El Ni Una Menos volvió a las calles de un modo distinto
La foto de “Maru” Acosta junto a su sobrina, Martina, y su mamá, Norma Gómez, sosteniendo el cartel de “Ni Una Menos” fue el símbolo de un reclamo distinto al que se realiza todos los 3 de junio desde aquel día de 2015 en el que se realizó una masiva y multitudinaria marcha en Córdoba donde asistieron 50 mil personas.
Paola Acosta, hermana de “Maru”, fue asesinada por Gonzalo Lizarralde en septiembre de 2014. La pequeña Martina, hija de ambos, fue arrojada a la alcantarilla junto al cuerpo de su madre. Con un año y nueve meses, estuvo 80 horas allí hasta que fue rescatada y sobrevivió. La historia conmocionó al país. Desde entonces, las tres asisten a los encuentros de cada 3 de junio con el cartel en alto. Ayer no marcharon para resguardar su salud –en su casa convive con su mamá y su abuela, que constituyen el grupo de riesgo– pero se fotografiaron con la tradicional consigna.
“Martina cantaba ‘Ni una menos, vivas nos queremos’ por toda la casa”, contó “Maru”.
El grito “Ni Una Menos”de 2015 marcó el hartazgo social frente a los femicidios, el último eslabón –y más cruel– de la violencia de género que tiene como consecuencia una mujer muerta cada 30 horas.
En lo que va de 2020, se cuentan 124 víctimas en el país, de las cuales cinco ocurrieron en la provincia de Córdoba.
Para mantener el reclamo y recordar estos cinco años, el colectivo Ni Una Menos de Córdoba junto a otras 40 organizaciones sociales acordaron realizar una actividad diferente, dado el contexto de aislamiento social decretado por la pandemia del coronavirus.
Repartieron volantes por distintos barrios de la ciudad de Córdoba desde las 11 de la mañana y hasta entrada la noche.
“Fue una acción muy gratificante. La gente recibía nuestros volantes, nos tocaban bocina o salían de sus casas con carteles. Algunos se acercaron a contarnos historias de mujeres de sus familias que sufrían violencia”, dijo Mariana Palmero, integrante de Ni Una Menos. “Alerta Ni Una Menos: a las violencias machistas, redes feministas”, fue el mensaje central. Los mensajes de los volantes tenían información sobre los lugares a los que se puede pedir ayuda como la línea telefónica del Polo de la Mujer, 0800-888-9898.
“La repercusión en las redes sociales también fue muy importante. Muchísima gente se sacó fotos en sus casas con el cartel y las subió a sus cuentas”, agregó Palmero.
Marcha
En forma paralela, la Asamblea Ni Una Menos, donde confluyen organizaciones políticas, feministas y sociales, decidió hacer la tradicional marcha, pero con los recaudos necesarios para respetar las medidas de bioseguridad.
Con una distancia de separación de dos metros, un grupo de personas –la mayoría, militantes de partidos de izquierda– cubrió unas dos cuadras en Colón y General Paz cerca de las 14 y se movilizó hasta el Patio Olmos. “La deuda es con nosotras” fue la consigna clave de la marcha.
“Hoy (ver página 10), el oficialismo vota la ley para seguir endeudando a la Provincia, destinando millones a los organismos y entidades financieras internacionales, mientras a nosotras nos asignan una partida miserable, que no llega a los $ 40 por mujer al mes, dijo Luciana Echevarría, legisladora por el MST en el FIT .
“Salimos a la calle para seguir exigiendo basta de femicidios y que se destine presupuesto efectivo para combatir la violencia de género. No hay que pagar la deuda al FMI y a los bonistas”, remarcó Julia Di Santi, de la agrupación política Nuevo Más y la organización feminista Las Rojas.
“Que no haya más Paolas”
Cada 3 de junio, “Maru” recuerda lo fuerte que fue aquella movilización de 2015. “Pedíamos justicia por Paola. Aún no había comenzado el juicio. Ojalá podamos construir una sociedad en la que no se naturalice la violencia de género, en la que no haya más Paolas”, dijo “Maru”, su hermana y también dirigente del MST Córdoba.
“Es necesario que estos reclamos sigan estando para que se materialicen en políticas públicas y no queden en promesas”, agregó “Maru”, que desde el año pasado tiene –junto a su madre– la tutela legal de Martina.
“Siempre le hablamos de Paola, para que tenga el recuerdo de su mamá, pero nada va a reemplazarla”, concluyó.
Una acción que se corrió del centro
El colectivo Ni Una Menos de Córdoba se propuso generar una acción diferente y creativa, dado el contexto de aislamiento, para seguir llevando su reclamo a las calles.
Fue así que plantearon la posibilidad de salir a los barrios con altoparlantes y repartir volantes y afiches con información acerca de la violencia de género y con las consignas: “Alerta Ni Una Menos: a la violencia machista, redes feministas” y “En las calles y en las casas ¡vivxs y libres nos queremos!”.
Repartieron 50 mil volantes que imprimieron con los aportes de las organizaciones y partidos políticos y llegaron así a barrios del sur, norte, este y oeste de la ciudad.
“Es la primera acción que realizamos para un 3 de junio que no es en el centro de la ciudad. Hubo buena repercusión y ya se está planteando la posibilidad de repetir la acción para otras oportunidades”, indicó Mariana Palmero, de Ni Una Menos.
En el afiche recordaron reclamos como el de la declaración de la emergencia en violencia de género, uno de los primeros pedidos de 2015, para contar con más recursos del Estado, con el fin de prevenir y erradicar este delito.
“Los derechos sexuales no están en cuarentena”, rezaba otra de las consignas del afiche, ya que desde las organizaciones detectaron problemas en algunos barrios periféricos de la ciudad en el acceso a anticonceptivos y misoprostol para los casos de interrupciones legales del embarazo.
Otro de los mensajes remarcaba la necesidad de fortalecer la educación sexual integral en las escuelas, consignas con el reconocimiento a las tareas de cuidado y de higiene en la pandemia.
“La idea era hacer llegar el mensaje de ‘No estás sola’ a aquellas personas que padecen violencia de género, y más en un contexto donde muchas están con su agresor por el aislamiento social obligatorio”, agregó Palmero.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior