Diputados aprobó la Ley Bases y la vuelta de Ganancias
Con ayuda de los bloques dialoguistas, La Libertad Avanza le dio finalmente al presidente sus primeras dos leyes, a seis meses de su asunción. Presencias del Ejecutivo y cruces por el paquete fiscal.
A 200 días de la asunción de Javier Milei y 184 de la presentación del proyecto original, el oficialismo logró la sanción definitiva de la Ley Bases y el paquete fiscal, con el regreso del impuesto a las Ganancias. En una sesión donde no faltaron los cruces, La Libertad Avanza le dio luz verde a los primeros dos proyectos de esta gestión, tras un trámite con todo tipo de condimentos políticos que demoró seis meses.
La Ley Bases, que marcó el debut de un oficialismo en minoría, fue aprobada con los cambios del Senado y recibió 147 votos positivos de La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, el grueso de Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal, la Coalición Cívica, el MID y otros bloques minoritarios; 107 negativos de Unión por la Patria, la izquierda, el socialismo y la cordobesa Natalia De la Sota; y 2 abstenciones (Mónica Frade de la CC y Sergio Acevedo de Santa Cruz).
Se aprobó la Ley Bases y el Paquete Fiscal: regresa Ganancias
“Es la reforma más importante de la historia, por tamaño. Si es la más importante de la historia, medio año no me parece mucho. Obviamente siempre se puede mejorar y hubiera sido mejor que esté antes, pero esta no es una ley para el Gobierno, es una ley para todos los argentinos. Empieza una nueva etapa”, destacó más temprano el presidente de la Cámara baja, Martín Menem.
El debate fue monitoreado desde Casa Rosada, mientras por el Congreso desfilaron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y su segundo, José Rolandi, quien se transformó en protagonista como negociador y redactor de la letra chica.
En la Ley Bases, el oficialismo reunió una mayoría más holgada que la última vez, cuando había logrado 142 votos, porque se sumaron radicales disidentes que antes habían negado apoyo, encabezados por Facundo Manes. Se aceptaron de esa manera los cambios introducidos por el Senado, entre los que se decidió sacar a Aerolíneas Argentinas, el Correo y los medios públicos del listado de privatizaciones.
Esa fue la última poda que el Gobierno tuvo que aceptar a cambio de votos, tras un debate verdaderamente extenuante donde cedió, en total, 426 artículos: pasaron de 664 del proyecto original, presentado a fines de 2023 por el entonces ministro Guillermo Francos en una caja cerrada con moño, a 238 finales. Al final del debate, el presidente del bloque kirchnerista, Germán Martínez, lanzó una chicana mostrando una caja como la original y una mucho más pequeña.
En el paquete fiscal, en tanto, el oficialismo pudo insistir en dos capítulos que fueron rechazados en la Cámara alta: la restitución de Ganancias (con 136 votos a favor, 116 en contra y 3 abstenciones, de Frade, la radical santacruceña Roxana Reyes y la peronista catamarqueña Silvana Ginocchio) y los ajustes en Bienes Personales (134 votos afirmativos, 118 negativos y 3 abstenciones, de Nicolás Massot, Margarita Stolbizer y Frade).
Por el contrario, no se logró revivir un artículo que instaba al Poder Ejecutivo a proponer un recorte del 2% del gasto tributario del Estado. Se necesitaban dos tercios de los votos porque el Senado lo volteó con esa mayoría, pero en Diputados se obtuvieron 148 votos a favor y 107 en contra. La clave fue el rechazo de Unión por la Patria.
El resto de las modificaciones al capítulo fiscal (como la prohibición de ingreso de extranjeros al blanqueo y la acotación de los sectores que podrán acceder a los beneficios del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones) fueron aceptadas con 144 avales, 108 rechazos y 3 abstenciones.
El mayor reto para La Libertad Avanza era el de Ganancias, un impuesto que Milei rechazó como diputado y ahora, como presidente, quiso reponer para oxigenar las arcas nacionales y provinciales. Durante toda la jornada el tema generó tensión porque los conteos arrojaban un número ajustado, pero el oficialismo finalmente no solo se aseguró la aprobación, sino que lo hizo con cuatro votos más que en la anterior, que había arrojado 132 votos.
Al igual que en el Senado, la resistencia de los patagónicos (región donde más impactaría la medida en los salarios) se hizo sentir. “Yo como sindicalista de Chubut no puedo dejar que los petroleros paguen Ganancias. No lo puedo permitir bajo ningún punto de vista. Este impuesto va a perjudicar enormemente la paz social de las cuencas petroleras. Nosotros la vamos a pelear: apenas tengamos el primer descuento de Ganancias le vamos a parar toda la actividad al país”, amenazó el diputado de Hacemos Jorge Ávila, que responde al gobernador Ignacio Torres.
A eso se sumaba un grupo de radicales sin obediencia a gobernadores, que a fines de abril acompañaron la vuelta del impuesto pero ahora se resistían a votarlo. Esos legisladores le transmitieron a Francos, en una reunión realizada este miércoles, la incomodidad de votar Ganancias cuando los municipios que gobierna el radicalismo no estarían recibiendo fondos de sus respectivas gobernaciones.
Ese fue el planteo que llevaron a la Casa Rosada Karina Banfi (Buenos Aires), Pablo Cervi (Neuquén), Francisco Monti (Catamarca), Gabriela Brouwer de Koning (Córdoba) y Roxana Reyes (Santa Cruz), entre otros.
Monti fue uno de los que exhortó a sus pares peronistas, que responden al gobernador Raúl Jalil, a contribuir al regreso de Ganancias, ya que la primera vez solo garantizaron un voto positivo y tres abstenciones. “Les quiero pedir a los diputados de mi provincia que se pongan la camiseta de Catamarca para recuperar la salud de las finanzas públicas”, alentó el diputado en el recinto.
En el mismo sentido se expresó, al cierre del debate, Miguel Pichetto. “Los gobernadores de Unión por la Patria deben estar muy atentos mirando este proceso”, ironizó el jefe de Hacemos, quien defendió a rajatabla el regreso de Ganancias y criticó a los senadores, representantes de las provincias, por haber volteado el capítulo.
El debate en la sesión tuvo dos aristas marcadas. Una fue la discusión constitucional sobre la posibilidad de revivir artículos rechazados en otra Cámara. “Más allá de las apariencias, acá no hay un debate constitucional genuino: se utiliza una interpretación constitucional para encubrir intereses políticos, juego de tironeos, confusión y estiramiento conceptual”, denunció el libertario José Luis Espert tras una extensa argumentación a favor.
El otro eje del debate fue el impacto que tendrá la vuelta de Ganancias y los cambios en Bienes Personales. Desde Unión por la Patria, un diputado del gobernador pampeano Sergio Ziliotto, Ariel Rauschenberger, advirtió: “Quieren hacernos creer que el paquete fiscal beneficia a las provincias, que lo piden los gobernadores, que esto va a contribuir a mejorar la situación fiscal y que va a aumentar la coparticipación, pero es una absoluta falacia”.
Según el legislador, “el paquete fiscal no solo no aumenta la recaudación, sino que complica las finanzas de las provincias, de la Nación y de los municipios. Restituir Ganancias para los trabajadores y bajarle Bienes Personales a los más poderosos afecta el superávit fiscal, que es ficticio, pero superávit al fin”.
También hubo opiniones a favor y en contra del RIGI, y el cordobés Carlos Gutiérrez (Hacemos) aprovechó para reclamar un guiño al campo: “Bienvenidas sean las inversiones planteadas en el contexto del RIGI, pero tiene que ser complementado. El RIGI que se simboliza en la Vaca Muerta tiene que ser complementado con la ‘vaca viva’, que ha sufrido 20 años las políticas de expoliación del kirchnerismo y es uno de los sujetos más dinámicos del desarrollo capitalista”.
Por el contrario, quien se dedicó a criticar el RIGI fue Máximo Kirchner, que rompió el silencio en el recinto. Advirtió que el régimen está pensado a 30 años y “excede largamente el mandato del actual presidente”. “Ojalá todos entendamos que el RIGI es demasiado, que tenemos que tener una mirada estratégica para no ser como el Congo”, subrayó.
A lo largo de seis meses, el debate de la Ley Bases atravesó todo tipo de vicisitudes, desde denuncias por “compra” de votos y supuestas irregularidades en el trámite parlamentario hasta un jefe de bloque oficialista eyectado (Oscar Zago, quien fue reemplazado por Gabriel Bornoroni) y la renuncia de Nicolás Posse como jefe de Gabinete, a lo que se sumó el frustrado Pacto de Mayo por las trabas en el debate del Senado.