Cigarrillos: el aumento del precio hizo caer el consumo

Un 8,2 por ciento de los fumadores de Argentina dejó de consumir tabaco luego de que en mayo del año pasado el gobierno nacional aumentara un impuesto aplicado al precio de los cigarrillos. También se registró un descenso en las ventas que, sin embargo, se revirtió cuando, por efecto de la inflación, el precio relativo –que es aquél que se expresa en unidades de otros productos de consumo que se pueden comprar por el precio de un bien– se redujo. Los datos se desprenden de una encuesta realizada por la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) entre habitantes de grandes aglomerados urbanos del país: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza y Tucumán.

Según FIC, que las ventas se hubieran recuperado no significa que quienes dejaron el hábito lo hayan retomado –de hecho, la encuesta se hizo seis meses después de la medida, lo que prueba que el abandono se sostuvo en el tiempo– sino que puede responder a un aumento en la demanda de otros tabaquistas o la incorporación de nuevos. Es decir, la reducción en el número de fumadores no es neta.

Lo que pretende la organización es que se tome nota de que la política fiscal aplicada a desalentar el consumo de tabaco es efectiva, pero que lo sería aun más si el ajuste en el impuesto aplicado a los cigarrillos fuera periódico.

Impacto

“La investigación demuestra que el aumento de impuestos produce un impacto en el comportamiento de consumo”, explicó a La Voz Marita Pizarro, codirectora ejecutiva de FIC Argentina. “En otros países esto ya se demostró, hay evidencia científica que demuestra esta conclusión”, añadió. Y defendió que la aplicación de impuestos directos sobre el consumo de cigarrillo “es una medida muy costo-efectiva, validada y reconocida a nivel mundial y, sobre todo, sustentable en el tiempo”. Entre las consecuencias que tendría –aseguró– están la reducción de costos sanitarios y el aumento de la recaudación impositiva, tanto de Nación como de las provincias.

En contrapartida, las empresas que elaboran cigarrillos alegan que lo único que genera este tipo de acciones es un aumento del contrabando y un impacto negativo sobre las economías regionales basadas en el cultivo de tabaco. Entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la propia FIC argumentan ante esto que la aplicación de un aumento específico no implica reducir la lucha contra el comercio ilegal y que es preciso aplicar políticas de promoción de la diversificación del cultivo en las provincias productoras.

La encuesta se efectuó en diciembre del año pasado en una muestra de 1.400 casos correspondientes a personas de entre 18 y 74 años. Del total de encuestados, el 52 por ciento fumaba. A su vez, de este número de fumadores, el 40,5 por ciento declaró que la suba de precios de los cigarrillos, que se registró tras el incremento de impuestos afectó su comportamiento de consumo: el 81,7 por ciento disminuyó la cantidad de cigarrillos consumidos; el 50,9 por ciento compró un paquete de menor cantidad de cigarrillos; el 26,7 por ciento cambió a una marca más barata; el 19,5 por ciento comenzó a comprar cigarrillos sueltos; el 8,7 por ciento reemplazó el consumo de cigarrillos tradicionales por el electrónico (cuya venta está prohibida en la Argentina) y el 6,2 por ciento comenzó a armarlos.

Pizarro advirtió que el aumento del impuesto a los cigarrillos se produjo por decreto y que, en ese momento, el gobierno nacional había anunciado que enviaría un proyecto de ley al Congreso para extender la medida, algo que no sucedió. “No tenemos una política tributaria y tampoco hemos ratificado el convenio marco para el control de tabaco. Argentina es el único país de Sudamérica que no lo hizo”, lamentó Pizarro.

Una táctica para disminuir el tabaquismo

4 de cada 10 fumadores cambiaron su comportamiento de consumo de cigarrillos.

8,2% dejó el consumo de productos del tabaco; el 25,8 por ciento intentó hacerlo y el 32 por ciento pensó en abandonarlo.

55% de los encuestados apoyó la medida implementada el año pasado por el Gobierno nacional.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior