Procrear: en un año, se entregó el 16% de los créditos para la construcción de viviendas
Busque la elección que se busque, estará la palabra “vivienda”. Con anuncios de créditos para poder construirla, de créditos para comprar el lote y alguna vez construirla, de créditos para que en bloque las construya el Estado y luego adjudique o de alguna plata para ampliar o refaccionar la que ya se tiene.
“Para impulsar el crecimiento estamos multiplicando la obra pública. A fin de este año tendremos 100 mil viviendas en ejecución, que generarán más de 300.000 puestos de trabajo, a través de los programas ‘Casa Propia’ y ‘ProcreAr’”, prometió el viernes el presidente Alberto Fernández.
El número suena ambicioso por dos razones. La primera es que en la gestión de Cristina Fernández, entre junio de 2012 a diciembre de 2015, se otorgaron 110.751 créditos Procrear, sumando construcción de vivienda en lote propio como la ampliación de la ya existente, según datos oficiales del comité ejecutivo del Procrear. En los 79 desarrollos urbanísticos, en tanto, se construyeron 30.010 viviendas, muchas todavía no entregadas.
Si llevó tres años, sin pandemia y con otro contexto económico, desarrollar casi 141 mil proyectos –contando las refacciones, que son menores– resulta difícil imaginar que en cuatro meses habrá 100 mil casas en construcción.
La segunda razón está vinculada a lo poco que hasta ahora hay en marcha: podría suceder que parte de las 100 mil que promete el Presidente ya estén avanzadas, a punto de ponerse en marcha. Y acá viene el principal problema.
“Nosotros salimos sorteados en octubre del año pasado. Hace casi un año que nos tienen sin respuesta: cargas la documentación, mandás mail, cuando te responden te piden cargar todo de nuevo, se cae la página… No sé todavía si estamos aprobados o no”, dice Augusto Bianchi.
Como todos los beneficiarios, está en varios grupos de Facebook y WhatsApp, donde intercambian consejos y experiencias. “Conozco sólo a tres o cuatro personas a las que se los dieron. A todos los demás, o se los rechazaron o los tienen sin respuesta, como a mí”, agrega Bianchi.
LOS NÚMEROS OFICIALES
El 5 de agosto del 2020, Fernández relanzó el Procrear, con un anuncio de inversión por 25 mil millones de pesos y 300 mil créditos, distribuidos en nueve líneas de financiamiento, entre hipotecarios y personales.
La gran novedad del programa era que los créditos hipotecarios ya no se ajustarían por el sistema UVA, que copia la inflación, sino por una nueva fórmula (llamada Hog.Ar) que sigue los salarios.
El 28 de octubre se hizo el primer sorteo y, como sucede desde 2012, la cantidad de interesados para las viviendas anunciadas era de 3 a 1.
Según informó a este diario Luciano Scatolini, secretario de Desarrollo Territorial de la Nación, “de los 44 mil ya se entregaron 7 mil créditos”. Esto significa que, a un año, está en marcha el 16% de los créditos anunciados.
“Son números importantes porque no cumplimos un año desde que se relanzó el programa y se dio un contexto de pandemia”, subrayó el funcionario nacional.
Si se agregan las otras líneas personales e hipotecarias para destinos menores, la cifra llega a 148 mil, casi la mitad de las anunciadas en agosto pasado.
En Córdoba, entre hipotecados y refacciones varias, se entregaron 25 mil créditos. “Son 25 mil ganadores desde que empezamos el programa. Son de diferentes líneas. No damos el detalle de cada una”, indicó el funcionario.
Córdoba históricamente representa el 10% del total nacional, con lo que podría estimarse que 700 proyectos, de los 7 mil aprobados para construcción, estén en la provincia.
Más allá del número bajo, es una constante el reporte de demora en la aprobación o el desembolso del dinero, aun en los aprobados. “A esta altura creo que publicitan el Procrear, que está fantástico, pero se lo dan a muy pocos y a los pocos que se los dan, pasan un calvario porque una vez que te aprueban, no te aprueban los desembolsos”, dice Bianchi.
“Hay trámites. Hay que tener un plano aprobado, el visado, el banco hace una evaluación de riesgo crediticio para acreditar que la persona no es deudora del sistema financiero. No es que apretás un botón y al otro día tenés la plata”, justifica Scatolini.
“No puede ser que desde octubre no se haya movido el crédito… puede que haya estado observado. Además, el hecho de ser ganador no significa que vayas a recibir el crédito. Hay que pasar un montón de filtros e instancias administrativas”, agrega el funcionario, que depende del Ministerio de Desarrollo Territorial, a cargo de Jorge Ferraresi.
Los beneficiarios del primer sorteo sostienen que las condiciones originales del Procrear de octubre pasado no excluían los lotes en barrios cerrados, algo que ahora sí está vedado, y que por eso muchos ganadores después fueron desestimados.
TIERRA SE BUSCA
Es que la tenencia del lote propio es una enorme dificultad, al menos en los grandes centros urbanos. No hay tierra disponible en las zonas pobladas y en la periferia de las ciudades son los desarrollistas privados los que ofrecen tierra apta para construir, siempre en el marco de barrios cerrados.
Esta opción es casi la única disponible y responde con elocuencia a la realidad del siglo 21: los ciudadanos prefieren la seguridad de entornos cerrados y los municipios permiten esta oferta porque, en definitiva, delegan en un privado la construcción de la infraestructura que no están en condiciones de hacer: calles, luminarias y red de servicios públicos.
Asumen incluso el costo de las estaciones transformadoras de Epec, por ejemplo, que terminan reforzando el servicio de toda la zona y no sólo del emprendimiento privado.
“El principal problema que tenemos es la tierra, la falta de suelo generado por el Estado y diferentes niveles de gobierno que hacen que el acceso al lote para construir sea una posibilidad”, sostiene Scatolini.
“Salimos a comprar tierras, generamos infraestructura en tierra que es del Estado. Hay muchas estrategias para resolver el problema del acceso al suelo”, agrega.
Para el funcionario, la suba del costo de la construcción no es hoy por hoy un problema. “La plata del crédito se actualiza por UVI y alcanza para hacer la tipología de vivienda que tiene el programa, por eso no dejamos que hagan otra”, defiende.
Los desarrollos urbanísticos vienen a resolver en parte la falta de terreno, ya que son departamentos en altura, en sus diferentes variantes. “Por ahora no hay desarrollos urbanísticos nuevos, todavía nos quedan como 700 viviendas por entregar de Parque Liceo”, dice Scatolini.
Las demoras, según explica el funcionario, es porque se había cancelado el contrato con la constructora y hubo que relicitar la obra.
“La mitad de las viviendas estaban sin terminar cuando nosotros llegamos”, asegura sobre la situación en Córdoba.
Estos emprendimientos forman parte del paquete de obras públicas relevantes en términos de empleo, pero hace tiempo que no hay propuestas nuevas.
“Lo que se está adjudicando es parte de lo ya ejecutado en San Francisco o Liceo. Hubo una serie de licitaciones que quedaron desiertas porque tenían precio tope”, dice Luis Lumello, presidente de la Cámara de la Construcción Córdoba, y agrega: “Están tratando de encontrarle la forma de subir los montos, pero no han movido la aguja”.
Fuente: La Voz del Interior.