Córdoba elige: Llaryora y Juez concentran la atención
Se vota para gobernador y nuevos legisladores de la Unicameral. El intendente de la Capital va por la sucesión de la era De la Sota-Schiaretti. Con Juntos por el Cambio unido, Juez busca terminar con el dominio PJ.
Con un escenario previo que se presume polarizado entre el oficialista Hacemos Unidos por Córdoba y la oposición mayoritaria concentrada en Juntos por el Cambio, los cordobeses trazarán con el dictamen irrefutable que otorga el voto el nuevo esquema de poder provincial que regirá desde el próximo 10 de diciembre hasta finales de 2027.
Martín Llaryora, el intendente de la Capital, tiene sobre sus espaldas la responsabilidad de defender el dominio electoral del peronismo de Córdoba iniciado por José Manuel de la Sota con el triunfo ante Ramón Bautista Mestre a finales de 1998.
Esa característica de fin de época y recambio generacional para el PJ hacen que esta jornada sea histórica para la provincia. Esta noche habrá un nuevo gobernador, por fuera de los nombres que ya pasaron por la vieja Casa de las Tejas y el Panal.
Llaryora incorporó a dirigentes extrapartidarios de la UCR y del PRO para esta nueva propuesta electoral cuyo control y liderazgo sigue siendo hegemonizado por el peronismo. La radical Myriam Prunotto, como su compañera de fórmula, es el reflejo de esa vocación frentista que el candidato buscará legitimar en las urnas hoy.
En su tercer intento por conseguir el principal estamento de poder provincial, Luis Juez logró aglutinar a todas las fuerzas que conforman Juntos por el Cambio, que por primera vez competirán unidas. Marcos Carasso, titular de la UCR provincial, lo acompaña en la fórmula, aunque en la campaña fue Rodrigo de Loredo –postulante para la Capital en los comicios de dentro de un mes–, quien se mostró como principal aliado del líder del Frente Cívico.
El triunfo legislativo de Juez en 2021 –del que también fue parte De Loredo– se transformó en la plataforma de esta nueva postulación con la que intentará poner fin a seis gobiernos seguidos del peronismo, repartidos en tres mandatos no consecutivos de De la Sota (1999-2007 y 2011/2015) y otros tres de Juan Schiaretti (2003/2007 y 2015/2023).
Juez estuvo muy cerca de llegar al poder en las polémicas elecciones de 2007 en las que perdió de manera acotada (menos de un punto) frente a Schiaretti. Distinta suerte corrió en 2011, cuando fue derrotado por amplio margen (13 puntos) por De la Sota.
La campaña transcurrió en un clima destemplado, en donde las propuestas fueron escasas. Además, no hubo debate entre los candidatos; ni siquiera exposiciones, como aconteció en 2015 y 2019. El chato proceso electoral se complementa con una sensación de apatía generalizada de parte de la sociedad.
Las horas previas a la elección fueron frenéticas tanto para el oficialismo como para la oposición. En persona y junto a su grupo de colaboradores más estrechos, Llaryora repasó departamento por departamento para ajustar los detalles finales antes de un día clave para su carreta política.
En el búnker de Juez sucedió algo similar. El trabajo de última hora se centró en garantizar la fiscalización en toda la provincia, especialmente en algunos rincones del interior profundo.
TODO LO QUE ESTÁ EN JUEGO
Desde las 8 y hasta las 18, 3.050.212 de cordobeses podrán sufragar en las 9.060 mesas habilitadas en los 1.487 colegios dispuestos en toda la geografía provincial. Se trata del 11° turno electoral provincial desde la restauración democrática de 1983.
Además de gobernador y vice, los comicios de hoy servirán para renovar la Legislatura unicameral. Hay 70 escaños por cubrir, de los cuales 44 surgirán del reparto a través del sistema proporcional D’Hondt y que corresponden a la denominada lista “sábana”; mientras que los otros 26 será asignados al candidato de la fuerza que logre la mayor cantidad de votos en cada uno de los 26 departamentos.
En 227 municipios y comunas los comicios provinciales coincidirán con elecciones locales. Como sucede desde que el peronismo está en el poder, la mayoría de gobiernos locales que ponen en juego sus gestiones son del oficialismo provincial. Entre las más importantes se destaca San Francisco, el terruño que gobernó y de donde es oriundo Llaryora. También habrá comicios en Villa Carlos Paz y en otras importantes localidades.
Por cuarta oportunidad, desde la reforma electoral aprobada en 2008, los cordobeses votarán utilizando la boleta única de sufragio (BUS).
La logística estará por primera vez en manos de la empresa Ocasa, que repartirá y recolectará las urnas de votación. En tanto que la firma Magic Software Argentina (MSA) estará a cargo del sistema de cómputos para procesar la información de cada una de las mesas.
Se espera que los primeros resultados oficiales del escrutinio provisorio estarán disponibles no antes de las 21. En esta dirección podrán seguirse en vivo los guarismos de los comicios: cordoba.datosoficiales.com.
A diferencia de 2019, no habrá centro de cómputos para cargar de manera manual los datos de las mesas. En esta ocasión, se elimina el traslado del acta de escrutinio, que será transmitida digitalmente desde el lugar de votación hasta un “centro de flujo” desde donde se irán informando los resultados. Las autoridades aseguran que el proceso de difusión de datos se agilizará.
Pero hay dudas sobre cómo funcionará la conectividad para la transmisión de los datos.
EN BUSCA DE LAS BANCAS
Además de los postulantes ya mencionados, hay otras nueve propuestas que apuntan a quedarse con algunas bancas de la Unicameral. En ese lote aparecen Aurelio García Elorrio (Encuentro Vecinal Córdoba), Creo en Córdoba (Federico Alesandri), Liliana Olivero (Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad), Rodolfo Eiben (Frente Liberal Demócrata Desarrollista), Agustín Spaccesi (La Libertad Avanza), Julia Di Santi (Nuevo MAS), Fernando Schüle (Partido Humanista), Mario Peral (Unión Popular Federal) y Patricia “Bon” (Popular).
El piso para ingresar a la Unicameral estará en 2.5 puntos (unos 45 mil votos).
Los casos de Eiben y Spaccesi tienen especial atención porque buscan representar al votante que se referencia en el candidato a presidente Javier Milei, que, como sucede en la mayoría de las provincias, no apoyó explícitamente a los candidatos locales.
Por ser el regreso de una propuesta K a la competencia provincial –en 2019 Cristina Kirchner bajó la lista–, la boleta de Alesandri en binomio con la camporista Gabriela Estévez genera interés por el nivel de acompañamiento en la provincia más refractaria al kirchnerismo.