La OMS recomienda más indicadores que el R0
El R0, o número reproductivo básico, que hace referencia al ritmo de propagación del coronavirus, guía muchos argumentos y decisiones oficiales relacionados con el abordaje de la pandemia.
Sin embargo, se trata de sólo uno de los indicadores que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mirar para disponer la flexibilización o endurecimiento del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (Aspo).
Por otra parte, la forma en que se calcula el R0 está sujeta a algunos supuestos que describen la realidad sanitaria de una región, que a veces es difícil de precisar.
Además, es muy dependiente de un dato que en los últimos días no ha sido muy cuantioso en Córdoba: la cantidad de casos diarios.
Pilar Díaz, investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (Conicet y Universidad Nacional de Córdoba), es la encargada de medir el R0 de Córdoba. Defiende su medición y asegura que es confiable.
El R0 mide la velocidad con la que se propaga la pandemia. Indica el promedio de personas que puede contagiar un paciente infectado en un momento y lugar determinados.
La medición en Córdoba se hace cada dos o tres días, a partir de un modelo desarrollado para Italia pero adaptado a Argentina. “Son investigadores que estuvieron en nuestro país y conocen nuestra realidad. Por ejemplo, se contempló que hay diferentes niveles de hacinamiento, entonces, el modelo se reformula”, detalla.
La información básica que necesita son la población susceptible a infectarse, los infectados, recuperados (y muertos) y la población expuesta. Para ninguno de esos datos hay mediciones del todo precisas.
Por ejemplo, no hay forma de saber cuál es la población que se contagió y cursó el cuadro de manera asintomática por lo que no fue detectada por los testeos. Al no ser detectada, tampoco figurará como recuperada.
Díaz explica que el modelo trabaja bajo el supuesto de que toda la población es susceptible a contagiarse. “La población está bajo control por la cuarentena flexibilizada, entonces es poco probable que la tasa de contagio se modifique por casos asintomáticos. Incluso si hubiera muchos asintomáticos, el R0 lo detectaría rápidamente”, detalla.
Los modelos son más confiables mientras más datos reales hay disponibles. Córdoba ha tenido pocos casos positivos en los últimos días. Es una buena noticia, pero puede ser negativa para calcular el R0.
“El modelo es confiable en la medida que tenga información a lo largo del tiempo, longitudinalmente. Calcular el R0 el 6 de marzo cuando empezó la pandemia no hubiese sido confiable”, asegura Díaz.
La especialista asegura que una de las ventajas de monitorear el R0 en el tiempo es que sirve para detectar un brote porque acusa rápidamente el impacto cuando algo se dispara.
Otros indicadores
Un documento elaborado por este organismo y el Imperial College de Londres sobre cómo flexibilizar la cuarentena, recomienda otros indicadores para monitorear el estado de la pandemia.
Tasa de incidencia. Es el número de casos nuevos dentro de un período de tiempo, como una proporción del número de personas en riesgo. Durante mayo esta tasa, medida como el total de nuevos casos semanales cada 100 mil habitantes, tuvo altibajos en Córdoba. Del 4 al 10 de mayo fue de 0,81; en la siguiente semana (del 11 al 17) fue de 1,82; 1,63 del 18 al 24 y 0,17 del 25 al 31 de mayo.
“Una tasa de incidencia decreciente es evidencia de que la transmisión del virus se ha ralentizado, es decir, la curva de infección se está aplanando y el número básico de reproducción (R0) está por debajo de uno”, dice la OMS.
Tasa de duplicación de casos. Medida como la cantidad de días necesarios para duplicar la cantidad de casos acumulados. Es el indicador que utilizó el Gobierno nacional para evaluar el cambio de fase en el Aspo.
“Una tasa de duplicación de entre dos semanas a un mes o más podría facilitar la flexibilización”, dice la OMS. El 1º de abril esta cifra era de siete días para Córdoba. El 27 de abril fue de 24 días; 36 días para el 18 de mayo; 40, el 25 de mayo. Y 49 días, el jueves pasado.
Tasa de positividad. Es el porcentaje de casos positivos del total de testeos. El documento de la OMS recomienda que no debería superar el cinco por ciento.
El 1º de abril, el porcentaje de positividad fue de 14,2 por ciento para Córdoba. Aunque con algunas subidas, la cifra fue bajando desde entonces. El 23 de abril se ubicó debajo del cinco por ciento. El jueves pasado fue de 3,14 por ciento.
Estas variables sirvan para conocer el estado de infección de un lugar, pero no son los únicos criterios a tener en cuenta para flexibilizar la cuarentena que recomienda la OMS.
Otros factores a tener en cuenta son: ampliar la capacidad del sistema de salud, compromiso alto de la sociedad a respetar la medidas de protección (lavado de manos, distanciamiento físico, etc.), extremar los controles en las instituciones de salud y las instituciones y zonas con más riesgo que generen brotes como geriátricos, prisiones y barrio con altos niveles de hacinamiento.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior