Policiales

Anticipan una dura batalla por el ajuste jubilatorio

La nueva fórmula que propone el Gobierno nacional para actualizar el haber jubilatorio, a partir de 2018, generó diferencias con el peronismo e, incluso, hacia adentro de Cambiemos, dado que hay legisladores y funcionarios que se niegan a un ajuste sobre los jubilados.

Los planes oficiales, con aval de los gobernadores en el marco del Pacto Fiscal, no caen bien en un sector más ligado al radicalismo y tampoco en el PJ, aunque en este espacio admiten que si los jefes provinciales ya dieron su aval, “será más difícil” oponerse.

En el Gobierno ya escucharon a la Anses: los técnicos del organismo afirman que el nuevo cálculo decididamente planchará los haberes y recomiendan subir fuertemente el plus que va por encima del ajuste por inflación.

En el entorno de Elisa Carrió estiman que la diputada no convalidará la nueva fórmula y pedirá una alternativa superadora. Y citan que en febrero pasado ya puso el grito en el cielo cuando Hacienda intentó “reinterpretar” el actual ajuste jubilatorio y reducir el margen de aumento.

El clima social en torno de este tema se va calentando: movimientos sociales realizaron ayer una protesta frente a la Anses para exigir la implementación de un bono de fin de año para jubilados y para beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y advirtieron que “en diciembre va a haber mucha conflictividad” si no se cumple con este reclamo.

Desde el bloque peronista en el Senado, que conduce Miguel Ángel Pichetto, estiman que hay una carta de negociación porque no existen –por ahora– objeciones a otros puntos centrales de la Reforma Previsional.

Hay consenso en aprobar el piso del 82 por ciento móvil para quienes hayan aportado 30 años y de facilitar la opción de permanencia en actividad hasta los 70 años para los hombres y hasta 65 años para las mujeres que opten por no jubilarse. “Es una ventaja para el que labura”, responden los peronistas, dado que hay personas que llegan a la actual edad jubilatoria con vitalidad y no quieren pasar al sector pasivo porque el haber es sensiblemente inferior al sueldo neto.

Hay ya cierto consenso en que la nueva fórmula de actualización terminará aplanando las jubilaciones, con incrementos trimestrales ínfimos por sobre la inflación que reporte el Indec, por lo que el espíritu es “retocar” la fórmula en el debate legislativo.

Como un paso más en su intención por ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), el Gobierno busca que la Argentina también utilice la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) general como instrumento para ajustar las jubilaciones.

Pero ocurre que la canasta de los jubilados suele experimentar variaciones mayores, dado que estos destinan hasta el 90 por ciento de sus ingresos a medicamentos, alimentos y servicios, que son los que más vienen subiendo en los últimos años.

El Gobierno propone que ese índice sea incrementado con el 5 por ciento de la variación porcentual real del Producto Interno Bruto (PIB). Por lo que si la expansión económica es del 4 por ciento, lo que se le sumará al haber jubilatorio por PIB es de 0,2. En 10.000 pesos de jubilación, son 20 pesos extra. En el peronismo, e incluso en el radicalismo, coinciden en que ese plus es “poco” no sólo por la suma irrisoria, sino también porque habrá un desfasaje de al menos seis meses en 2018, dado que en el arranque se calculará sobre los datos del PIB del tercer trimestre de 2017.

Reconocen los legisladores del PJ que los países de la Ocde ajustan las pensiones como pretende el Gobierno, pero no quieren asumir el costo político de que las jubilaciones suban 5 por ciento en marzo cuando por la actual fórmula de la Anses debería ser 12 por ciento.

“No nos podemos quedar nada más con el proceso inflacionario, y veamos si podemos tener un plus real. Ese 5 por ciento sobre PIB es un chiste, vamos a tener que pelear para ver si es un poco más. Será un tema álgido”, planteó un senador peronista a este diario.

“Que la CGT venga a poner la cara”, respondió otro legislador del PJ. Es que la central obrera cerró el acuerdo de la Reforma Laboral con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, el mismo que determinó junto con su par Nicolás Dujovne la fórmula para el ajuste jubilatorio. La CGT sería convocada la semana que viene. “Por un lado, negocian con el Gobierno; y por el otro, te mandan a Pablo Moyano a hacer quilombo”, se quejan en el peronismo.

Dos nuevos ministros

El presidente argentino, Mauricio Macri, tomó juramento a los nuevos ministros de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y de Salud, Adolfo Rubinstein.

En Córdoba, trascendió la posibilidad de que el ingeniero agrónomo Fernando Canosa, ligado a la producción ganadera en Córdoba, se integre al equipo de Etchevehere en la Subsecretaría de Ganadería.

También se mencionó al consultor Víctor Tonelli como otro potencial integrante de la cartera.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior

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