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Córdoba, primera entre las provincias que más bajaron Ingresos Brutos

El llamado “costo Córdoba” es, quizás, la mayor crítica que el Gobierno de la provincia ha recibido por parte de los empresarios locales, que consideran que la presión fiscal de los sucesivos gobiernos de Unión por Córdoba ha sido una “mochila” que les ha impedido un mayor desarrollo industrial y comercial.

En esa búsqueda de bajar la presión es importante este dato: la Provincia aparece como la que más bajó, en promedio, las alícuotas del Impuesto a los Ingresos Brutos en 2018.

La información pertenece a un análisis de la Comisión Arbitral del Convenio Multilateral (Comarb), el organismo de aplicación del acuerdo que forma parte del consenso firmado en noviembre pasado. El llamado Pacto Fiscal fue rubricado por el Gobierno nacional y 22 provincias –excepto San Luis– buscando, entre otras cosas, unificar progresivamente las alícuotas del Impuesto a los Ingresos Brutos de todos los distritos y prevenir dobles imposiciones.

En ese marco, y teniendo en cuenta que ya comenzaron a regir los máximos acordados para 2018, Córdoba aparece como la que mejor hizo los deberes, analizando los números entre enero y abril.

La Comisión, que también tiene a su cargo la función de administrar los sistemas de recaudación, retención y percepción, detalla en el cálculo que Córdoba bajó de 2,71 a 2,41 por ciento la alícuota efectiva promedio, lo que representa un 11,07 por ciento menos entre el primer cuatrimestre de 2017 y el mismo período de este año.

La segunda mejor alumna es Buenos Aires (-9,35%) y la tercera, Santa Cruz (-8,68%).

“Son datos de los grandes contribuyentes, que tienen actividad en más de una provincia, que son la mayoría. Por ejemplo, en Córdoba, el 70 por ciento de la recaudación de Ingresos Brutos viene por ese lado”, explicó Laura García, subsecretaria de Estudios Económicos del Ministerio de Finanzas provincial.

La mayoría cumple

Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) ubica a Córdoba entre las jurisdicciones que están cumpliendo con el acuerdo en 2018, junto con otras 16 provincias.

El análisis no contempla a San Luis, que no firmó el consenso, ni a Chubut, Formosa, Chaco, Corrientes y Santa Cruz, que al momento de hacer el estudio todavía no habían sancionado una ley impositiva.

El informe del instituto que conduce Nadin Argañaraz detectó un fenómeno poco alentador en otras provincias: un grupo de 13 distritos aprovechó el “gradualismo” en la baja de las alícuotas, para subir algunas. Es una maniobra fiscal que aplicó ese grupo de jurisdicciones aprovechando que en ciertos sectores tenían alícuotas de Ingresos Brutos por debajo de los máximos previstos para 2018.

De las que firmaron y tenían en abril una ley ya aprobada para este año, sólo Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero mantuvieron y bajaron las alícuotas.

Las otras, como tenían algunas por debajo de los máximos previstos para 2018, aumentaron en forma puntual o generalizada. En ese conjunto están la Ciudad de Buenos Aires, Catamarca, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Fe, Tucumán y, especialmente, Salta.

Según el análisis comparativo de la Comarb, Salta fue la que más aumentó: pasó de una alícuota promedio de 2,71 por ciento en 2017 a una de 3,30. Esto es un 21,77 por ciento más. También subieron fuerte Río Negro (8,6%), Entre Ríos (4,6%) y Neuquén (3,5%).

Hay provincias que subieron notablemente la alícuota para las actividades comerciales, porque tenían margen. “No estaría mal a largo plazo porque se está tendiendo a un impuesto en las ventas finales del cinco por ciento; pero hacerlo ahora, cuando todavía no se bajaron los impuestos en las actividades intermedias, sería un contrasentido”, analizó García.

La presión fiscal de 2017, en niveles históricos

Un estudio del Observatorio de Finanzas Públicas del Cippes de mayo pasado dice que durante 2017 el indicador de presión fiscal medido como el total recaudado por la Provincia en relación con el Producto Bruto Geográfico (PBG) alcanzó el nuevo valor máximo histórico: 10%. Según la investigación, por cada 100 pesos que se producen en la economía provincial, 10 ingresan a las arcas de la provincia vía impuestos, tasas y fondos no tributarios. “La presión fiscal pasó de un promedio del 4,4 por ciento entre los años 2005 y 2008 al 9,9 por ciento registrado en 2017, lo que implicó un incremento del 125 por ciento”, dice el estudio. Y concluye: “Hoy, la presión fiscal es más del doble de lo que era tan sólo una década atrás”.

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior