Un lobo con piel de cordero
¿Por qué quiere alguien ser presidente? El otro día, con respecto a la polémica por el salario de Alberto Fernández, alguien decía en Twitter: «Yo, por 286 lucas, ni loco me hago cargo de este desastre».
Es una obviedad decir que los atractivos del poder van mucho más allá del salario, o incluso del dinero. Por eso, los hombres de negocios que se lanzan a la política (los Trump, los Berlusconi, los Macri) están lejos de ser una rareza.
Si algo tienen en común el poder y el dinero es que nunca son suficientes. El concejal quiere ser intendente, el intendente quiere ser gobernador, el gobernador quiere ser presidente, y el presidente quiere ser emperador.
Los empresarios, de la misma manera, siempre quieren más, y a veces, también, los tienta el poder político, que tampoco suele ser suficiente. Moverse de un mundo al otro no es fácil. Macri fue el ejemplo del empresario – político en Argentina, y el único que (por ahora) llegó a la presidencia; el problema fue que nunca supo bien qué hacer con ese puesto.
Pero Macri no fue el primer aventurero ni el último. Recordemos que, hace poco más de diez años, una de las estrellas más brillantes en el firmamento político era el hoy olvidado políticamente (aunque siempre está detrás de alguien, dicen) Francisco de Narváez. Hoy vive en California y se dedica a sus empresas Rapsodia y Casa Tía, El Cronista Comercial, revistas Apertura e Infotechnology, Caro Cuore, etc.
De Narváez forjó un acuerdo con Macri y con Felipe Solá para competir en las elecciones legislativas de 2009, y fue durante un tiempo la figura dominante en esa alianza. El momento de triunfo le llegó cuando venció a Néstor Kirchner por 34,5 puntos porcentuales contra 32,3. Un golpe psicológico para el kirchnerismo (la única vez que Néstor fue derrotado en las urnas), que para muchos auguraba un gran futuro para De Narváez.
Su equipo de campaña empezó a averiguar qué vuelta darle a la Constitución para que el empresario (nacido en Bogotá, Colombia) pudiera ser presidente. Pero el momento nunca llegó. La buena suerte en política es algo frágil, y la de De Narváez empezó a arruinarse a raíz de distintas acusaciones: lavado de dinero, aumento de patrimonio, evasión de impuestos e incluso presuntas vinculaciones con el narcotráfico.
La estrella de De Narváez se convirtió en meteorito. Hoy por hoy, otro hombre que quiere ser presidente se tambalea entre el modelo de Macri y el ejemplo de De Narváez. Marcelo Tinelli es el ejemplo del personaje oportunista.
Fue socio de Radio 10 y, cuando recibió críticas, vendió; fue dueño de Radio del Plata con el apoyo de Néstor Kirchner, luego se la vendió a Electroingeniería. Se asocia con Cristobal López, luego se va con juicio millonario, se mete en San Lorenzo, cuando se complica la gestión pide licencia, y vuelve casi cuando es campeón.
Fue sciolista hasta que se complicó la gestión y empezó a reunirse con Mauricio, su viejo amigo. Dijo en la legislatura, en el 2004: «Gracias Macri porque más allá de ser el jefe de Gobierno es un amigo de muchos momentos compartidos. Gracias por tus consejos. La vida nos fue llevando por distintos o mismos caminos y podemos compartir el fútbol, la política y la familia».
Mientras que el FpV de la Ciudad se mostró en contra de este reconocimiento al conductor de un programa que «cosifica a la mujer» y que demuestra una «bajeza de la Legislatura». Siempre quiso tener más. No le bastó el éxito; tuvo que ser siempre y a cualquier precio el primero en rating.
No le bastó el dinero, porque también quiso conquistar el mundo del fútbol. A principios de los 2000, compró una parte del Badajoz, un club del ascenso español, que hoy lo recuerda como uno de los dirigentes más nefastos de su historia.
Mister Chip disparó: «Ese personaje es lo más nefasto que ha pasado por nuestro querido club. Uno de los principales responsables de su desaparición, después de más de 100 años de historia. Ahora que estamos resucitando, mejor ni acordarse de él. Ni lo nombres».
Después, la aventura sanlorencista que le conocemos. Y hace rato es un secreto a voces que quiere lanzarse a la política. En una de sus peores semanas, Tinelli pasa por otra turbulencia en su vida personal (la separación de su tercera esposa y madre de uno de sus cinco hijos, Guillermina Valdés) y otra todavía más grave en su vida pública, con la filtración de sus charlas con Julio Grondona en 2013.
Hoy la historia de Tinelli recién empieza, el gobierno lo defiende y habla de operación porque lo necesita vivito y coleando para próximas acciones electorales. Donde se mete genera problemas, criticaba para el público y arreglaba con Grondona adentro. Hoy el fútbol está en crisis y hay gente que quiere producir un cambio en los recursos y empresas que transmiten el fútbol y ahí está metido Tinelli.
El gran problema que ha tenido Tinelli es que todas sus acciones empresarias las lideró el y nunca puedo generar un proyecto donde él estuviera afuera. Si seguimos en esta mezcla, el CEO de La Flia es Federico Facello. Es socio además de la hoy ex mujer de Tinelli, Guillermina Valdes, en la compañía Guiv S.A. ex hombre de confianza de Cristóbal López y de Tineli en Ideas del sur y del grupo Indalo.
Por donde te metes en su vida, sacás un conejo de la galera, pero no un conejo blanco inmaculado: sacas ventajismo, negociados, conveniencias, interés. En un líder hace falta empatía, humildad, generosidad, ética, tener nivel de mano a mano con la gente pero fundamentalmente tener sentido de la oportunidad y tener la virtud de la intuición, que ha demostrado tenerla en TV, pero no fuera de ella.
«El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes». (Winston Churchill)
Nota publicada también en: Perfil.com
Notas de Eduardo Reina en Diario San Francisco: AQUÍ
(*) Consultor especializado en Comunicación Institucional y Política, Asuntos Públicos y Gubernamentales, Manejo de crisis y Relaciones con los Medios. Magister en Comunicación y Marketing Político en la Universidad del Salvador (USAL). Postgraduate Business and Management por la Universidad de California Ext. Berkeley, EEUU. Es docente universitario en UCA y USAL. Columnista especial de Diario San Francisco, Perfil.com y FM Milenium, entre otros medios del país y del mundo.