Barbijos caseros: La OMS cambia su postura y recomienda tres tipos de tela
El dinamismo y la incertidumbre son dos características centrales en una pandemia y la de Covid-19 no es la excepción. Pero la incertidumbre va reduciéndose a medida que aumenta el conocimiento sobre el comportamiento del nuevo coronavirus y crece la evidencia en relación a la efectividad de las medidas tomadas para controlar su propagación, lo que puede provocar cambios en las recomendaciones.
Dijo, además, que la actualización de las recomendaciones se basa en la evolución de la evidencia y proporciona consejos sobre «quién debe usar una máscara, cuándo debe usarse y de qué debe estar hecha».
En Argentina, la recomendación de uso de tapabocas casero emitida por el Ministerio de Salud rige desde abril, luego de que varias jurisdicciones dispusieran su uso obligatorio en lugares públicos.
Nuevas evidencias
En la actualización de la guía de consejos, la OMS onsidera que a medida que los países van levantando las medidas de confinamiento y las restricciones de movimiento es necesario que las personas las utilicen para protegerse en situaciones en las que no se puede aplicar la distancia social recomendada.
Hasta ahora, la OMS solo recomendaba -según su guía del pasado 6 de abril- el uso de mascarillas para la gente que atendía a personas potencialmente infectadas, o que estaba con tos o estornudos; así como para el personal sanitario.
Las máscaras recomendadas para el público en general son las de tela, que deben cumplir ciertas condiciones para que realmente representen una protección para quien las usa y para el resto de la comunidad.
La experta del Departamento de Emergencias Sanitarias de la OMS, April Beller, explicó a la agencia de noticias Efe que hay nuevas evidencias científicas (a partir de investigaciones de las universidades de Stanford y Colorado) sobre las máscaras de tela, los diversos materiales de los que puede estar hechas y el nivel de protección que confieren.
Esos estudios revelaron cuáles son los materiales que pueden actuar como «barrera» a las microgotas que expelen las personas contaminadas cuando tosen o estornudan,y la manera en que deben combinarse para cumplir ese objetivo.
«Si yo estoy infectada o tosiendo, todo entra en la máscara y no sale por el otro lado, así que es una manera para proteger al resto de personas», comentó Beller.
La guía orientativa de la OMS recalca que no todas las máscaras de tela tienen la misma calidad de filtración, uno de las factores determinantes para su efectividad.
«La distancia es la mejor prevención que existe. Si no es posible, ¿por qué la tela? Porque las mascarillas quirúrgicas deben ser guardadas para el personal sanitario», dijo Beller.
Una excepción debe ser hecha para las personas de más de 60 años o que padecen enfermedades crónicas, a quienes ahora la OMS también recomienda el uso de mascarillas médicas.
Materiales
Beller explicó que lo ideal es combinar las telas y que la mascarilla tenga tres capas, utilizando el material más absorbente (por ejemplo, el algodón) más cerca de la boca, lo que hará que, si se tose, las gotas de saliva se queden allí.
Por fuera debería ir el material más repele el agua, como el poliéster, mientras que como filtro (al medio) se podría utilizar el polipropileno, que es el material que se utiliza en las mascarillas quirúrgicas.
En muchos países las mascarillas más utilizadas son las de algodón hechas de manera artesanal, sea porque las mascarillas quirúrgicas escasean, porque están reservadas para el personal médico o porque resultan más baratas.
Utilizarlas es mejor que nada, pero el problema que tienen es que «absorben mucho el agua, así que cuando se mojan hay que cambiarlas porque pueden estar contaminadas», mencionó Beller.
Cómo usar el tapabocas correctamente
Las reglas para la utilización las mascarillas son tan importantes como el material del que estén hechas: hay que lavarse o desinfectar las manos antes de colocarlas, y si se usan por poco tiempo -por ejemplo, para un trayecto en transporte público- pueden ser guardadas en una bolsa de plástico para volverlas a utilizar luego.
Lo recomendable es lavarlas todos los días, idealmente a 60 grados y, si esto no es posible, a mano, con agua, desinfectándolas un minuto con cloro y enjuagándolas muy bien a continuación.
Otro aspecto a tener en cuenta es que si están muy estiradas, no funcionan; que deben cubrir nariz, boca y mentón, y que deben estar bien pegadas al rostro por todos los lados.
Por otra parte, la nueva guía de la OMS señala que todas las personas que trabajan en instalaciones médicas atendiendo a todo tipo de enfermos, y no solo a pacientes con COVID-19, deberían utilizar máscaras médicas.
Fuente: Clarín