Economía

Consumo hormiga: el gran enemigo del ahorro familiar

Un alfajor y un atado de cigarrillos en el kiosco de la esquina. Al mediodía, un helado de postre. Y al atardecer, una revista para el viaje en colectivo. En números esto representa 120 pesos diarios. En un mes son 3.600 pesos y al año la suma llega a 43.200. Este consumo hormiga, que pasa inadvertido, tiene un gran impacto en el presupuesto familiar. Y los más afectados son los que menos tienen.

«Se da en todos los sectores socioeconómicos pero claramente en este contexto impacta más sobre las clases medias y bajas que recién identifican que no llegan a fin de mes cuando comienzan a realizar sus cuentas. A veces, incluso con esa revisión mensual de gastos, estos pequeños consumos no son considerados ni salen a la luz, a pesar del impacto que tienen sobre el gasto hogareño», explicó a Infobae Damián Di Pace, director de la Consultora Focus Market y autor del libro Marketing Extraordinario.

La falta de conciencia respecto de este tipo de gastos hace que difícilmente se puedan controlar. Por otra parte, responden a actos impulsivos. Son costumbres tan arraigadas a la rutina diaria que no se consideran dentro del presupuesto de bolsillo.

La compra de golosinas, el juego (quiniela y lotería), el uso de servicios (taxis, estacionamiento y propinas) y los vicios (cigarrillo y alcohol) son las áreas donde más se producen estas pequeñas «fugas» de dinero. «Son consumos permitidos independientemente de las posibilidades y disponibilidad de ingreso», subrayó el especialista.

De acuerdo con estadísticas de la consultora Focus Market, en la Argentina, estos gastos llegan a representar entre 24.000 y hasta 53.000 pesos anuales. Con ese dinero se podría, por ejemplo, comprar entre uno y cuatro vuelos a Miami, Estados Unidos.

Para detener estos gastos es necesario visibilizarlos. Cuando esto sucede «los consumidores identifican una erosión de su ingreso no percibida y más en entornos donde los precios se han elevado muy por encima de los salarios», analizó Di Pace.

El principal problema es que esto impacta directamente en el ingreso disminuyendo el dinero disponible para consumir bienes o servicios de primera necesidad como puede ser la alimentación, vivienda, salud, vestimenta o educación, reflexionó el experto.

4 claves para poner un freno a estas fugas de dinero

El primer paso es registrar lo que hasta ahora resultaba imperceptible. Para eso, Di Pace sugiere dos técnicas. La primera consiste en poner un tope de gasto diario. Por ejemplo, 200 pesos para comer, viajar hasta el trabajo y hacer compras en el almacén. Y entender que ése será el límite que se utilizará y no más.

La otra alternativa es hacer una revisión de los gastos diarios para poder identificar cuáles son los que están impactando en el bolsillo y evaluar si es posible reducirlos.

También hay que estar atentos para controlar los impulsos que nos pueden llevar a comprar cosas simplemente por cómo están dispuestas en góndolas o para matar el aburrimiento. Un claro ejemplo de esto es lo que sucede en la línea de caja de los supermercados donde se suelen encontrar golosinas, cigarrillos o revistas que son productos que, por lo general, se adquieren por impulso. En la Argentina el tiempo promedio de espera en las cajas es de cinco minutos y está estudiado que es más que suficiente para incrementar el potencial de gasto. «Las grandes cadenas de supermercados harán lo imposible por absorber la mayor cuota de gasto posible», analizó Di Pace. Por eso aconseja ser un comprador inteligente y evitar adquirir productos por motivos no racionales porque esto derivará, necesariamente, en una suba significativa del gasto.

El directo de la consultora Focus Market también advirtió sobre las ofertas, descuentos y promociones que ofrecen muchas tarjetas de crédito, débito e incluso locales comerciales. «El consumidor no actúa racionalmente ante estos casos porque, en su intento de ahorrar, termina gastando en promedio hasta un 25 % más de lo previsto», analizó Di Pace. Y añadió: «Solo el acto de intentar acceder a alguna de estas opciones de optimización de compra deriva hacia compras no planificadas que incrementan nuestro gasto proyectado!».

Fuente: Infobae. http://www.infobae.com/2016/05/11/1810229-consumo-hormiga-el-gran-enemigo-del-ahorro-familiar

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