Sociales

Continúa la campaña Al frío…le ponemos corazón

Como cada martes, se llevó a cabo una entrega más de lo confeccionado por las «manos tejedoras». En este caso fue a la Residencia Femenina «Alfonsina Storni» y a la Guardería Manuel Belgrano.


En la Residencia Femenina Alfonsina Storni existe un equipo de trabajo que funciona como una gran familia, donde se acompañan las diversas trayectorias de vida de niñas y adolescentes que por diversos motivos vinculados a la vulneración de derechos deben ingresar temporalmente a esta institución.

Lorena Chiabodano, responsable de gestión y Fabiana Saavedra co- responsable de la institución comentaron que “dentro del equipo de trabajo existen diversas profesiones con un enfoque común sostenido en que el objetivo es para todos el mismo: asistencia, acompañamiento, guía y fortalecimiento de cada una de las niñas y adolescentes”.

“Tenemos una dinámica familiar dentro de un marco institucional. Asistimos, contenemos en muchísimas situaciones, según las demandas de cada NNA».

«Somos la referencia de adultos que ellas tienen en estos momentos», aseguran «las tías», denominación que las NIÑAS Y ADOLESCENTES adoptaron para llamar a este equipo de profesionales.

De forma cotidiana, las habitantes de este espacio desarrollan todo tipo de actividades a fin de explorar y descubrir gustos e intereses. Trabajan incansablemente para expandir horizontes con la comunidad y redes estimulando así su desarrollo y crecimiento garantizando todos los derechos receptados en la ley provincial N° 9.944 y demás normativa nacional e internacional vigente en materia de niñez y promoción de derechos.

Independientemente del cargo que ocupen, bajo la mirada de quienes viven en el lugar, las «tías» son para todas iguales. El personal está conformado por veintiséis (26) personas, que cubren los puestos de educadoras sociales y acompañantes comunitarias, médico institucional, administrativa y equipo técnico conformado por trabajadora social, psicóloga y técnica en minoridad y familia.

En la residencia, las educadoras se ocupan de asistir y acompañar en todo momento, la labor. Cuenta con una gran apertura emocional, que requiere no solo de estar cuerpo presente si no de planificación, organización y responsabilidad.

Actualmente el edificio alberga a quince niñas y adolescentes. Además se acompaña desde el afuera a cuatro más que se encuentran con familias comunitarias.

Por otro lado, la Guardería Manuel Belgrano, ubicada en la zona sur de la ciudad, contiene a 83 niños que van desde los 2 hasta los 11 años de edad.

Allí funciona la sala cuna donde se trabaja la estimulación temprana, el jardín de infantes y se continúa con nivel primario.

“Los niños en Sala Cuna ingresan con 2 añitos y terminan con 3, mientas que a la edad de 4, 5 y 6 años pasan a jardincito. Después tenemos en lo que respecta a los niños de primaria apoyo y deberes personalizados por cada niño, de primero a sexto grado inclusive”, cuenta Claudia Comin, directora de la guardería.

“En salita cuna y jardincito trabajamos con estimulación temprana y personalizada a cargo de las docentes, asisten a la pileta climatizada del Sport Automóvil Club con la profesora Silvana Boaretto. Los pasantes en Educación Física del Instituto Fasta también nos acompañan con actividades, salidas educativas y recreativas, agrega Comin.

“En lo que respecta a los niños en primaria, tenemos proyectos áulicos, trabajamos con cinco escuelas este año porque nuestros niños de la tarde van a sus respectivos establecimientos educativos. Ellos acá en la guardería tienen su hora áulica para hacer deberes y apoyo escolar; después tienen clases de educación física, de inglés, de robótica.

“También tenemos un contacto fluido con las chicas del Ce.Mi.Ri del área discapacidad, somos el nexo para que los niños puedan ser atendidos ante alguna necesidad. El objetivo es acompañar de manera integral desde la guardería a la familia en pos del niño”.

“Desayunan, almuerzan, si algún niño no se encuentra bien se le hace menú especial previa prescripción médica. Contamos con una nutricionista que nos elabora el menú de forma semanal, tenemos menús de invierno y de verano. También festejamos los cumpleaños de los niños y niñas dividimos en semestres”.

“Con respecto a nuestra experiencia con los niños y niñas que finalizan el nivel primario es muy muy reconfortante saber que nos tienen en cuenta a la hora de pedir ayuda, ya que siguen contactando a las seños, por ejemplo para consultarle por algún tema que no entienden en la secundaria. Eso quiere decir que hemos dejado una pequeña enseñanza, que hay que pedir ayuda cuando lo necesitan, creemos que logramos un sentido de pertenencia”.