Sociales

La campaña «Al frío le ponemos corazón» continua con las entregas de lo confeccionado

En la tarde del martes, se hizo una nueva entrega de lo realizado por las “manos tejedoras” a La Luciérnaga y a la Guardería Paula Albarracín de Sarmiento.


La Luciérnaga es un espacio pensado para la garantía y ampliación de derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la ciudad de San Francisco.

“Desde el año 2003 el desarrollo de las actividades, el acompañamiento socioeducativo, el arte y la educación, son nuestros principales ejes de trabajo. A lo largo del tiempo se desarrollaron diferentes proyectos orientados a promover los procesos de alfabetización, fortalecer los aprendizajes adquiridos en la educación formal, y promover el acceso al arte y la cultura de niños, niñas y adolescentes”, comentó Celeste Bono, Trabajadora Social que integra el equipo de La Luciérnaga.

Además, mientras se realizaban mas tejidos, este martes en el Superdomo estuvo presente Banda Libre, el proyecto musical de la institución, compuesto por jóvenes que viven en un contexto de vulnerabilidad social y que, a pesar de no contar con experiencia previa en el mundo de la música, encontraron en este arte una vía de expresión artística. Dicho grupo musical cuenta con 17 integrantes, 4 de los cuales son talleristas del espacio. Los adolescentes participan también en Taller de Formación musical en instrumentos.

Para finalizar Celeste detalló las actividades que brindan actualmente:

  • Apoyo escolar y acompañamiento educativo nivel primario y nivel secundario
  • Taller de música para niños y niñas
  • Talleres de Instrumentos musicales para Adolescentes
  • Banda de música Banda Libre.
  • Curso de formación en Panadería y Pastelería.
  • Merienda.
  • Olla Popular semanal.

Por otra parte, la Guardería Paula Albarracín de Sarmiento, que se encuentra en barrio Roque Saenz Peña, es un lugar de contención y estimulación temprana para los 64 niños, de 45 días a 3 años, que asisten diariamente.

María Emilia González, su directora, expresó: «mi vida como la de las chicas que trabajan aquí transcurre a la par de lo que se vive acá adentro. Nuestra función es totalmente social y más allá de la parte docente, que hacemos hincapié por la parte educativa, por unas horas somos unas mamás de para nuestros niños y vas conjugando las dos funciones, es muy gratificante”.

«Ahora tenemos en cada una de las salas una docente que hace su labor educativa y apuntamos, no solo a la contención, sino a la estimulación temprana”, afirmó.

«Se hace un trabajo en conjunto y con el contexto general del niño, estamos pendiente de todos los aspectos del chico porque de eso depende su desarrollo. El objetivo común es la felicidad de los niños y la tranquilidad de las familias», finalizó González.