Bongiovanni admitió que mató a «Marita» y pidió perdón

«Pido perdón a mis hijos, padres y hermanos de Marita y a mi familia. A los papás de los chicos que estaban en jardín. Soy un muerto en vida en la cárcel», fue el mensaje que intentó dejar en el comienzo del juicio por el crimen de María Eugenia Lanzetti su ex esposo, Mauro Bongiovanni.

Esas palabras están en la carta que leyó en la mañana de hoy en el comienzo del juicio, admitiendo el crimen pero al mismo tiempo pidiendo ser considerado inimputable. Mientras leía su carta, sus dos hijos que tuvo junto a Marita, estaban presentes en la sala de la Cámara del Crimen de nuestra ciudad.

«Marita» tenía 44 años cuando fue asesinada por quien era su marido el 15 de Abril de 2015, en la sala de un jardín de infantes donde trabajaba ubicado en el Centro Vecinal de Barrio Jardín.

Bongiovanni, de 46 años y empresario, está acusado de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber sido cometido en un marco de violencia de género. De ser hallado culpable le corresponde la prisión perpetua.

Son 30 los testigos citados por la Cámara del Crimen. Se estima que demandarían tres días las audiencias, más uno para los alegatos, antes de dictarse sentencia. En principio, se presume que el Viernes o Lunes próximos quedaría finalizado el juicio.

A los tres jueces del tribunal se le suman ocho jurados populares.

Su abogado va por la inimputabilidad

Cuando tomó la palabra el abogado defensor del acusado, el Dr. Felipe Trucco expresó que su defendido es inimputable ya que tiene un déficit psíquico y se encargará de demostrarlo con pericias psiquiátricas y neurológicas como así también con peritos de parte calificados. .

Dijo Trucco que Bongiovanni está notablemente enfermo, que cuando tomó la decisión de asesinar a su esposa se mató a si mismo. Además cuestionó a la justicia porque no hizo nada a pesar de las denuncias por parte de «Marita» desde Septiembre del año 2014.

Si los jueces y los jurados populares entienden que es inimputable, Bongiovanni no recibiría ninguna condena por el crimen que cometió.