico a través de pruebas PCR se combinarán con los testeos serológicos, más conocidos como “test rápidos”, que ya comenzaron a implementarse en la ciudad de Buenos Aires.

Ambas técnicas (PCR y serológicas) son complementarias, pero no intercambiables. Las primeras, si dan positivo, detectan que una persona está infectada. En cambio, las serológicas miden los anticuerpos que el organismo generó para defenderse del virus, en muestras de sangre.

“Todo depende del insumo que tengamos disponible, pero si podemos sumar otras estrategias y plataformas, se amplía la capacidad de diagnóstico. Esto es día a día, va a ser dinámico. La idea es establecer un algoritmo con metodologías combinadas”, informó Barbás.

Geriátricos y cárceles

Respecto de la estrategia en geriátricos y cárceles, la funcionaria informó que se harán hisopados a los trabajadores. “Los geriátricos no tienen más visitas, porque fueron canceladas. Las personas que ingresan desde afuera son los que asisten. Si vos mantenés a esas personas libres de infección, los geriátricos seguramente también estarán libres del virus”, sostuvo.

En los brotes de Saldán y Villa Allende se pusieron en marcha testeos al personal de salud asintomático, es decir, por fuera de la definición de caso sospechoso.

En Sierras Chicas, el ministro de Salud provincial, Diego Cardozo, informó que se analizaron a los profesionales, “desde La Calera hasta Unquillo”, así como a contactos asintomáticos de los casos confirmados en el geriátrico Santa Lucía. Más de mil testeos sumaron en esa área.

Para el departamento Santa María, el ministro informó que se hicieron hisopados en el 98 por ciento del personal de salud del hospital de Alta Gracia, donde fue atendido un paciente que falleció de Covid-19 y no pudo establecerse su nexo epidemiológico.

En tanto, en barrio Nuestro Hogar 3, de la ciudad de Córdoba, donde se detectó un caso positivo sin nexo epidemiológico, se realizaron en los primeros días 86 pruebas (69 al entorno familiar y del barrio, y 17 a trabajadores y residentes del Polo Integral de la Mujer). Todas dieron negativo. Ayer se hicieron 300 más.

Más expuestos

Miguel Díaz, director del hospital Rawson, apuntó que los médicos que atienden patologías respiratorias a domicilio, así como los enfermeros en general, están más expuestos a contraer la infección. “Por distintas situaciones, los médicos estamos acostumbrados a trabajar en diversos lugares. Cuanto más jóvenes, más posibilidades de tener más de un empleo. Sobre todo en guardias y servicios de emergencias. Muchas veces, se relajan las normas de bioseguridad, sobre todo en atención de urgencias o pacientes en sus domicilios”.

El infectólogo, que además integra la mesa de asesores del Ministerio de Salud, agregó: “Las normas de bioseguridad son muy claras. Pero hay que tener en cuenta que a pesar de que se empleen, la exposición existe. El equipo de salud es uno de los más expuestos y el que más puede transmitir el virus”, informó.

Al menos siete casos positivos de Covid-19 se registraron en la provincia entre profesionales de la salud.

Cardozo informó que se sigue testeando a todas las personas que ingresan del exterior, tengan o no síntomas. El funcionario informó que la medida busca detectar pacientes asintomáticos que puedan transmitir el virus sin saberlo.

Barbás aclaró que los testeos son sólo una estrategia más que se complementa con otras acciones, como el distanciamiento social y la higiene de manos. Y que sirven, entre otras cosas, para establecer un termómetro de lo que pasa, pero que no reemplazan las otras acciones preventivas.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior