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Aborto: larga el debate en el Senado, y hay final abierto

El proyecto de aborto legal empezará a discutirse hoy en el Senado y ya tiene fecha de debate en el recinto, el miércoles 8 de agosto. Sin embargo, la definición final podría postergarse a septiembre o a octubre, de nuevo en Diputados. La razón: una mayoría importante de los senadores se inclina por avanzar en un texto con modificaciones al aprobado en la cámara de origen.

Para la sesión del Senado del 8 de agosto, hay tres resultados posibles: el rechazo a la media sanción de Diputados, la aprobación con cambios o la aprobación sin cambios.

• Si el proyecto es rechazado, caerá la media sanción de Diputados y el aborto legal no podrá volver a ser tratado hasta el 1° de marzo próximo, pero como en 2019 la composición de las cámaras será la misma lo más probable es que no se debata hasta 2020.

• Si el proyecto es aprobado sin cambios, tal como salió de Diputados el 14 de junio, se convertirá en ley, y Mauricio Macri deberá decidir si la promulga, la veta parcialmente o la veta totalmente. El Presidente ya ha hecho saber a través de voceros que en tal caso la promulgará.

• Si la iniciativa es aprobada con cambios, deberá volver a la Cámara de Diputados. La Constitución Nacional dice que al devolver el texto, el Senado deberá indicar “el resultado de la votación” para determinar si fue por mayoría simple (la mitad más uno de los presentes) o por los dos tercios. Con esa misma mayoría, la Cámara de Diputados podrá convalidar los cambios o insistir en la redacción originaria.

Vale decir que pese al escenario complejo del Senado, la legalización del aborto tiene importantes chances de ser ley en cualquier Cámara.

Número alcanzable

En Diputados, el aborto legal fue aprobado con 129 votos afirmativos, 125 negativos y una abstención, la de la justicialista cordobesa Alejandra Vigo.

Esos 129 votos constituyen la mitad más uno de los votos si todos los diputados estuvieran presentes; de modo que, salvo que algunos de los que votaron afirmativamente se ausentaran o cambiaran de opinión, si el proyecto vuelve del Senado con cambios, podrían insistir en la redacción original sin problemas.

En cambio, no la tienen fácil los senadores que están por el “no”: buscan evitar un dictamen de rechazo liso y llano que los deje en el rincón de quienes quieren mandar a la cárcel a las mujeres que aborten, y para eso están elaborando una propuesta de despenalización.

Pero esa propuesta supondría en sí una modificación a la media sanción, con lo cual el proyecto debería volver a Diputados, que con un número asequible puede insistir en el texto original.

¿Por qué con un número asequible? Porque es muy difícil que el Senado apruebe el proyecto con los dos tercios de los votos de los presentes y así obligar a Diputados a conseguir los dos tercios para insistir.

En el Senado, hoy por hoy, se cuentan 27 votos a favor, 31 en contra y 14 indefinidos. Ni contando a todos los indefinidos, los antiabortistas llegarían a los dos tercios, que son 48 votos, siempre teniendo en cuenta que estén todos los senadores presentes.

En sus marcas

Hoy, a partir de las 17, en el salón Illia, se reunirá por primera vez el plenario de las comisiones de Salud (cabecera), Justicia y Asuntos Constitucionales del Senado para empezar el tratamiento formal del proyecto aprobado en Diputados.

En la reunión se establecerá un esquema de trabajo hasta la firma de dictámenes, el miércoles 1° de agosto, una semana antes de la discusión en el recinto.

Fuentes parlamentarias anticiparon que la idea es tener dos reuniones semanales –los martes y los miércoles–, en las cuales se escuchará la opinión de invitados, entre quienes se destaca el ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein.

Además de la media sanción, el temario incluye otros proyectos de los antiabortistas Federico Pinedo (PRO-Capital), Guillermo Pereyra (MPN-Neuquén) y Miriam Boyadjian (MPF-Tierra del Fuego).

Definiciones

En la antesala del inicio del debate en comisiones, la senadora Gladys González (PRO-Buenos Aires) se declaró a favor de la legalización del aborto y dijo que, aunque propone cambios, estos “no son condicionantes” para su voto afirmativo.

La definición de la senadora se produjo un día después del revuelo que causaron las declaraciones de la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien expresó su rechazo al aborto, incluso si el embarazo fuera fruto de una violación.

Trascendió que la postura anticipada de González fue una estrategia del PRO para levantar el perfil del espacio, después del rechazo que causaron los dichos de Michetti, una de las principales figuras del partido del presidente Macri.

“Creo que existe vida desde la concepción. Siempre lo creí y lo seguiré creyendo. Estos meses pensé y reflexioné mucho sobre esta ley, y entendí que votar en contra y penalizar a las mujeres no salva ninguna vida”, dijo González en un comunicado que publicó en redes sociales y que distribuyó ampliado a los periodistas.

González indicó que como senadora nacional debe “sancionar leyes para toda la población” y que “esta ley no obliga a ninguna mujer a abortar, y evita que la mujer que decide hacerlo sea condenada a morir”.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior