Conozcamos y preservemos San Francisco
El resultado se plasmó en la publicación de un documento impreso e ilustrado de gran calidad para la época, que contó con la participación de destacados profesionales y docentes sanfrancisqueños que investigaron, recolectaron y ordenaron la información para, de esta manera, rescatar la historia y los sentimientos de cada rincón del lugar que habitamos.
Uno de los sectores analizados corresponde a los distintos inmuebles de la familia Tampieri. Esto es el tradicional palacio ubicado en las equina de 9 de Julio y Echeverría y las dependencias del establecimiento fabril.
Al respecto el libro cita al Dr. Julio Fabry, ex secretario de gobierno, quien en la reseña “El Palacio Municipal” sostiene: “a Don Tampieri, deslumbrado por los palacios que conoció en su niñez le surge la idea de hacer una casa monumental, a la vera de su fábrica, algo que resultara un monumento europeo en la ciudad americana. Esto ocurriría en el año 1931, durante la gran crisis económica y su construcción se concluyó en algo más de un año. Si bien es cierto que el proyecto es una obra del arquitecto De la Rúa, oriundo de Rosario, existe una verdadera mezcla de estilos en sus plantas, posiblemente respetando los deseos de sus propietarios”.
En cuanto al edificio industrial, donde funcionara la fábrica de pastas y galletitas, la obra señala que el mismo fue construido aproximadamente en 1920 con “líneas de arquitectura italiana, de corte renacentista, con ingreso a lo “Art. Decó”… En sus distintas etapas se advierten otras técnicas y estilos como el racionalismo”.
Unos de los íconos de este espacio es la chimenea de la caldera a vapor, la cual contaba con conexión subterránea y está en desuso desde el año 1978. Según se indica, esta construcción tiene cuatro metros menos de la altura original, debido al deterioro que sufrió en su parte terminal.
En 1964 y debido al debacle económico que venía atravesando la familia, ya se había rematado todo el equipamiento y los muebles del Palacio. Con este contexto, los descendientes de Ricardo Tampieri decidieron vender el enigmático edificio a la Municipalidad a cambio de doce millones de pesos moneda nacional. El intendente era por entonces el Dr. Alfo Ferrero.
Fuente: “Conozcamos y Preservemos San Francisco”. Libro editado en el marco del convenio suscripto entre la Municipalidad y la Escuela Provincial de Bellas Artes. 1984.