Cristina negó tener cuentas “offshore” y criticó a Macri
Al día siguiente de ser procesada como “jefa de una asociación ilícita” en la causa de los cuadernos, Cristina Fernández acercó un escrito en los Tribunales federales, esta vez con relación al expediente conocido como “ruta del dinero K”.
Con su presentación de ayer, la expresidenta sumó ocho indagatorias judiciales desde abril de 2016. Para Fernández de Kirchner, Comodoro Py es un “lugar donde ya no rige ni la Constitución, ni los códigos de fondo, ni de forma”.
“El juez (Sebastián Casanello) reconoció en cuatro oportunidades que no hay ningún hecho ni prueba que me vincule con la causa a su cargo. Pero tuvo que llamarme a indagatoria porque se lo ordenó la Cámara a pedido de la UIF (Unidad de Información Financiera), que por decisión de Mauricio Macri está a cargo de Mariano Federici, exasesor letrado del FMI; es una indagatoria a pedido”, declaró la exmandataria a modo del preámbulo de su descargo escrito.
Por esta causa, hace ya dos años que está detenido con prisión preventiva el empresario y dueño de Austral Construcciones, Lázaro Báez, a la espera del juicio oral que se iniciará el 30 de octubre próximo. Báez está acusado de haber lavado 60 millones de dólares.
“Por fin nos conocemos”, le dijo la senadora a Casanello. Se trató de una ironía: una denuncia que se reveló falsa había indicado que el juez estuvo en la quinta de Olivos cuando ella era presidenta.
En el escrito, básicamente, negó los hechos que se le adjudican y sostuvo: “El proceso judicial forma parte de la larga persecución a la que vengo siendo sometida desde hace dos años y ocho meses”.
La senadora afirmó que “jamás” tuvo cuentas bancarias no declaradas ni “offshore”; también sostuvo que no hay pruebas que la vinculen con las maniobras de lavado de dinero que se le imputan a Lázaro Báez.
En el descargo, Cristina Fernández aludió a los resonantes operativos judiciales que implicaron, entre otras cosas, la búsqueda con retroexcavadoras de bóvedas y contenedores, presumiblemente enterrados con dinero en las estancias patagónicas de Báez.
“Podrán seguir vigilando mis movimientos y los de mi familia, escuchar de manera clandestina mis conversaciones telefónicas o excavar toda la Patagonia argentina que nunca van a encontrar nada con lo que involucrarme, porque jamás me apoderé de dinero ilícito”, afirmó.
“Jamás tuve cuentas bancarias no declaradas, ya sea sola, con Lázaro Báez o con cualquier otra persona. Todos los activos de nuestra familia están y seguirán estando en la República Argentina y siempre fueron incorporados a nuestras declaraciones juradas impositivas”, replicó.
También negó que “la familia Kirchner” tuviera “sociedades offshore en paraísos fiscales”, y dijo que la prueba de esto era que “en ninguna de las reconocidas investigaciones llevadas a cabo a nivel mundial (Panamá Papers y Paradise Papers)” fue mencionada “de manera directa o indirecta”.
Y agregó que “jamás” fue “cliente de ‘la Rosadita’ (SGI) como sí lo fue, según se consta, la empresa Iecsa, por entonces conducida por Ángelo Calcaterra (primo del presidente Mauricio Macri)”.
“Esta causa debió haber tenido un cambio de carátula: en lugar de ‘La ruta del dinero K’ debió ser denominada ‘La ruta del dinero M’”, agregó.
Cuadernos: Cayó el último prófugo
Oscar Thomas, el único prófugo con el que contaba la causa, fue apresado ayer. Se trata del exdirector de la Entidad Binacional Yacyyretá. Lo detuvieron en barrio Norte, Capital Federal. Una vecina lo reconoció y alertó a las autoridades, que lo sorprendieron. El juez Claudio Bonadio había dictado el 1° de agosto pasado su orden de detención.
Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior