En el Amba pagan casi 70% menos que en Córdoba de luz y de agua
La historia vuelve a repetirse. Otra vez, los usuarios de los servicios públicos que viven en Capital Federal y buena parte de la provincia de Buenos Aires pagan servicios baratos, cada vez más baratos. Como están congeladas las tarifas y la inflación galopa al 52% interanual, las boletas de agua y de luz quedan a precios irrisorios al lado de lo que pagan los usuarios del interior del país, cuyos gobiernos y distribuidoras locales no han podido sostener con recursos propios el aumento cero.
El servicio con la brecha más escandalosa es el de electricidad. Edenor y Edesur son las únicas dos empresas que están bajo la órbita de Nación. O sea que el Estado nacional asume las inversiones, absorbe el costo de los usuarios con tarifa social y define la política tarifaria para 5,5 millones de argentinos: los que viven en la zona metropolitana bonaerense. Edenor tiene tres millones de clientes en 4.637 km2 (norte de Capital Federal y norte del conurbano bonaerense) y Edesur tiene 2,5 millones de usuarios en 3.300 km2 (sur de Capital y 12 partidos del conurbano, al sur de Capital).
El usuario que en el Amba más barato paga el kWh de energía la paga a $ 3,035 (T1-R1). Son los que consumen hasta 150 kWh al mes.
Si se la compara con Córdoba las diferencias son abismales. El esquema tarifario aquí, con un millón de usuarios, se rige por cuatro categorías, según su nivel de consumo. En la primera franja, de hasta 120 kWh al mes, los usuarios pagan 6,366 pesos el kWh: 108% más de lo que paga el usuario de consumo más económico en el Amba.
En la segunda franja están los que gastan hasta 500 kWh al mes (que pagan 7,88 los primeros 120 kWh y 10,42 los siguientes); en la tercera los que gastan hasta 700 kWh (que pagan 9,44 los primeros 120 kWh y 12,07 los siguientes) y en la cuarta, los que consumen por arriba de eso, que pagan 10,68 los primeros 120 kWh y 13,66 los siguientes). Los que gastan por arriba de 700 kWh al mes (la mitad que el tope en el Amba) pagarán el grueso de su consumo a 13,66: 258% más caro de la tarifa más cara que rige en Amba.
¿Por qué la diferencia? “Adentro” del precio del kilovatio que cada distribuidora le cobra a su cliente está lo que cuesta la energía en sí: Cammesa la factura a todas por igual. A octubre, producir un kWh de energía cuesta $ 7,58, pero Cammesa cobra $ 2,01 peso. Ahí está el atraso tarifario del que tanto se habla: 73% del costo de la energía a todos los usuarios del país lo paga el Tesoro.
En cambio, a todo eso en el Amba lo hace Nación con plata de los contribuyentes de todo el país. Con un agregado especial: en caso de apagones, por ejemplo, ni Horacio Rodríguez Larreta ni Axel Kicillof son objeto del enojo ciudadano, porque no tienen responsabilidad en la gestión. Acá, en cambio, toda ineficiencia la paga el que gobierna.
Una más: todos estos precios son sin impuestos ni cargos ni tasas. En todos los casos se agrega el 21% de IVA que cobra Nación. Pero en Epec hay que sumar 5% de un cargo para obras (con destino a garantizar las inversiones mínimas de mantenimiento); 0,5% de Ersep y ley de seguridad eléctrica y 9,9% de tasa de la ciudad de Córdoba.
Virginia vive en la parte más bonita de Palermo, ciudad de Buenos Aires. En la última boleta le llegó de consumo 858 kWh al mes. “Le dimos al aire acondicionado como si no hubiera un mañana”, se justifica. Le llegó un gasto de %3.303,08. No hay cargos específicos y la tasa municipal de Caba es de 6,383%. La de Córdoba es 55% más alta. En el global, Epec le agrega otro 9% en cargos y tasas que no están en Capital Federal.
AGUA, OTRO ABISMO
Con el agua también la diferencia es abismal. Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa) presta servicios de agua y de cloacas en ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del primer cordón del conurbano.
Son 9,4 millones de usuarios de la zona metropolitana. Aysa estaba concesionada, fue estatizada y hoy pasa lo mismo que con la energía: el Estado nacional asume las inversiones, los subsidios y la gestión del servicio.
La cuestión es que es obscenamente barato.
Están congeladas las tarifas y si bien se declara que el servicio residencial se mide, en casi todos los casos se toma un consumo presunto, que es ridículo. Por caso, a Liliana que vive en una casa en San Isidro, le facturaron 6m3 en el mes de septiembre: 383,79 pesos. Hay un cargo fijo de $ 5,34 por día y el m3 se cobra a $ 37,29, incluyendo el servicio de cloacas.
En un departamento de Caballito, a Horacio Aysa le estima un consumo de 14 m3, ya que no está medido. Paga $ 642,96.
En Córdoba hay una base libre de consumo de 50 m3 en el bimestre, hoy a $ 21,69 peso el m3. Si el usuario consume hasta 50 m3, se le cobra la cuota fija, aunque gaste menos. Por encima de eso, se cobra el m3 excedente, de a bloques de 10 m3 cada uno. Aguas lee el medidor cada dos meses y divide el costo de lo consumido en dos boletas iguales. En cada boleta indica los m3 consumidos en el período (que es de 60 días), aunque en realidad está cobrando la mitad del consumo leído en cada mes.
En la casa de Fernando viven dos adultos y dos chicos. El medidor le marca que consumieron menos de la base libre; 20 m3 en el bimestre. Le cobran el cargo fijo al mes, sin excedente, y pagó 981 pesos finales.
Gustavo vive en Villa Claret con su señora, casa con pileta. Consumió 30 m3 en el bimestre y pagó 1.416,80 pesos. Emilio, que vive solo en un departamento de Nueva Córdoba (que no es medido), pagó 882 pesos al mes.
Felipe, en Poeta Lugones, consumió 81 m3 en el bimestre: 31 por encima de la base libre. Tiene por ese consumo dos boletas de 2.384,14 cada una. El m3 excedente cuesta en Córdoba 46,79 pesos desde agosto pasado, sin cloacas. El usuario que las tiene paga un extra en la contribución municipal del 35%.
Aunque las comparaciones son más complejas, porque Aysa no tiene base libre y acá los m3 de la base libre cuestan la mitad que los excedentes, Liliana de San Isidro, que vive en una casa similar a la de Poeta Lugones, paga apenas el 16% de lo que paga Felipe en Córdoba.
Pero hay más. Según el presupuesto 2021, entre enero y junio de este año, la Nación le transfirió a Aysa 5.908 millones de pesos para gastos corrientes (es decir, por tarifas congeladas) y 4.452,5 millones para gastos de capital.
Sin empacho, el presupuesto dice que se “asiste financieramente a la empresa pública Aysa” para “mejorar y ampliar los servicios de agua potable y saneamiento en el área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires y en los partidos del conglomerado bonaerense con el fin de contribuir con el bienestar de la población”. O sea que en apenas medio año, Aysa recibió subsidios directos por 10.360 millones de pesos.
Otro detalle: la tarifa social, que abarca a unos 3 millones de usuarios, con descuentos del 50 al 100% en el servicio.
La cobertura también está a cargo de Nación. En Córdoba hay 12.133 usuarios de tarifa social: la mitad del descuento es absorbida por la Provincia y la otra mitad, por Aguas Cordobesas. Además, tienen descuentos a 12.580 jubilados y unos 4.700 descuentos por razones sociales.
EN EL GAS NATURAL, EL SUBSIDIO ES PAREJO EN TODO EL PAÍS
El único servicio público residencial que tiene precio único para todo el país es el gas natural.
Cada distribuidora tiene luego su propio cuadro tarifario, con variantes menores entre sí, pero acá no hay subsidios direccionados sólo al Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
La tarifa está atrasada para todos los argentinos que tienen gas por redes por igual, porque hace dos años que no registra aumentos.
La tarifa hoy vigente de Ecogas es de $ 9,87 para el usuario de menor consumo (R1) y de $ 11,72 para el que más gasta (R3-4). En octubre de 2019, la tarifa más cara estaba en $ 11,59. Es decir que se movió apenas 13 centavos en un país que acumuló, en dos años, una inflación del 109%.
Por caso, la distribuidora Naturgy le cobró a la usuaria de San Isidro $ 2.603,63 pesos por 161 m3 de gas, a razón de $ 10,71 el m3 (categoría R2-2). Ecogas cobra esa categoría a $ 10,27. Metrogas le facturó a Virginia en Palermo 3.291,73 por 276m3 de gas que consumió en junio, categoría R3-1, a $ 13,09 el m3. Ecogas le cobra a ese mismo cliente $ 10,94 el m3.
Pero eso no es todo. No sólo que el precio del gas está congelado desde 2019, sino que este año se creó la ley de zonas frías.
Así, el beneficio conocido como “Fondo Patagónico”, que alcanzaba a 849.965 usuarios se llevó a 3,2 millones, que establece un descuento del 30% sobre la tarifa o del 50% si se tiene tarifa social.
Entonces, ese usuario de alto consumo que hasta junio pagó $11,59 el m3 hoy más caro, desde el 5 de agosto paga $ 8,20 el m3. Hay 590 mil cordobeses con el beneficio, el 80% de los clientes de Ecogas.
En 2019, tras los aumentos de la administración anterior, las tarifas cubrían el 69% del costo de la provisión de gas. Hoy, ponderando el impacto de las zonas frías, está en el 30%.
Después están los cargos agregados: Ingresos Brutos (5%), IVA del 21% y una tasa municipal (general y específica) que en Córdoba es más alta que en Capital Federal: 11% vs 0,22% por el uso del espacio público.
Respecto del gas, la gran discriminación es entre quienes tienen el servicio por red y quienes siguen dependiendo de garrafas: un tubo de 45 kilos cuesta casi seis mil pesos.
Fuente: La Voz del Interior.