Córdoba tendrá en 10 días el plan para reestructurar su deuda
Como si viviera en un desierto, el ministro de Finanzas provincial, Osvaldo Giordano, revisa todos los días la canilla de los ingresos para ver cuánta agua gotea y si alcanza o no para llenar el tanque en plena cuarentena.
Cada mes hay que asegurar 14 mil millones de pesos sólo para pagar salarios y jubilaciones, sin contar los recursos para que funcionen los sistemas que hoy insumen la mayor demanda: salud y asistencia social a la cabeza, seguridad después.
Con la recaudación en caída libre, la capacidad de ahorro entró en zona de alerta. “Hay una crisis de financiamiento, no se trata de insolvencia, sino de plazos que son muy difíciles de abordar”, explica Giordano.
Por los bonos en dólares emitidos entre 2016 y 2017 hay que pagar, de aquí a fin de año, 114 millones de dólares de servicios. Pero la montaña es 2021: sólo en junio vencen, de un solo trago, 725 millones de dólares. “Sin acceso al crédito, con la capacidad de ahorro debilitada y en recesión, no hay forma de abordarlo”, advierte el ministro.
Por eso Córdoba ya trabaja en un plan para reestructurar la deuda provincial, en especial, los compromisos que provocan picos de estrés en el calendario. Las conversaciones con la Nación pasan por la unidad ad hoc que armó el ministro de Economía, Martín Guzmán, para coordinar las deudas de las provincias.
“Tuvimos ya un par de reuniones, tanto con el secretario de Finanzas (Diego Bastourre) como con quien está encargado de la unidad (Rafael Brigo). Ellos manifestaron que lo prioritario es armar un plan de sostenibilidad de la deuda”, señaló Giordano a La Voz.
“Nos proponen que proyectemos cuáles son las principales variables fiscales, determinemos la capacidad de pago y, en función de eso, digamos lo que puede pagar la Provincia. Piden que se haga una propuesta seria y equilibrada, con una proyección realista y que no sea oportunista por la situación de la Nación. Y en ese marco entablar el diálogo con los tenedores de títulos”.
–Y en eso está Córdoba…
–Sí, lo que estamos haciendo es armar ese plan, que no es tan fácil por la situación macroeconómica, pero suponiendo que el bache por la crisis de este año se prolongará a los primeros meses del año que viene y que después entraremos a un escenario más normal, estamos proyectando el ahorro y en base a eso armar un esquema. Una vez que esté el plan, hay que charlarlo con el Gobierno nacional. Nos pidieron que avancemos, pero con seriedad y sin aprovechar esta crisis para hacer cosas raras.
–¿Eso implicaría negociar incluso los vencimientos que quedan este año?
–En principio, empezaríamos ya. Por cierto que no es de un día para el otro, hay temas legales y una serie de procesos. Pero una vez que terminemos este plan ya estaríamos para iniciar el diálogo y ahí haríamos un cronograma y analizaríamos si conviene ir más rápido o más despacio, aunque la dinámica de la crisis hace que lo más recomendable sea ir lo más rápido posible, más allá de que este año tenemos pocos vencimientos.
–¿Cuándo estará el plan para llevárselo a la Nación?
–Calculo que en 10 días ya podemos estar discutiéndolo con ellos.
–¿Y cuál es la hipótesis previa? ¿Qué tipo de oferta podría armar Córdoba?
–Hecho el plan, eso arrojará la capacidad de ahorro. Obviamente 2020 y 2021 estarán golpeados por la crisis, pero supondría que hacia 2022 y 2023 volveremos a la normalidad. En base a eso, reprogramar. El principal problema es 2021 pero, para ser justos, no deberíamos recargar todo el esfuerzo allí, sino redistribuirlo y hacer algo más o menos parecido con los otros títulos internacionales y trasladarlo a los títulos del mercado local. Que el esfuerzo sea compartido y apuntando a que se aplane la curva de vencimientos.
–¿Están pensando en una quita?
–No necesariamente, en principio parecería que no; tampoco se descarta, es decir, lo vamos a evaluar. Creo que lo prioritario son los plazos, es evidente que necesitamos plazos distintos; en segundo orden, discutir la tasa en algunos casos, sobre todo porque hay un horizonte de tasas a nivel internacional más bajas, por lo que sería lógico, en los primeros años, algún tipo de reducción.
–¿Piensan pedir un período de gracia, como planteó la Nación?
–Este año no tenemos tantos servicios y en 2021 tendremos capacidad de pago, pero seguramente muy inferior al vencimiento. Más que gracia, lo que necesitaríamos es fraccionar ese vencimiento de 2021.
Qué incluiría
Además de proyectar escenarios, la Provincia trabaja para definir qué instrumentos de la deuda ingresarán en la renegociación. El foco está en los bonos en dólares bajo ley extranjera, todos con esquema bullet (el capital se paga al vencimiento), para lograr las mayorías previstas y canjearlos por bonos amortizables. Y trasladar ese espíritu a los emitidos bajo ley nacional.
Hay cuatro títulos que, en la actualidad, suman más de 1.800 millones de dólares y que equivalen al 72 por ciento del stock total.
El Banco de Córdoba será un actor principal en las operaciones y se descuenta que deberán participar los colocadores originales, es decir, JP Morgan, Morgan Stanley, HSBC y Puente.
También se aspira a negociar con la Nación y con los fondos fiduciarios que administra. En cambio, no entraría la deuda con organismos multilaterales y bilaterales, lo que incluye a la Corporación Financiera Internacional.
–¿Cómo serían los bonos que se ofrecerán de canje?
–Buscando aplanar el peso de los vencimientos. No sólo 2021, también los otros. Habrá que ver cómo se rediseñan. Además, hay que tener en cuenta que no es la única deuda, es decir, hay otras en el medio, hay una importante con el Gobierno nacional y hay un compromiso de hablarla también, y eso puede cambiar el escenario, sobre todo en el corto plazo, si hay una flexibilidad en el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial.
–Si la negociación por la deuda nacional fracasa y caemos en “default”, ¿cree que Córdoba podrá diferenciarse?
–En principio, sí. De hecho, está la experiencia pasada, con la Nación en default y Córdoba siguió negociando.
El ahorro corriente, reducido por la crisis
Hace algo más de dos años, cuando todavía no había arrancado la campaña para un nuevo mandato, el gobernador Juan Schiaretti se autoelogió en un almuerzo de la Fundación Mediterránea.
Fue cuando aseguró que Córdoba estaba atravesando los mejores años fiscales desde el retorno a la democracia. La fortaleza tenía nombre propio: ahorro corriente.
Pero ese músculo ha ido perdiendo fuerza y ahora, con las crisis solapadas, es una mínima expresión de lo que era años atrás.
¿Qué cambió? “El primer factor: tenemos una recesión de dos años que fue debilitando la capacidad de ahorro de la Provincia por la caída de ingresos. El segundo: Argentina quedó afuera del mercado de capitales. Y el tercero, la actual crisis por el Covid-19”, argumenta Osvaldo Giordano, ministro de Finanzas.
Y refuerza: “En los últimos cuatro años la Provincia invirtió 5.746 millones de dólares en obras, de los cuales el 55 por ciento se financió con ahorro y el 40 por ciento con deuda (el resto fueron aportes nacionales). En ese momento, el panorama de servicios de deuda a futuro era manejable, incluso con el cuatro por ciento de los ingresos se podía abordar en los próximos 10 años”.
–¿Qué proyección hace de caída del ahorro para este año?
–Tenemos que ver cuánto pueden llegar a caer los ingresos. En el primer cuatrimestre, hay una caída en términos reales por arriba de 10 por ciento. Y la otra incertidumbre es cuánto aumenta el gasto, hay esfuerzos grandes para salud y para asistencia social. Lo lógico sería que el ahorro caiga mucho este año, e incluso el que viene.
–¿Qué es mucho?
–Es lo que estamos analizando ahora y es lo más difícil. A 2023 lo veo más parecido a 2016 o a 2017, con un ahorro del 10 por ciento de los ingresos totales.
–¿Analizan más ajustes?
–Hay un monitoreo permanente, sobre todo de ingresos. Aparentemente, abril no ha sido tan malo como lo habíamos imaginado, pero no creo que esté reflejando en su plenitud la crisis, hay un rezago y todavía es espejo de marzo.
–¿Cómo fue abril?
–En términos nominales, si bien falta computar los últimos días, fue una variación de poco más de 10 por ciento interanual, mejor los ingresos propios que los nacionales. No deja de ser un drama con la inflación, porque es una caída real de alrededor de 30 por ciento.
Endeudamiento: Bajo la lupa
PDCAR 2021. Bajo ley extranjera por 725 millones de dólares, emitido en 2016 y vence en 2021. Paga una tasa anual en dólares de 7,125 por ciento.
PDCAR 2024. Bajo ley extranjera por 510 millones de dólares, emitido en 2017 y vence en 2024. Paga una tasa anual en dólares de 7,45 por ciento.
CO26. Bajo ley argentina por 300 millones de dólares, emitido en 2016. Paga una tasa anual en dólares de 7,125 por ciento. Amortiza capital en forma trimestral. Vence en 2026.
PDCAR 2027. Bajo ley extranjera por 450 millones de dólares, emitido en 2017 y vence en 2027. Paga una tasa anual en dólares de 7,125 por ciento.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior