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Córdoba y Santa Fe: al pico de casos, por caminos diferentes

El 22 de marzo, dos días después que se anunció la cuarentena, el Ministerio de Salud de la Nación homologó el Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Para esa fecha Córdoba tenía 26 casos de coronavirus, mientras que Santa Fe sólo cuatro.

A más de seis meses de aquel primer estado de situación Córdoba cuenta con 24.191 casos positivos de Covid-19 y Santa Fe 32.812. ¿Qué pasó durante este semestre? ¿Cómo fue la evolución del virus y porqué se dio de diferentes maneras diferentes en dos provincias que tienen una densidad de población y estructuras económicas similares? No hay una sola explicación.

A fines de abril la cantidad de diagnósticos positivos mostraba cierta equidad. En mayo Córdoba tuvo el despegue y alcanzó los 450 contagios, Santa Fe apenas sumó 18 en el mismo período.

Durante junio, julio y agosto la cantidad de casos en Córdoba aumentó con mayor velocidad. La brecha creció hasta superar los 1.000 casos. El 22 de agosto –hace poco más de un mes– Córdoba tenía 5.673 casos mientras que en Santa Fe había 4.609.

En menos de dos semanas esta relación se invirtió. Santa Fe comenzó a incrementar el número contagios a un ritmo acelerado. Paso de reportar más de 200 casos diarios durante la tercera semana de agosto a más de 700. Mientras que Córdoba la suba se mantuvo contenida. En la última semana Santa Fe rozó los 2.000 casos diarios y Córdoba superó la barrera de los 1.600

Los indicadores más relevantes también crecieron. Actualmente en Santa Fe la proyección de duplicación de casos es de 11 días y en Córdoba de 13. También aumentó la letalidad y la ocupación de camas críticas, ahora en Santa Fe alcanza el 70 por ciento, mientras que Córdoba orilla el 60 por ciento.

El 3 de septiembre Santa Fe superó por primera vez en casos a Córdoba. Al día siguiente, el gobernador de esa provincia Omar Perotti, junto con el intendente de Rosario Pablo Javkin anunciaron el regreso a fase 1 en esa ciudad y en otros departamentos con altos niveles de contagio.

Movilidad y comportamiento

Para el físico y especialista en análisis de datos, Jorge Aliaga la clave está en el comportamiento y la movilidad de las personas. “En un principio, con otros colegas, elogiábamos la reacción que habían tenido la provincia de Córdoba y la ciudad de Rosario –con diferentes estrategias– para aislar a los casos positivos y rastrear a los contactos estrechos. Eso fue hasta hace 45 días. A partir de ahí es que la cosa se descontroló y acá empiezan a jugar cosas que pasan al plano de lo psicológico y sociológico que es el cansancio de la gente”, señaló.

¿Por qué cambia entonces la posibilidad de contagio del virus? “Si la gente entiende que no tiene que juntarse con personas que no convive automáticamente se baja la probabilidad de contagio. A mayor movilidad de las personas mayor transmisión de virus”, indicó Aliaga.

Factor geográfico

Otra explicación es la de Rodrigo Mediavilla, coordinador del tercer sector de la salud del Ministerio de Salud de Santa Fe. Para el funcionario una de las variables que impactan sobre la diferencia en la evolución de la curva entre una y otra provincia es la ubicación geográfica.

“La proximidad con la provincia de Buenos Aires es un elemento importante. Otro es que somos un lugar de tránsito casi obligado para acceder al NEA y al NOA y tenemos el puerto que hace que tengamos conexión con Brasil y Paraguay”, explica Mediavilla.

En efecto, la mayoría de los casos en Santa Fe están concentrados en la zona sur de esa provincia, con un gran epicentro en Rosario. En la provincia de Córdoba esta lógica se repitió también con los diferentes brotes en el corredor de la ruta nueve sur.

“Veníamos con muy bajos contagios y la gente se empezó a relajar. A mayor aislamiento, mayor contagio. Pero la realidad indica que la actividad económica también tiene que seguir ”, señaló

Estrategias

Córdoba y Santa Fe implementaron estrategias diferentes de abordajes. La primera diferencia es operativa, mientras aquí se implementó el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) para la atención específica de la pandemia, la provincia del litoral optó por concentrar sus esfuerzos en el Ministerio de Salud.

Quizás la diferencia sustancial entre las provincias hayan sido los cordones sanitarios. Ante la detección de un caso positivo sin nexo epidemiológico, el gobierno cordobés optó por aislar barrios o localidades para evitar la circulación del virus. La estrategia inclusive le valió una mención del presidente Alberto Fernández.

“Las estrategia de ataque temprano que tuvimos, buscando más allá de los síntomas, nos ha permitido contener un poco más”, señaló la secretaria de Promoción de la Salud de Córdoba, Gabriela Barbás.

En Santa Fe solamente utilizaron los operativos Detectar, que consisten en un barrido de testeos, tanto hisopados como serológicos, en una zona geográfica sin impedir la movilidad de las personas.

También es diferente la manera de lidiar con la cadena de contagios a partir de un caso positivo. Un contacto estrecho de una persona infectada por Covid es considerado un caso positivo, según el criterio de la Nación que sigue Santa Fe. Córdoba agrega la necesidad de aislamiento de los contactos de los contactos estrechos, al menos hasta tanto tener los resultados del contacto.

Al igual que Córdoba, Santa Fe había comenzado la pandemia discriminando hospitales destinados a Covid y otros “limpios de la patología”. Actualmente, Santa Fe no tiene más esa división, mientras que Córdoba hace pocos días avanzó sobre dos centros de salud para ampliar la oferta de camas para la pandemia en Capital y transformó pabellones en distintos hospitales del interior.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior