Crisis lechera: Lo que el agua terminó de descubrir en un informe del INTA Brinkmann

El área de influencia de la AER Brinkmann abarca el área que va sobre la ruta provincial 1 desde Morteros a Porteña y sobre la ruta provincial 17, desde Seeber a Marull.

Durante los meses de Marzo y Abril, en la región cayeron en promedio 300 a 500 mm de lluvia en 20 días. Esto no solo ha generado problemas de anegamiento en explotaciones agropecuarias, sino que ha agravado la problemática derivada de napas freáticas que se encuentran a pocos metros de la superficie y en algunos casos casi a nivel del suelo, lo cual impide la pronta recuperación de lotes destinados a pasturas y verdeos de invierno.

La producción agropecuaria representa la principal actividad económica de la región siendo la
segunda generadora de empleo.

En la región, la principal actividad económica es la producción de leche, formando parte de la cuenca lechera central argentina, la más importante de Latinoamérica. La zona de influencia de la AER INTA Brinkmann, cuenta con 740 tambos gerenciados por 500 productores. Cada tambo tiene un promedio de 150 vacas en ordeñe, una producción promedio de 2700 litros de leche por día que se producen en 250 has. El ingreso diario a la región de dinero generado por la actividad asciende a 6 millones de pesos. En cuanto a la actividad agrícola, la región cuenta con 100.000 ha. dedicadas a agricultura: 60 % soja y 40 % maíz.

Las pérdidas de producción de leche son del 40 al 50 %, comparando las producciones de Abril 2015 y 2016. Aproximadamente el 2 % de unidades productivas dejaron la actividad. Los tambos que abandonaron la actividad, enviaron sus vientres a faena y no fueron relocalizados en otros establecimientos. La mortandad de terneros es de un 15 % adicional, lo cual afectará la reposición y recomposición de los rodeos vigentes. Fuente: Taller de Evaluación de daños e impacto económico social de las precipitaciones del mes de abril de 2016 sobre la producción agropecuaria regional – 21/4/2016 – Morteros – Córdoba.

La zona más afectada se encuentra al este de la ruta provincial 1, pudiendo catalogarse como zona de desastre. La zona oeste se cataloga como zona de emergencia. En cuanto a la red vial rural, en la zona de influencia de la AER Brinkmann existen 15 consorcios camineros con una red total de 3130.87 km de los cuales el 25 % se encuentra arenado o ripiado (782.7 km.). Debido al temporal, los daños son los siguientes (Fuente: Inspección de Vialidad provincial – Regional 8): 80 % de red arenada-ripiada, lo cual representan 782.7 km., necesitaran reponer material 6 % de la red total se encuentra bajo agua, lo que representa 187.8 km. que deberán restaurarse cuando se retire el agua 60 % de la red total con necesidad de restauración (abovedado y cuneteado), lo que representa 1878.5 km.
Hasta que no escurra el agua no se puede evaluar los daños en alcantarillas.

Según los datos relevados las pérdidas de los últimos 30 días para la zona de influencia de la AER Brinkmann, ascienden a 873 millones de pesos.

Problemas potenciales:

1. Reducción de rodeos
La falta de piso, mortandad de pasturas, necesidad de un uso eficiente de las reservas y escasez de capital circulante, generan la reducción de los planteles lecheros y de invernada que se destinan a feria o frigorífico

2. Lento recupero de la producción de leche
La caída de la producción lechera tendrá un lento recupero y comparado con el año 2016, el balance productivo anual de leche cerrará con una pérdida de casi el 30 %. Según las actuales reglas del mercado interno de leche, esto mantendrá un precio sostenido por litro de leche, ya que no habrá excedentes.

3. Aumento precio de la leche
La baja en la oferta de leche, impulsa la suba del precio del litro de leche, lo cual ayudará a recomponer la facturación del productor para poder solventar sus gastos corrientes, aunque este aumento no alcanzará para recomponer la descapitalización por venta de rodeos ni el endeudamiento previo a la actual situación crítica. Solo aprovecharan la mejora de precios, aquellos productores que previo al temporal se hallaban en mejores condiciones financieras.

4. Mayor endeudamiento
Según muestreo de explotaciones representativas de la región, la tasa de endeudamiento sobre activos disponibles (sin tierra y bienes de uso) previo al temporal, era del 30 %. Considerando el contexto de los últimos dos años, donde las explotaciones generan tasas de rentabilidad negativa, el incremento de costos debido a la inflación y la baja de precios de la leche, se infiere el riesgo que dicha tasa representa. Actualmente, esta tasa llega en algunos casos al 100 % debido a la falta de disponibilidades, la baja de precios y reducido stock de bienes de cambio potencialmente vendibles (animales de reposición). El productor solo dispone de la facturación de la producción de leche que utiliza para cubrir costos, ahora reducida en la mayoría de los casos en un 50 %. Por tal motivo, se recurre a tarjetas de crédito, ampliación de márgenes de descubiertos en cuenta corriente bancaria, créditos en mutuales a tasas mayores al 35 % y cheques diferidos. Las cooperativas agrícolas ganaderas de la región, fuente genuina de financiamiento de insumos para la producción, también ven afectada su liquidez, habiendo sufrido en los últimos 8 meses un incremento de cuentas por cobrar del 20 – 25 %, sumado a la falta de financiamiento, la caída de ventas, costos financieros del pasivo y reducción de márgenes de ganancia para igual magnitud de costos fijos. Esta situación generará en el corto plazo un corte en la cadena de pagos del sistema comercial regional ya que el productor no podrá acceder a través de cuenta corriente a insumos estratégicos.

5. Daños indirectos al sistema económico regional.

Esta situación de crisis productiva, genera una reducción significativa en el ingreso de dinero a toda la región, impactando negativamente en la actividad económica, comercial, industrial y de servicios de las ciudades, pueblos y comunas de esta cuenca lechera, generando desempleo y cierre de pequeñas pymes y comercios

Medidas necesarias para el sector en crisis:

Problema

Medidas necesarias Descapitalización por reducción de rodeos, amortización acelerada de bienes de uso y caída de la producción lechera El financiamiento solo debería estar destinado a capital de trabajo con plazos de gracia y tasas razonables, acordes a los ciclos productivos, siempre y cuando la tasa de rentabilidad de la actividad sea positiva.

Incertidumbre sobre precios

Es necesario que productores, técnicos e instituciones del sector analicen el sistema de fuerzas y de espacios de poder para lograr ubicarse en el actual “campo de juego” con el objeto de no volver a repetir el mismo escenario de los últimos años. La crisis de representatividad y de identidad de las instituciones no es limitante para este tipo de análisis. Endeudamiento La asistencia técnica directa en gestión económica financiera de la empresa agropecuaria, podría ser una estrategia de acompañamiento en la gestión y toma de decisiones del productor lechero. Se hace énfasis en aspectos productivos y durante la última década no se ha enfatizado en políticas tecnológicas basadas en la competitividad hacia adentro de la empresa. Esto se demuestra en la tasa de rentabilidad negativa del promedio de las explotaciones tamberas en los últimos dos años.

Desempleo – éxodo rural

La falta de políticas de desarrollo local y el desconocimiento del nuevo concepto de ruralidad propician que no se aproveche al campo como potencial fuente de oportunidades, siendo este una alternativa a la concentración urbana, conservador de los ecosistemas, oferente de paisaje natural, productor y conservador de agua limpia, sumidero de contaminantes, espacio alternativo de actividades de esparcimiento y recreo humano y fuente de productos no agrarios (fibras, combustibles, minerales, etc.). Son necesarias políticas públicas concertadas entre el capital social urbano y rural. Concentración de la tierra El cierre de explotaciones puede generar la concentración de tierras sobre todo en las zonas más aptas para la agricultura. Debería existir una política sectorial que establezca un balance entre la agricultura y la ganadería nacional de manera de aportar transparencia a la competencia por tierra.

Medidas solicitadas por los productores al gobierno nacional –

Para el productor

1. URGENTE Homologación a nivel Nacional de la Declaración de Emergencia/Desastre para el sector agropecuario, extendiéndola al sector comercial, industrial y de servicios de la región.

2. Otorgar un subsidio POR UNIDAD PRODUCTIVA, a los tambos de la zona afectada, equivalente al monto resultante de dos liquidaciones calculadas usando como base el promedio de los doce meses correspondientes al ejercicio 2015. El subsidio deberá ser remitido en forma directa desde el Ministerio de Agroindustria al productor, mediante CBU bancario, con el objetivo de frenar en forma urgente las consecuencias del deterioro de la actividad económica-financiera del productor y la economía regional.

3. Establecer líneas de préstamos especiales para capital de trabajo, con plazo mínimo de 1 año de gracia, a tasa subsidiada y plazo de devolución de 5 años, con el fin de mejorar los niveles de eficiencia productiva.

4. Suspensión temporaria de la generación de Interdictos de la AFIP (a entidades bancarias u otras instituciones).

5. Prorrogar un año el pago de planes pactados por deudas al Impuesto al Valor Agregado, suspensión definitiva de pago de Impuesto a las Ganancias 2015 y de anticipos sobre Ganancias 2016. Baja temporaria de contribuciones al personal en relación de dependencia de los distintos sectores económicos afectados directa o indirectamente.

6. Eximir del pago de Impuesto a las Ganancias a ventas forzadas por emergencia.

7. Aportar insumos (ripio, arena, alcantarillas) y maquinaria para la reconstrucción de ingresos a los establecimientos afectados sinergizando acciones con consorcios camineros, comunas, municipios y cooperativas tamberas.

8. Destinar en forma gratuita a los productores afectados, las vacunas de las dos campañas de vacunación de fiebre aftosa 2016.

Para la región

9. Diagramar Dársenas de descarga para trasvase de mercaderías en rutas de la región

10. Utilizar dependencias del Estado (Secretarias de Hidráulica, Transporte, Ambiente, etc.) para realizar un plan de Inversión en infraestructura, tomando como base la cuenca hídrica.

11. Modificación de la metodología de declaraciones de Desastre/Emergencia:

i. Desburocratización de trámites mediante formularios online, información satelital y unidades productivas geo-referenciadas.

ii. Establecimiento de un buzón o 0800 de atención permanente con personal idóneo, para casos de urgencias.
iii. Descentralización operativa a través de todos los organismos públicos del Estado (municipios, comunas, SENASA; INTA, Secretarias de Agricultura Familiar, Sedes de ministerios provinciales, etc.)

Consideraciones finales A pesar de que las condiciones climáticas mejorarán, continuarán los problemas de fondo que perpetuan la crisis lechera regional. La falta de una la política lechera explícita para el mediano y largo plazo, no permite dirimir escenarios que permitan al productor planificar y proyectar la producción y menos aún, evaluar el acompañamiento del Estado. La leche es un alimento fundamental para alimentación de niños y adolescentes que representan el 28 % de la población nacional. La actual situación atenta contra la seguridad alimentaria de la población, siendo el mercado quien determina el acceso a este alimento. El productor se ha visto obligado a producir más a través del mensaje del propio Estado que impulsa la competitividad y la innovación para la exportación. Para ello, adoptó tecnología y se endeudó. Las altas producciones generaron un aumento de stock, sin poder exportarse, lo que impulsó el descenso de precios. La industria solo pudo vender al mercado interno, es decir, el mercado interno y el productor sostuvieron a la industria. El dilema es si esta situación continuará y hasta cuando.

El precio de cualquier producto generado por el sector primario, debe en primera instancia, retribuir la mano de obra del productor, su familia y sus empleados, ya que el trabajo rural es indispensable para la sustentabilidad de los recursos y procesos productivos que generan riqueza para el país. Si solo se priorizan los costos de producción, se obliga al productor a regalar su trabajo o lo que es peor, a subvencionar con su dignidad a sectores que solo priorizan la renta. El Estado deberá considerar que la competitividad para el mercado externo debe estar sustentada por la inversión y el trabajo (industria y productor) y que ambos actores deben recibir la retribución que les corresponde. En cuanto al mercado interno, será necesario cuantificar los volúmenes necesarios de manera de no generar sobre stocks que afecten los precios de mercado. Asimismo, la cultura empresaria no es legitimada por el propio productor que solo se dedica a producir y como tal se aísla dentro de su explotación. Esto genera la inexistencia del dialogo fluido urbano-rural y fomenta la imagen del sector rural como potencialmente mayor acumulador de riqueza, por lo cual, queda fuera de la lista de prioridades en los procesos de desarrollo territorial, es decir, se asume que el sector se desarrollo solo. Es preciso rescatar desde el productor el valor de la empresa familiar lechera y las implicancias que esta tiene en el desarrollo regional a partir de la apertura, el autoconocimiento y la autoestima. Sin análisis integrales, la lechería argentina continuará agonizando y desaparecerá como ya sucedió con la ganadería de carne, con las consecuencias ya conocidas. Es necesario ser conscientes de la paradoja lechera regional, donde la producción de leche es importante para la supervivencia de las poblaciones pero con políticas públicas que la transforman en el eslabón más débil de la cadena de valor láctea.

Fuente: Universal Medios. http://www.universalmedios.com.ar/index.php/2016/05/11/crisis-lechera-lo-que-el-agua-termino-de-descubrir-informe-inta-brinkmann/