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Cuánto cuesta comer y beber en las Sierras

Para una oferta turística que tiene su sostén principal en la clase media, en las sierras de Córdoba los precios pasan a ser una cuestión clave.

Establecer un promedio para erogaciones en comidas y en bebidas en bares y en restaurantes es una misión complicada: hay valores muy variados por similares consumos.

Un recorrido de este diario por las zonas céntricas de tres localidades de alta convocatoria permite concluir que hoy un cortado o un café en jarrito se cobra en los bares desde 60 hasta 85 pesos; un lomito completo, entre 320 pesos y 430 pesos, y por una pizza especial grande se pagará entre 320 pesos y 500 pesos en un local gastronómico. Si la pretensión apunta a una parrillada, para dos personas hay ofertas desde 650 pesos hasta rozar los mil pesos (sin ensaladas ni bebidas).

Siempre, claro, habrá precios por encima y por debajo de los indicados, pensados para un consumidor medio.

En muchos locales advierten sobre que intentarán mantener los actuales precios durante la temporada, pero que no les resultará sencillo. “Las cosas siguen aumentando, por lo que no podemos descartar retoques”, anuncia el dueño de un restaurante de Calamuchita.

Va el repaso de consumos básicos, en los centros de Mina Clavero, de Villa Carlos Paz y de Santa Rosa de Calamuchita.

Mina Clavero

La calle San Martín, de Mina Clavero, se acaba de habilitar como peatonal desde el puente central hasta la plaza. Son cinco cuadras repletas de negocios, invadidas por turistas, entre artistas callejeros y promotores de todos los colores.

Detenerse para probar un cortado en jarrito, en un bar, cuesta 80 pesos, más 25 pesos con una medialuna. Cruzando la calle, cotizan 75 pesos y 20 pesos, respectivamente. El “café al paso”, servido en vaso descartable, va de 35 pesos a 40 pesos.

Sentado frente al río, se puede apostar a una parrillada tradicional: para dos, sin guarnición ni bebida, hay que pagar 850 pesos. Una ensalada básica cuesta 120 pesos. La lista de cervezas ofrece la botella de litro desde 210 pesos hasta 270 pesos.

A pocas cuadras, la parrillada para dos se cobra 800 pesos y la ensalada, 100 pesos.

Por una gaseosa de litro y cuarto deberá sumarle a la cuenta 150 pesos en un restaurante de nivel medio. Las gaseosas chicas, entre 70 pesos y 80 pesos, y una “pinta” de cerveza ronda los 100 pesos.

No se puede salir del rubro parrillero sin mencionar “La gota de Grasa”, un sitio emblemático fuera de la peatonal. En un saloncito con apariencia de bodegón, desde hace 42 años Amado pesa la carne cruda, a pedido del cliente, para luego asarla en pocos minutos. De eso resulta una parrillada para dos a un precio similar a los otros. Allí la ensalada para dos cuesta 180 pesos y el litro de vino en jarra, 140 pesos.

Si la idea es un lomito completo con papas, los precios en el centro van de 350 a 420 pesos. Y la pizza grande especial oscila entre 330 y 450 pesos .

No pocos buscan precios inferiores fuera del centro. Por ejemplo, sobre avenida Mitre hay promos de lomitos a 150 pesos y de pizza especial a 270 pesos.

Pasada la cena, puede pintar un aperitivo. Un bar difunde su gin tonic tirado a 180 pesos. En otro, los tragos (incluido el fernet con cola) parten desde los 280 pesos.

Al día siguiente, si tienta una visita a la vecina Villa Cura Brochero, para un almuerzo económico asoma una “milapizza” (milanesa gigante recubierta como pizza, con papas, para dos personas) a 380 pesos en un local de la peatonal y a 280 pesos en otro, con algún ajuste de tamaño.

Villa Carlos Paz

Bares y restaurantes de la mayor ciudad turística cordobesa están listos para la temporada alta. El retoque en los precios se produce, generalmente, a mediados de diciembre. Y antes de la queja de los consumidores, los propios gastronómicos elevan sus planteos sobre la caída en la rentabilidad del sector por los altos costos de insumos, de servicios y de impuestos.

Una pequeña recorrida por el circuito céntrico, incluidas la avenida Libertad y la Costanera, deja ver notorias diferencias en los precios.

Un café en jarrito cuesta entre 80 y 85 pesos, mientras que en otro sector de la ciudad baja hasta los 60 pesos.

Una pizza especial de ocho porciones con una cerveza de litro arranca desde 500 pesos y se eleva hasta 850 pesos.

Una parrillada para dos personas con una gaseosa de litro y una ensalada cuestan en un restaurante de categoría unos 1.700 pesos. Si se sale del microcentro, el precio baja en las pizarras: hay ofertas de 650 pesos el asado para dos. En caso de que se sumen ensaladas y gaseosas, la cuenta allí rozaría los mil pesos. Si es con vino, algo más, según lo que se pida.

Fuera de comer y de beber, en Villa Carlos Paz la oferta teatral forma parte de los consumos habituales: la entrada al teatro se sitúa (entre los 67 espectáculos de esta temporada) entre 500 y 1.600 pesos. Para los infantiles, parten desde 300 pesos.

Santa Rosa

En la mayor localidad del Valle de Calamuchita, un café o un cortado en jarrito en un bar cotizan a 70 pesos en un establecimiento muy concurrido de la remodelada zona céntrica, o bien a 60 pesos en otros sitios que son más alejados y menos conocidos.

Si la mirada y el deseo se posan sobre una pizza especial, las diferencias son más marcadas: las ocho porciones con jamón y mozzarella van desde 330 pesos hasta 580 pesos, según el lugar.

En cervezas, las diferencias se relacionan más con la marca que con los sitios: la de litro puede variar de 180 pesos a 240 pesos.

Un lomo completo se paga 340 pesos promedio, y una gaseosa chica, entre 65 y 90 pesos.

A la hora de la parrillada, hay que reforzar la billetera: para dos personas implica un desembolso de 860 pesos en un establecimiento más modesto y orilla los mil pesos en otro céntrico, sin guarnición ni bebidas que completen el menú. Si la tentación gana y se suman cortes de cabrito, puede llegar a los 1.300 pesos, siempre para el dúo de comensales.

Variedad de precios y de tipos de alojamientos en los tres destinos

Los precios en alojamiento resultan más estables que los vinculados a la gastronomía en las sierras de Córdoba. Las tarifas fueron fijadas en noviembre y, en general, se respetan durante la temporada.

Luego de que el nuevo gobierno nacional creó el impuesto del 30 por ciento sobre el “dólar turista”, surgió la duda de si los establecimientos en los destinos nacionales ajustarían hacia arriba sus tarifas para “aprovechar” una supuesta mayor demanda.

Desde las asociaciones de hoteleros de Córdoba se insistió en que no se recomienda esa acción y los dirigentes consultados aseveran que la mayoría de los empresarios mantendrán los valores ya informados.

Los precios de alojamiento en las Sierras varían mucho, inclusive entre los establecimientos de similares características. Una muestra de la variabilidad de criterios para fijar tarifas es que, respecto del verano anterior, algunos hoteleros y cabañeros incrementaron los precios un 10 por ciento, al tiempo que otros lo hicieron por arriba del 100 por ciento. Según un relevamiento de La Voz, en promedio, el ajuste fue del 43 por ciento.

En ese marco, en hoteles dos estrellas, la habitación doble y con desayuno cuesta entre dos mil y 2.800 pesos. Otros, de tres estrellas, pueden cobrar entre tres mil y cinco mil pesos. Ya un cuatro estrellas, de alta categoría, cotiza entre 4.800 y seis mil pesos por noche.

Las cabañas tienen una enorme variabilidad, según los servicios que prestan y la ubicación. Para cuatro personas, van desde los 2.500 pesos por día, sin desayuno, pileta ni servicio en la habitación, hasta los nueve mil pesos, pero ya con pileta climatizada, spa, parque, desayuno, mucama y otras prestaciones. En el medio, hay precios de todos los colores.

Si la opción fuese el camping, en promedio, se ubican entre los 200 y los 250 por persona y por día, con servicios (sanitarios, electricidad, etcétera).

Fuente: La Voz del Interior. La Voz del Interior