Siete consejos para la práctica de actividades físicas en verano
Practicar actividad física o deporte es un factor que brinda beneficios a la salud y el bienestar. Sin embargo, es necesario mantenerse alerta ante las elevadas temperaturas que se registran en esta época del año y los riesgos que esto ocasiona.
En verano, las personas están más propensas a sufrir golpes de calor, insolación, o lesiones musculares debido a la exposición, el esfuerzo y el aumento de la temperatura corporal.
En referencia a los cuidados que hay que mantener a la hora de realizar actividad física, Susana Sembaj, médica pediatra y deportóloga de la Agencia Córdoba Deportes, sostiene: “Hay que hacer ejercicio adecuadamente, sabiendo que estamos en condiciones físicas, es decir, consultando con el médico de cabecera si estamos adaptados para realizar ese tipo de actividad elegida, de manera personalizada y progresiva”.
Durante el ejercicio, la temperatura corporal aumenta debido a la producción de calor metabólico generado por los músculos que están activos, lo que incrementa la irrigación sanguínea y la sudoración. Si el esfuerzo de la persona es excesivo puede generar lesiones. Asimismo, si la temperatura ambiental es más alta que la corporal, puede desencadenarse un golpe de calor o un evento cardiovascular, con graves consecuencias.
En este sentido, es importante conocer e identificar los síntomas iniciales que pueden ocasionar un golpe de calor. Entre ellos se destacan: agotamiento, debilidad, pérdida de lucidez, confusión, dificultad para hablar, hipotensión, dolor de cabeza, mareos, posibles desmayos, piel caliente y seca (por el cese de la sudoración), náuseas, vómitos, diarreas, pulso acelerado y taquicardia, entre otras.
“Es necesario estar atentos y nunca menospreciar los síntomas. Pueden comenzar de manera insidiosa, y las personas, por querer continuar con su rutina, esfuerzan su cuerpo y pueden contraer un golpe de calor”, destaca la especialista.
Ante la presencia de alguno de estas señales del organismo es importante interrumpir la actividad de inmediato; evitar la exposición al sol; hidratarse con agua o bebidas deportivas, ya que reponen sales y minerales; refrescar la vestimenta con agua o colocar toallas húmedas en el cuerpo, sobre todo en cuello, axilas e ingle. Siempre es recomendable llamar rápidamente al servicio de emergencia para una mejor intervención.
Sembaj aconseja que “no hay que llegar a situaciones límites que perjudiquen nuestro salud”, y recomienda cuidarse y prevenir con hábitos simples y saludables.
A continuación, las recomendaciones de la especialista:
- Realizar actividad física al aire libre antes de las 10 hs o después de las 19 hs. En caso de tener que hacerlo en otro horario, buscar espacios con sombra y buena circulación de aire.
- Hidratarse con agua y/o bebidas deportivas o caseras a base de sales. Antes, durante y después de la realización del ejercicio o deporte.
- Evitar la exposición al sol. Es importante aplicarse protector solar adecuado para prevenir enfermedades de piel.
- No comer en exceso, priorizar frutas y verduras.
- Evitar el consumo de grasas, azúcares, alcohol y cafeína, ya que contribuyen a la deshidratación.
- Usar vestimenta liviana, aireada y de colores claros.
- Controlar la cantidad, duración e intensidad de la actividad. Es fundamental no excederse en el esfuerzo.
Los niños menores de 5 años, los adultos mayores y las personas con obesidad o cardiopatías crónicas deben tener un cuidado especial, ya que su capacidad para controlar la temperatura es distinta. Pero también toda la población debe protegerse de la exposición a las elevadas temperaturas.