Bolsonaro prometió cambiar el destino de Brasil
Jair Bolsonaro fue consagrado ayer presidente de Brasil, en una elección marcada por el enfado de millones de brasileños tras años de una grave crisis institucional y el descrédito de las viejas clases políticas.
Bolsonaro, un exmilitar de 63 años, ganó la segunda vuelta de las presidenciales con al menos el 55,14 por ciento de los apoyos, frente al 44,84 por ciento que obtuvo el izquierdista Fernando Haddad.
Bolsonaro era desde hace semanas claro favorito para ganar unos comicios marcados por una alta polarización política, y será el primer presidente de extrema derecha en el gigante sudamericano tras el final hace 33 años de la última dictadura militar (1964-1985).
“No se podía seguir flirteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda”, opinó Bolsonaro en su primera intervención después de que se conociera su victoria.
Además, remarcó su voluntad de “comenzar a construir un Gobierno que pueda realmente colocar a nuestro Brasil en un lugar destacado”.
En un momento, destacó que se inspirará en grandes líderes mundiales y levantó con su mano, señalando a cámara, una biografía de Winston Churchill, el primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego salió a la puerta de su casa, en el barrio de Barra de Tijuca en Río de Janeiro, y prometió: “Haremos un gobierno decente, comprometido con nuestro país y nuestro pueblo”. También dijo que construirá una “nación grande, libre y próspera”.
Haddad reconoció su derrota en una breve comparecencia en su sede de campaña en la metrópoli San Pablo, pero evitó felicitar a Bolsonaro. “Vivimos un período en el que las instituciones son colocadas a prueba en todo instante”, dijo el político de 55 años del Partido de los Trabajadores (PT).
“Tenemos una tarea enorme en el país, que es, en nombre de la democracia, defender el pensamiento, las libertades de los 45 millones de brasileños que votaron por nosotros”, agregó.
Diversidad
Luego de una campaña en la que en varias ocasiones utilizó un tono confrontativo y violento, Bolsonaro llamó a la edificación de un “Brasil de diversas opiniones, colores y orientaciones”.
“Nuestro gobierno será constitucional y democrático”, expresó en lo que pareció un mensaje a quienes lo acusan de ser autoritario y antidemocrático. En ese mismo tono, remarcó: “No hay brasileños del sur y del norte, somos todos una sola nación”.
Tras reivindicar el derecho de propiedad y hablar de la importancia de la creación de empleos y el equilibrio fiscal, aseguró: “Gobernaremos con el ojo en las próximas generaciones y no en las futuras elecciones”.
“Liberaremos al país del tinte ideológico que tienen nuestras relaciones internacionales. Dejaremos de estar lejos de las naciones desarrolladas”, aseguró sobre la futura diplomacia brasileña.
“Somos un gran país, vamos a transformarlo en una gran nación”, pidió, antes de cerrar su discurso con su lema de campaña: “Brasil por encima de todos, Dios por encima de todo”.
Escenario difícil
Bolsonaro llega a la presidencia impulsado por el voto de protesta de millones de brasileños hastiados de las revelaciones de corrupción, la crisis económica y la ola de violencia que castiga en los últimos años al país.
El atentado que sufrió el 6 de septiembre lo ayudó en parte a cimentar su popularidad. Compensó su ausencia en los debates y en las calles con su presencia masiva en las redes sociales.
La investidura de Bolsonaro será el 1° de enero de 2019. Más de 147 millones de brasileños estaban llamados a las urnas en la elección más grande de América latina.
Brasil está sumido desde 2014 en una fuerte crisis institucional por los casos de corrupción destapados por el “Lava Jato”.
A ello se suman los efectos de una dura recesión, que condujo a una contracción del 7 por ciento del producto interno bruto (PIB) entre 2015 y 2016, y una ola de violencia e inseguridad. En 2017 fueron asesinadas más de 63.000 personas en el país.
Bolsonaro cosechó apoyos en amplios sectores de la población, incluso entre votantes moderados, con su discurso contra las elites políticas y sus promesas de mano dura para combatir el crimen.
Felicitaciones
El presidente electo de Brasil recibió felicitaciones de muchos mandatarios del mundo. El jefe de Estado argentino, Mauricio Macri, escribió en su cuenta de Twitter: “Felicitaciones a Jair Bolsonaro por el triunfo en Brasil! Deseo que trabajemos pronto juntos por la relación entre nuestros países y el bienestar de argentinos y brasileros”. También lo felicitaron otros mandatarios de América latina, como Sebastián Piñera, presidente de Chile y Peña Nieto.
Bolsonaro contó que recibió una llamada telefónica de felicitaciones de parte del mandatario estadounidense, Donald Trump. “Me deseó buena suerte el presidente de Estados Unidos”, dijo el mandatario electo en las redes sociales, durante un video desde su casa en la noche de la victoria.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior