Aseguran que la baja en el consumo de carne hizo que el precio se estabilizara
En tanto lo que pagan los frigoríficos al productor sigue desactualizado entre un 15 y 20 por ciento, ya que ronda los 3.000 pesos el kilo limpio, según relataron desde el sector. Los impuestos son «abusivos».
Diego Sara, productor ganadero y dirigente de la Federación Agraria filial Presidente Roca, habló sobre la situación actual del sector cárnico, señalando que si bien se recompuso el precio que se le paga al productor ganadero (por parte de los frigoríficos) en comparación con uno o dos años atrás, se sigue atrasado en el valor con respecto a la inflación, a los costos de producción- muchos de ellos en dólares- y a la carga impositiva que «continúa siendo la misma, más allá del cambio de gobierno». Sara detalló que «se le paga al productor 3.000 pesos el kilo de carne a gancho (limpio ya faenado) y entre 1.500 y 1.700 pesos el kilo vivo, cuando hoy tendríamos que hablar de 3.500 a 4.000 pesos el primero y de 2.000 a 2.200 pesos el segundo, «lo que implica un 15 o 20 por ciento de atraso». Esta diferencia, señaló, es la que hay entre el valor del dólar oficial y el dólar blue en la actualidad.
El argumento de los frigoríficos para no pagarle más al productor es que consideran que la carne argentina es cara y que podrían conseguir el novillo más barato en el Mercosur (Uruguay, Paraguay, Brasil). «Es una manera de defenderse para no actualizar los precios al productor», comentó. Sin embargo, Sara subrayó que no se toma en cuenta el elevado costo de producción local, incluyendo la implantación de pasturas, alquiler de campos y compra de alimentos para los animales, especialmente después de tres años de sequía. «Este año tuvimos un inconveniente extra que fue la chicharrita que se llevó los maíces, y muchos productores estamos sin maíz, por lo que hubo que salir a comprarlos, lo que no es lo mismo que producirlo uno», añadió. Además hizo referencia al costo de otros insumos como herbicidas, semillas y el combustible, que actualmente cuesta bastante más que un dólar. «Todo eso ha hecho que el costo de producción sea alto, por eso consideramos que el valor del novillo en pie sigue un poco atrasado».
En cuanto al consumo interno de carne, Sara mencionó que «se encuentra tranquilo porque la situación económica no está fácil». Por lo que esa merma de compra hizo que el precio del producto en las carnicerías se mantenga o en algunos casos baje. Tal es el caso de novillo pesado de exportación, que si bien la Cuota Hilton es la que se vende afuera del país, el resto queda para consumo interno. En tanto el novillo mediano que es el que se vuelca a las carnicerías completamente, sigue manteniendo el precio. Pero aún así hay una baja en el consumo de carne, si bien los productores «siguen vendiendo de manera normal».
Sara fue enfático al señalar que la carne continúa teniendo un 9% de retenciones y que «la carga impositiva es muy alta, abusiva», por lo que ropuso revisar este tema para mejorar la competitividad y la producción del sector cárnico. Respecto a las perspectivas para el segundo semestre del año, el entrevistado expresó que será crucial observar cómo se desarrolla el clima, con la posible llegada de otro fenómeno de sequía. También mencionó la necesidad de medidas gubernamentales que puedan incluir exenciones de impuestos y créditos más accesibles para los productores. Pero sin perder de vista la mejora en el poder adquisitivo de la gente para que se pueda aumentar el consumo de carne.
Finalmente, Sara abordó la cuestión de la seguridad en el sector rural, un problema creciente con el aumento de los abigeatos en la región. «Es un tema preocupante, en el cual nos encontramos trabajando junto con la Sociedad Rural», afirmó. Si bien valoró la iniciativa del Fiscal Regional Bottero de reunir a las partes interesadas, enfatizó la necesidad de «más decisiones políticas para destinar mayores recursos económicos y humanos» ante la falta de personal, de móviles e infraestructura adecuada para patrullar las vastas hectáreas alrededor de Rafaela. Además, destacó la importancia de brindar seguridad a la gente del campo para evitar el desarraigo rural. «La faena clandestina y el abigeato siguen siendo problemas preocupantes», concluyó.