Economía

Caja de Jubilaciones: la Nación pone en Córdoba apenas el 20% de lo que prometió

El cálculo de la Provincia es que debiera aportar este año 81 mil millones de pesos, pero sigue mandando 13 mil millones, como hace desde el 2020. El desafío de Osvaldo Giordano en el gobierno de Milei.


Cuando termine el año y la Caja de Jubilaciones y Pensiones termine de abonar haberes y medio aguinaldo, habrá ejecutado un gasto de 494 mil millones de pesos en el 2023 y le habrán faltado 124 mil millones de pesos.

Como es sabido, la Nación se borró del aporte que se comprometió a realizarle a la Caja de Jubilaciones de Córdoba, lo que generó un problema de magnitud: el Tesoro provincial habrá auxiliado al sistema previsional en 68 mil millones de pesos que no estaban previstos. Así, Anses, que debiera asumir el 65% del rojo local, terminará aportando apenas para el 10%. Semejante huida significa que pone apenas el 20% de lo que debiera aportar.

Hay leyes específicas al respecto, está establecido en la ley de presupuesto nacional y hay incluso una demanda ante la Corte Suprema de Justicia pero ni así: gira un aporte simbólico todos los meses, congelado desde el 2018. Transfiere apenas 1.072 millones de pesos al mes cuando debiera, a valores de octubre, mandar 7.470 millones. Tranqui: 86% menos.

La gran incógnita ahora es qué hará Javier Milei al respecto: enfatizó que respetará los compromisos firmados pero también es sabido que parte del ajuste fiscal pasará por el recorte de las transferencias a las provincias.

En esta incertidumbre será relevante la presencia de Osvaldo Giordano en Anses: se descuenta que bregará para ponerse al día, aunque quizás también apueste a una solución más de fondo y estructural cajas 13 cajas no transferidas.

De los 494 mil millones de gastos ejecutados, los ingresos genuinos de la Caja (aportes y contribuciones) suman 307 mil millones, el 62%. Sin aportes excepcionales, al sistema previsional cordobés le falta estructuralmente el 38% de los recursos.

VÍAS

Ese rojo, originalmente, está previsto que fuera cubierto por seis vías:

Uno, aportes complementarios. Es la cifra más relevante: en el 2023 se proyecta que sumen 86 mil millones de pesos. Son las alícuotas adicionales a las que fija Anses que hacen algunos sectores como el judicial, Bancor o Epec. En la práctica, implica mayor costo laboral para el Estado o menor salario para los empleados. Con esto, el rojo a financiar queda en 124 mil millones. Es el “déficit puro” o contable para el que hay que salir a buscar plata todos los meses.

Dos, la Nación. Las transferencias de Anses son el resultado de una negociación que llevó más de una década y que le reconoce a las 13 provincias que no transfirieron un aporte similar al que Nación hace a las provincias que transfirieron sus sistemas a Anses y que se desentendieron de ese gasto: ahí aportan sus activos, de ahí cobran sus pasivos y lo que falta pone Anses.

Ese acuerdo reconoce el déficit del año anterior y envía la doceava parte todos los meses del año siguiente. Luego debían consolidarse las cifras y mandar el remanente, si hubiera. El último déficit reconocido por Anses es el de 2019 y luego, con diferentes excusas para Córdoba, se negó a actualizar y transfiere la misma plata todos los meses desde hace cuatro años. No es chiste: 1.072 millones clavados.

Así, en el 2023 habrá transferido 12.864 millones y la Provincia sostiene que debiera cubrir un rojo de 81 mil millones. Así, el rojo en lugar de reducirse a 43 mil millones (si Anses pagara) queda en 111 mil millones.

Tres, impuestos específicos. Hay 23 mil millones derivados de una porción de Bienes Personales e IVA destinadas por ley al financiamiento de la previsión social (Ley 23.966, art. 5 y art. 30). Así, el rojo baja a 88 mil millones.

Cuatro, el aporte solidario. Fue creado en el 2020 (Ley 10.694) y se trata de una retención que efectúa la Caja a aquellos beneficiarios que cobran más de un beneficio previsional o cuentan con otro ingreso. Este año aportará alrededor de cinco mil millones de pesos, con lo que el rojo se recorta a 83 mil millones.

Cinco, un extra a los bancos. Desde el 2021 rige para las entidades financieras una sobrealícuota para el pago del impuesto sobre los ingresos brutos (ley 10.724), que aportaría 15 mil millones de pesos. El déficit a cubrir se ubica en 68 mil millones.

Seis, el aporte de los ciudadanos cordobeses. En el presupuesto para 2023, la Provincia había estimado aportar apenas 713 millones, pero lo habrá hecho por 68 mil millones, ya que debe cubrir lo que no puso Nación. Como para tomar una dimensión: equivale a dos tercios del gasto que hará en el año el Apross, la obra social provincial que da cobertura a 600 mil cordobeses.

O sea: con los recursos que los cordobeses destinan a la Caja se podría financiar casi otro Apross, o incrementarle 80% el presupuesto, dado el enorme deterioro de las prestaciones.

LO QUE VIENE EN EL 2024

La gran negociación del gobernador Martín Llaryora desde el 10 de diciembre será lograr que Milei cubra el rojo que la Nación se comprometió a financiar. Debería lograr la actualización inmediata, para el 2024, y –como objetivo de largo alcance- el reconocimiento de todo lo no transferido desde el 2020 a esta parte.

El ministro Giordano dijo en la Legislatura, cuando presentó el presupuesto 2024, que la suma a valores de octubre alcanza los 239.047 millones.

El presupuesto de la Caja para el año próximo es de 967 mil millones de pesos de gasto, con un aporte de 184 mil millones de Nación. Si Anses repitiera postura, es decir, mandar cuota congelada desde el 2019, el hueco sólo por la defección nacional sería de 171 mil millones.

En esta instancia, a la Caja hay que mirarla desde las dos veredas: quién cubre el rojo pero también cómo se genera ese gasto. ¿Puede la Caja gastar menos? ¿Más? ¿Está licuando? ¿Cuánto? ¿Hay algo más para inventar?

La administración saliente sostiene que las tres reformas previsionales ya ajustaron todo lo que se puede ajustar, dentro del margen que permite el Tribunal Superior y el propio sendero trazado por Anses. Una suba en la edad o un eventual cambio sobre el otorgamiento de pensiones no es admisible si la Nación no lo hace primero.

¿Tendrá margen Giordano para avanzar en esto?

Una manera invisible de achicar el rojo ha sido aumentar las jubilaciones y pensiones por debajo de la inflación o por debajo del gasto corriente en salarios. Esto se viene haciendo con el diferimiento: de seis meses inicialmente, luego de dos y hoy casi anulado. La lógica es casi perversa: funciona mejor en cuanto más inflación hay.

En el 2022, el aumento del salario del activo provincial fue del 114% y la jubilación promedio subió 96%. Esos 18 puntos de rezago reducen el rojo. También lo hace Anses, que ajusta cada tres meses: los haberes subieron 70% y el salario promedio, 98%. En el 2023 la brecha sería similar.

En setiembre pasado, en plena campaña electoral nacional de Schiaretti, el gobernador saliente dispuso que el 90% de los pasivos (quedan excluidos los que cobran por encima de los 500 mil pesos) cobre el aumento en el mismo mes que los activos. Pero hay un descalce financiero, porque la Caja paga antes de la fecha en la que cobra el activo.

Según algunos observadores, esto será una complicación para Llaryora.

Otro factor de peso es que a los que hoy gobiernan les toca pagar una fiesta ajena. Entre 1990 y 1993 hubo un salto muy relevante en la creación de empleo público provincial y municipal, lo que deriva ahora en dos mil “nuevos jubilados” adicionales al año, lo que le da una dinámica muy expansiva al gasto.

Pero Unión por Córdoba y los municipios en el general siguieron tomando gente: recién hacia el 2015-2023 se ameseta en el 0,1% anual el crecimiento.