El Consejo Económico y Social se inició con 10 puntos de consenso entre empresarios y sindicalistas
El Gobierno definió hoy diez puntos de consenso y una agenda de trabajo en mesas sectoriales junto a más de cien empresarios y sindicalistas, en lo que fue el inicio formal del Consejo Económico y Social (CES), un espacio de diálogo al que se comprometió en campaña electoral el presidente Alberto Fernández.
En la reunión, encabezada por los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, se fijaron diez principales puntos de consenso y un cronograma de trabajo en mesas sectoriales que comenzará el 22 de octubre con representantes de las industrias metalmecánica y automotriz.
El lunes 26 se reunirá la mesa de la construcción; el 29, los sectores textil, indumentario, de calzado y de cuero; y el 30 sesionará la mesa de la industria alimenticia.
En los próximos días se anunciará un cronograma para el resto de los sectores, según informó la cartera productiva en un comunicado.
Kulfas explicó que los diez principales puntos de consenso serán “la hoja de ruta que permitirán volver a crecer” y aseguró que la conformación de este ente tripartito entre Estado, empresarios y trabajadores es una “apelación a construir políticas públicas para poner a la Argentina de pie”.
Moroni resaltó que “la única salida de la crisis es un proyecto de desarrollo» y que «esta mecánica de diálogo social es el único método» que tienen.
Los consensos
Los ejes son: exportar más; ningún sector productivo sobra, todos son importantes; mercado interno versus mercado externo es una falsa antinomia; no hay futuro sin políticas productivas; ninguna política productiva será sustentable sin dimensión ambiental; y una macroeconomía estable ayuda al desarrollo productivo.
Los parámetros de trabajo se completan: sin mejorar la productividad, no bajaremos ni la pobreza ni la desigualdad; una buena política productiva debe reducir las brechas de género; la apertura comercial no es un fin en sí mismo, sino una herramienta que debe ser utilizada de manera inteligente; y toda política de desarrollo productivo debe ser una política de desarrollo regional.
La puesta marcha del Consejo Económico y Social cristaliza uno de los principales ejes de gestión que el presidente Fernández propuso durante la campaña electoral y en los primeros días de mandato.
La renegociación de la deuda externa pública bajo legislación extranjera y las urgencias generadas por la pandemia del coronavirus, habían dejado en suspenso la convocatoria al CES, explicaron fuentes oficiales.
Del lanzamiento participaron hoy el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo; el representante del Consejo Agroindustrial (CAA), José Martins; el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Ivan Szczech; y el presidente de la Confederación General Empresaria (Cgera), Marcelo Férnandez.
También asistieron el titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja; el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer; y el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, entre otros.
En su exposición, Acevedo coincidió en “cada uno de los puntos expuestos, especialmente lo de intentar terminar con la antinomia campo-industria o trabajar tanto para las pymes como para las grandes (empresas). Hay espacio para crecer y acá es donde tenemos que buscar los consensos y seguir adelante”.
Por su parte, Funes de Rioja opinó que “es muy importante dejar de mirar las antinomias del pasado y que se miren los temas que hacen al desarrollo económico con inclusión social. La actividad alimentaria está dispuesta a tomar como propio este Consejo que celebro y felicito».
A su turno, el representante de la agroindustria, José Martins, consideró que “este es un programa que entusiasma por la apuesta al diálogo, al consenso sin dogmas, a la generación de riqueza y a la inversión privada; si somos capaces de llevar adelante estos postulados estamos ante una oportunidad muy importante”.
Desde el arco sindical, Héctor Daer dijo ver “con agrado que no se vuelva a la teoría de la competitividad que implique flexibilización y pérdida de derechos laborales” y confió que todo el movimiento obrero aportará a «construir esa Argentina que tiene que terminar con la pobreza”.
Como preludio, el sábado el presidente afirmó que para la Argentina «empieza un tiempo distinto, el de la reconstrucción» del país y llamó a la unidad de la sociedad para «curar a la Argentina y ponerla de pie entre todos juntos, sin rencores ni odios».