Argentina y Brasil extendieron hasta 2029 el libre comercio de automotores
Para darle más previsibilidad al vapuleado sector automotor y fortalecer uno de los pilares de la relación bilateral, Argentina y Brasil firmaron ayer un nuevo acuerdo que establece una década de cambios graduales en ese intercambio administrado y la puesta en marcha del libre comercio desde 2029.
“El acuerdo fija un horizonte de previsibilidad para el comercio bilateral. Hoy, ya están seteadas para los próximos 15 años cuáles serán las reglas de juego con México, con la Unión Europea y, ahora, con Brasil”, destacó a La Voz Fernando Grasso, secretario de Industria de la Nación.
El funcionario también resaltó que “Córdoba es una base donde la producción automotriz está orientada a la exportación” y que “este acuerdo sostiene esa estrategia y abre, también, nuevas oportunidades derivadas directamente de ese esquema productivo”.
El nuevo tratado prolonga las reglas para el intercambio administrado de la producción hasta 2029. Ese esquema ahora variará gradualmente para resolver cualquier interferencia de manera previa al arranque del libre comercio.
El intercambio automotor entre Argentina y Brasil se balancea a través de un coeficiente conocido como “flex”. El flex era hasta ahora de 1,5 porque establecía que, por cada dólar exportado hacia Brasil, se podían importar 1,5 dólares sin aranceles desde ese país.
Pero el nuevo entendimiento fija un incremento escalonado del flex: pasará a menor o a igual (≤) 1,7 hasta el 30 de junio del año que viene; ≤ 1,8 hasta junio de 2023; ≤ 1,9 hasta junio de 2025; ≤ 2,0 hasta junio de 2027; ≤ 2,5 hasta junio 2028, y ≤ 3,0 hasta junio 2029. Luego regirá el libre comercio.
Oficialmente, se informó además que el acuerdo firmado reemplaza al Protocolo 42 del ACE 14, que establecía el libre comercio bilateral a partir de julio de 2020, y que el pacto se complementa con otros dos acuerdos similares firmados recientemente por Argentina: México y la Unión Europea.
Una de las principales novedades es que así se trató de ponerle fin a la lógica de readecuar los acuerdos cada dos años. El objetivo central, según resaltaron desde las administraciones de ambos países, es darles mayores certezas sobre el campo de acción de largo plazo a las industrias que operan en el sector automotor.
“Es un sector que representa casi el 50 por ciento del comercio que tenemos con Brasil. Y veníamos cada dos o tres años renovando acuerdos sin darle previsibilidad al sector para que pudiera tomar las decisiones más concretas y más estables”, reconoció el ministro de Producción y de Trabajo, Dante Sica, quien firmó el acuerdo con el ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes.
El propio Mauricio Macri salió ayer a resaltar el nuevo entendimiento formalizado con la administración de su par Jair Bolsonaro. Apenas se firmaron los documentos en Río de Janeiro, el jefe de Estado se pronunció para calificarlo como un acontecimiento “clave para la industria”.
“Este acuerdo es fundamental porque les da previsibilidad a las terminales y a todos los que integran la industria para que puedan desarrollarse y crear empleo de calidad para los argentinos”, afirmó Macri, luego de repasar el valor del sector porque “representa nuestro segundo complejo exportador, el 40 por ciento de las exportaciones de manufacturas de origen industrial, y genera más de 160 mil empleos”.
Las conversaciones
El entendimiento demandó negociaciones que se iniciaron en febrero pasado. Incluso, Sica y Guedes se ocuparon, durante una conferencia de prensa conjunta, de desvincular el anuncio con el proceso electoral en la Argentina. “El proceso electoral no aceleró la toma de decisiones”, sentenció el funcionario argentino.
Aprovechó para señalar que en el nuevo escrito también se “consolidaron los subsidios y las políticas de apoyo en cada país”, por lo cual explicó que “si mañana una provincia le quiere dar subsidios a una industria para que establezca, esa fábrica perderá la preferencia arancelaria para exportar a la Argentina o a Brasil”. “Si quieren hacerlo, tendrán que pagar el arancel que corresponda. Esto es bueno porque se empieza a emparejar la cancha”, evaluó Sica.
Según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), la producción nacional registró en agosto un desplome del 37,5 por ciento respecto a igual período de 2018. Con la misma comparación, las exportaciones cayeron 32,8 y las ventas a concesionarios, 27,2 por ciento.
La situación alcanza particularmente a Córdoba, donde están instaladas las plantas de Fiat y de Renault, la planta de camionetas de Nissan, la productora de camiones Iveco y la fábrica de cajas de transmisión de Volkswagen.
También el sector autopartista tiene un rol clave en Córdoba. Antes de emitir una opinión, la Cámara de Industriales Metalúrgicos prefiere esperar los detalles que se darán a conocer el lunes en la Casa Rosada, explicó Isabel Martínez, vicepresidenta.
“Para los autopartistas, que suba el flex no es bueno; pero frente a la alternativa del libre comercio, es mejor que nada. Necesitamos saber cómo quedamos parados en ese acuerdo”, sostuvo la dirigente. “Al subir el flex, se pueden importar más cosas de Brasil que las que les exportamos desde acá”, dijo.
Martínez señaló que la situación de las autopartistas se agravó con la devaluación porque las terminales no reconocen en pesos los mayores costos en dólares.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior