El plástico que no va a la basura sirve para mejorar viviendas
Son ladrillos ecológicos: se hacen con los restos reciclados de las botellas de plástico, que de ese modo no engrosan los basurales. Ahora, formarán parte de viviendas que serán mejoradas con su uso en Alta Gracia.
La organización local sin fines de lucro Ecoinclusión firmó un convenio con el municipio de esta ciudad con ese fin. La ONG viene trabajando en la reutilización de esos residuos de polietilen-tereftalato (PET). El acuerdo es para que lo producido sea destinado al municipio para la ampliación, remodelación y mejoramiento de casas precarias.
“Hay dos cuestiones positivas: por un lado, la disposición final de residuos PET provenientes de envases no retornables, y, por el otro, la creación de ladrillos ecológicos para el mejoramiento de viviendas carecientes”, planteó el intendente Facundo Torres.
Para la recolección de los envases, el municipio prometió colocar contenedores en distintos puntos de la ciudad. Según Torres, ya tienen un relevamiento de vecinos de sectores vulnerables a los que asesorarán en las modificaciones posibles de sus viviendas con estos productos.
“Estos ladrillos tienen todas las aptitudes técnicas de los comunes para construir una vivienda digna”, explicó Fabián Saieg, de la fundación Ecoinclusión.
Proyecto sustentable
Hace dos meses, Ecoinclusión ganó el premio latinoamericano al mejor proyecto sustentable de la red de universidades privadas Ilumno. Además, obtuvo el certificado de aptitud técnica que otorga la Subsecretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Nación y los ladrillos fueron homologados por el Conicet para la construcción de viviendas de hasta dos pisos.
Según datos de la fundación, en Córdoba se recupera menos del 10 por ciento de los residuos sólidos urbanos e industriales.
Proceso
Las botellas de plástico tardan unos 500 años en descomponerse y aún más si están enterradas.
Saieg explicó que, tras la recolección de esos envases, se trituran y ese material luego se mezcla con cemento y se vuelca en moldes. El costo de ese ladrillo es un poco más elevado que el común, pero el beneficio es la reducción de desechos que eso implica.
La máquina con que cuentan tritura sólo 30 kilos de plástico por día. Con 20 botellas de gaseosas de dos litros, se puede hacer un ladrillo.
El producto final es donado a proyectos comunitarios o entidades sin fines de lucro. Ahora, sumarán al municipio de Alta Gracia, a partir de los envases que se recolecten en la ciudad. “Mientras más gente se sume, más cantidad de ladrillos vamos a poder hacer”, apuntó Saieg.
La fundación fue creada en Alta Gracia en 2014. Hasta ahora, elaboraron, con voluntarios que colaboran, ladrillos con reciclado de plásticos que entregaron a familias de pocos recursos o instituciones, aunque en baja escala. También tienen un convenio con la vecina comuna de Los Aromos.
Fuente: La Voz del Interior. http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/el-plastico-que-no-va-la-basura-sirve-para-mejorar-viviendas?cx_level=flujo_2