Sanfrancisqueños por el mundo… Hoy Sergio Faletto
DFS sale en búsqueda de aquellos oriundos de nuestra ciudad que por diversas cuestiones han emigrado a otras latitudes y han desarrollado su vida personal, familiar y profesional sin olvidar sus orígenes y con el recuerdo permanente de su San Francisco natal.
Sergio Luis Faletto hoy tiene 51 años y desde el 1982 está instalado en Rosario donde conoció a su actual esposa Silvia y junto a ella tuvieron a Angelo y Monserrat. Su infancia y juventud en San Francisco estuvo marcada por distintas etapas, fundamentalmente por su paso como alumno de la Escuela 270 y su amor por Sportivo Belgrano y en su regreso trunco a estudiar una carrera universitaria. Se partida fue por cuestiones familiares aunque regresó. Su destino era Rosario. «Mi padre se fue a trabajar a Formosa, y allí nos radicamos hasta que culminé la secundaria» nos agrega.
De San Francisco partió en su niñez tras hacer primer grado en la escuela 270. Su padre, Isidro se fue a trabajar a Formosa, y allí se radicaron hasta culminar su secundaria. Luego regresó a estudiar Ingeniería en la UTN sede San Francisco, pero al año entendió que lo suyo era el periodismo y como sus padres migraron a Rosario se instaló en esa ciudad, donde hoy reside.
«Sin dudas que mi paso como estudiante por mi ciudad me dejó conocidos y amigos. Además de tener primos y tíos. De la facultad siempre recuerdo a Damián Vilosio, hoy un ingeniero destacado, y al Goyito Martínez, quien se convirtió en colega de diario».
En Rosario estudió y egresó con el título de Técnico Superior en Periodismo. Desde 1994 ejerce su profesión en el Diario La Capital, pasando por los diferentes niveles, y hasta el pasado mes de Marzo fue editor responsable del suplemento deportivo Ovación. Hoy se encarga de entrevistas, informes y análisis especiales, siempre vinculado al deporte. También despliega su talento en televisión; desde 2009, tiene junto a colegas amigos, un programa diario en vivo en el canal local de Cablevisión, llamado Somos Fútbol. Además una emisión diaria en radio.
Al lugar donde nació trata de regresar aunque sea una vez al año para disfrutar de los encuentros gastronómicos con sus primos. «Mauro Sánchez es primo y amigo, y con quien compartimos nuestro sentimiento por Sportivo Belgrano, ya que cuando eramos niños nos subíamos a la terraza donde él vivía para ver los partidos, ya que estaba en la parte posterior de la cancha». Agrega un partido que nunca va a olvidar,«recuerdo siempre un amistoso con Unión cuando jugaban en el club santafesino Gatti, Telch y Mastrángelo, entre otros. Tal vez lo haya grabado en mi memoria por ser hincha de Boca». Cuando era niño vivía sobre la calle Larrea, bien enfrente de la canchita de Los Andes, ya urbanizada, y allí vistió la camiseta verde.
En su regreso como estudiante universitario alquilaba un departamento interno por Gerónimo del Barco al 700. Añade «me quedaba lejos de la universidad pero cerca de Atlantis». No olvida a sus otros primos Justo Juárez y Hugo Gallegos quienes son puntos de referencia de sus visitas, como a su tío Bruno Gallegos.
Lo que más extrañaba de la ciudad apenas partió fue a su abuela Gallegos, la Pritty y la panificación. Ante eso aclara, «cuando llegaban las vacaciones de mi papá en Formosa siempre íbamos a San Francisco».
Cuando lo consultamos sobre cómo ve a la ciudad nos dijo, «A San Francisco la veo muy bien. Con las mismas características de cuando viví. Con la «vuelta al perro» de los sábados a la noche como ícono, con los autos bien lavados y prolijos». No olvida al club de sus amores, «me gustaría que Sportivo pudiera capitalizar toda la experiencia de los últimos años para no reincidir en ciertos errores que atentaron contra las chances de permanecer en la B Nacional, porque muchas veces desde aquí compruebo que ciertas contrataciones se hicieron sin un análisis previo de los antecedentes. Lo digo porque gracias a su medio y a las cuentas de los colegas en las redes sociales uno puede estar más en conocimiento de lo que sucede en la verde».
Sobre Sportivo, tiene como anécdota lo que sucedió el 30 de Junio de 2013, el día del ascenso «volvía en micro desde Mendoza tras la cobertura de la superfinal entre Newell’s y Vélez, y no tenía manera de escuchar el juego entre Sportivo y Santamarina, partido al que hubiese querido ir pero por mi trabajo no pude. Preguntaba por mensaje telefónico a mi compañero del diario Alejandro Cachari. En un momento me avisa gol de los tandilenses a poco del final. Y al ratito me suena el teléfono y me hace escuchar los minutos finales desde la tele. Penallll, escucho que grita el amigo Julián Bricco, quien relataba el partido. Justo cuando va a patear Aróstegui, otro compañero, Lucas Vitantonio, baja el volumen del televisor. Insulté al por mayor, pero enseguida escucho el relato del gollll. Festejé arriba del colectivo como loco. No podía creer que estuviéramos en la B Nacional».
Para terminar, Sergio expresa «cuando uno hace raíces en otra ciudad, como en mi caso en Rosario, se hace difícil imaginar volver a instalarse en San Francisco. Pero de lo que no hay dudas es que San Francisco está instalada en mí para siempre».